Todo lo que sube tiene que bajar

La ruptura dentro del Partido Acción Nacional de Reynosa va en serio. Esa fractura incluye a la familia política de Francisco García Cabeza de Vaca, quien alguna vez se sintió el dueño del PAN en Tamaulipas, pues su cuñado y aspirante a diputado federal por el III distrito con cabecera en Río Bravo, José Ramón ‘JR’ Gómez Leal, ya nada quiere saber de él pues sacó la candidatura sin contar con su apoyo. Y para ser honestos, fue mejor.
Primero hay que recordar que Cabeza de Vaca está casado con Mariana Gómez Leal, hermana de ‘JR’ e hija del reconocido empresario reynosense José Ramón Gómez Reséndez. Y fueron los Gómez quienes lo apoyaron primero cuando en el año 2000 buscó y ganó la diputación federal; luego en 2001 cuando compitió y perdió la alcaldía, y en 2004 cuando buscó la revancha y ganó la presidencia municipal.
Pero como el panista venido en desgracia no tiene palabra y sueña con volver a ser alcalde para los comicios del próximo año –aunque se ha dedicado a jugar la carta de buscar la gubernatura–, sus ambiciones personales provocaron la ruptura con su familia política.
El corrupto ex alcalde, antes de apoyar a ‘JR’, quiso colocar como candidata a Sara González, la ex delegada en Tamaulipas de la Secretaría de Desarrollo Social. Pero como sus contactos dentro del Comité Ejecutivo Nacional del PAN ya no existen, la decisión final favoreció al actual regidor en el Cabildo de Reynosa.
Pero no crean que José Ramón ‘JR’ Gómez Leal obtuvo la candidatura por méritos propios, claro que no fue así. El pudiente panista fue respaldado por el senador José Julián Sacramento y por el presidente estatal, Francisco Javier Garza de Coss, en una demostración de fuerzas que puso en su justa dimensión a Cabeza de Vaca en Tamaulipas: es un cadáver albiazul.
Y para confirmar la ruptura al interior del PAN en Reynosa, el coordinador de la campaña de ‘JR’ es ni mas ni menos que el actual diputado federal, Raúl García Vivián, aspirante a la candidatura de su partido por la presidencia municipal en 2010, posibilidad que lo convierte en antagonista y enemigo del corrupto ex alcalde.
Por el distrito II no hay duda que son del mismo equipo: el aspirante albiazul Gerardo Peña Flores tendrá como su coordinador de campaña a Leonel Cantú, ex secretario de Desarrollo Económico del municipio en el pasado trienio.
A estas alturas del partido García Vivián, dirigente del PAN en Reynosa, también cuenta con el respaldo de José Ramón Gómez Reséndez y un grupo de empresarios que han pintado su raya a Cabeza de Vaca porque no lo bajan de ‘traicionero’, confirmando, además, que ya no pesa en su partido y está desinflado al no ser incluido como candidato plurinominal.
Hace apenas dos años, en el primer trimestre de 2007 y cuando entraba fortalecido en su último año de la primera administración de Acción Nacional en esta frontera, Cabeza de Vaca se sentía casi gobernador de Tamaulipas; se paseaba por los municipios de la frontera como un pavorreal; tenía los reflectores de los medios, y pocos dudaban que era el más firme proyecto de su partido para la sucesión de Eugenio Hernández Flores. Pero como dice la canción: “Todo se derrumbó dentro de mí… dentro de mí”.
Su soberbia, prepotencia y ambición personal lo llevaron a cometer graves errores, como el querer humillar y someter a empresarios del medio periodístico en Reynosa, cuando tenía una cola más larga que una rata de alcantarilla.
Así, poco a poco, a partir de abril-mayo de 2007, su imperio empezó a desmoronarse cuando las pruebas de su corrupta administración empezaron a ser ventiladas públicamente, demostrándose si bien Cabeza de Vaca tenía una lengua muy larga, su cola no era tan corta como presumía ante los electores tamaulipecos, sus potenciales ‘víctimas’ en las urnas en 2010.
Protegido por una fama de panista honesto –que se la creían quienes no lo conocían–, empezó a apoderarse del PAN en Tamaulipas y mangoneó a su antojo al difunto Alejandro Sáenz, un viejo militante con ideales partidistas hasta antes de ser reclutado por el grupo cabecista.
Al mismo tiempo, en otros puntos cardinales de Tamaulipas, el panista más corrupto en la historia de Tamaulipas tejía su red de fanáticos que respaldaron su proyecto, inspirado en los Amigos de Fox, grupo que él mismo fundó en Reynosa en 1998, cuando el ánimo blanquiazul en la frontera norte del Estado estaba sepultado.
Cabeza de Vaca creyó que los empresarios de su ciudad tenían que arrodillarse ante sus pies. Y aquellos que no compartieran y respaldaran sus locuras y ambiciones eran sus enemigos y, por lo mismo, no iban a comer de su mano en los tres años de su gestión manejando a su antojo los recursos públicos del Ayuntamiento y de la Comapa.
Al final, las páginas de algunos periódicos comprobaron que la primera administración panista de la ciudad más grande de Tamaulipas resultó la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones.
Meses después, perdidas las elecciones municipales de noviembre de 2007 –incluyendo las dos diputaciones locales–, el derrumbe del imperio cabecista se aceleró: sus enemigos, entre ellos el senador José Julián Sacramento; Angel Sierra Ramírez, ex dirigente estatal y actual funcionario federal, y Francisco Javier Garza de Coss y compañía, se unieron para recuperar el Comité Directivo Estatal.
Y recientemente, cuando Cabeza de Vaca todavía se sentía el principito vestido de blanco y azul y quiso imponer candidatos a diputados federales –ejemplo Julio Almanza Armas, por el distrito IV de Matamoros, y Sara González, por el III de Río Bravo–, se dio cuenta que sus días de gloria sólo estaban en su mente.
Para colmo de males para él, desde la Ciudad de México su propio presidente nacional, Germán Martínez, lo excluyó de toda posibilidad de regresar al Congreso de la Unión como diputado por la vía plurinominal. Por coincidencia, fue en ese mismo recinto donde en 2000 empezó a construir sus sueños y ahora fue su sepultura… sin llegar a poner un pie.
Mientras los candidatos a diputados federales en Tamaulipas afilan sus armas para el domingo 3 de mayo cuando arranquen oficialmente las campañas, hubo una que ya se rajó: la panista Hilda Gómez. Sucede que la dama tampiqueña, al verse excluida de las listas plurinominales, simple y groseramente le aventó el arpa a su dirigente Garza de Coss.
El lunes 27 de abril el senador Sacramento rendiría su informe de actividades en Ciudad Victoria contando con la presencia de Gustavo Madero y Santiago Creel Miranda, entre otros legisladores y federales, así como de la crema y nata de la política estatal sin diferenciar colores e ideologías.
Soplan nuevos vientos en el PAN en Tamaulipas.