
La renuncia con carácter de irrevocable presentada por Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia del PRI nacional, no sin antes tirar la piedra y esconder la mano, nos devuelve a lo comentado anteriormente, la destrucción de mitos alimentados por décadas, que hoy todavía hay quienes pretenden mantener con vida artificial.
Pero que afortunadamente hay quienes no comparten esa visión, como por ejemplo el ex dirigente nacional priista, César Camacho, quien hablando en términos médicos le da un tapabocas al sonorense, que asegura no se va de la política, y no tiene contemplado ser candidato presidencial en el 2018… por ahora.
“Es tiempo de hacer una neurocirugía en el partido, el cual debe ser encabezado por un político (ojo: no una mujer política), con una visión mucho más amplia que solidifique la militancia pero que también vaya por los ciudadanos sin partido”, publicó El Universal, de la entrevista hecha a Camacho.
Con ello el ex dirigente quiere detener la intención de Beltrones de atribuir responsabilidad a Enrique Peña Nieto por la derrota en las urnas.
Lo cierto es que quien le apostaba a Beltrones capacidades extraordinarias que hiciera recuperar todo el terreno perdido, electoralmente hablando de los priistas, los hechos demuestran que el sonorense estaba sobrevalorado.
Aunque hubo factores que nunca pudieron controlar, la extrema violencia e inseguridad en territorios como el tamaulipeco y el veracruzano, también hubo desdén hacia el hartazgo popular, ya es la segunda vez que les pasa en menos de dos décadas.
Y para confirmar mi apreciación respecto a Beltrones, viene la declaración de Camacho: “la salida de Beltrones los obliga a salir no sólo unidos, sino en una actitud madura, asumir responsabilidades porque la sociedad y el mundo no se detienen”.
Ahí está, el mito Beltrones y su eficacia política está en el suelo, basado en ello pues a ver quién le apuesta a levantarlo para hacerlo candidato en el 2018, previa visita al cirujano plástico.
BYE, BYE NUÑO
La lucha por la candidatura priista a la presidencia ya tiene su primer damnificado político, Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación quien dice que no renunciará y que la Reforma Educativa no se negocia, mientras que Miguel
Angel Osorio Chong, secretario de Educación ya abrió la ventanilla para reclamos y ajustes con la dirigencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, a quienes recibirá después de ocho muertos en Oaxaca y varios heridos.
Mientras Osorio busca crecer su imagen presidencial haciéndola de apagafuegos, que en Tamaulipas no le dio resultado para terminar con la violencia e inseguridad, y ahora quiere calmar a los maestros, a ver si no le sale el tiro por la culata y se convierte en el segundo damnificado político.
Senadores (as) ausentes
y desconocidos (as)
El cierre del seminario Violencia y Paz celebrado por el Colegio de México y el Instituto Belisario Domínguez en el Senado, bajo la dirección de los académicos Sergio Aguayo y Froylan Enciso, no mereció la presencia de ninguno de los senadores tamaulipecos.
Ni el priista Manuel Cavazos Lerma, ni las panistas Sandra Luz García y Andrea García García, suplentes de Francisco García Cabeza de Vaca y Maki Ortiz, respectivamente, quienes ahora son gobernador y alcaldesa electos, les interesó escuchar las intervenciones de las víctimas y defensores de derechos humanos de Tamaulipas, entre ellos
Raymundo Ramos de Nuevo Laredo, que dejó en evidencia el grado de brutalidad y violencia e impunidad, además de corrupción que se vive en el Estado.
Vaya una reflexión: usted querida lectora, querido lector, ¿conocen de perdido en foto a Cavazos, tal vez a éste si porque fue gobernador, pero a las dos senadoras panistas suplentes, las han visto alguna vez?
Yo no, es más, cuando busqué en Google a la senadora Andrea García quien aparece es la actriz, hija del actor Andrés García, de ese tamaño es la casi nula visibilidad de esta joven política tamaulipeca, hija de un panista, Juan García Guerrero, ese es su mérito.
Hasta ahora es muy notoria la ausencia de estos senador y senadoras en el Estado, no hay trabajo de beneficio colectivo y si existe, lo desconocemos, a los tres representantes populares no se les ve ni en tribuna del Senado.
Su ausencia en el seminario es otra muestra del nulo interés por conocer los planteamientos de la sociedad civil respecto a la política de seguridad, la lejanía que muestran de la realidad que viven y padecen los tamaulipecos en su día a día.
Con esa calidad de representantes en el Senado pocas esperanzas tenemos de que los problemas de Tamaulipas reciban la atención que se requiere para su resolución, si no contamos con quien defienda a los tamaulipecos en esa guerra enloquecida, iniciada por Felipe Calderón y continuada por Enrique Peña Nieto que no sabe cómo regresar a los militares a los cuarteles y a los marinos a los barcos.
Queremos representantes en el Senado y en la Cámara de Diputados visibles, cerca de los tamaulipecos, trabajando por y para ellos, señores y señoras, ya por favor, cumplan con su compromiso y responsabilidad.
LA FRASE:
“Beltrones es un hombre honesto y congruente que sabe que hubo una derrota electoral, más no un fracaso político y nosotros los priistas seguimos trabajando, estamos revisando las estructuras y haciendo reuniones de evaluación tras los resultados de la elección del 5 de junio”, dijo Rafael González Benavides en un comunicado del PRI estatal.
Y qué de la responsabilidad local y estatal, de esa nadie habla, nadie asume su pedacito de culpa en esta estrepitosa caída en la preferencia electoral.