
Aconseja un certero refrán popular que no siembres vientos porque cosecharás tempestades, pero a los que entraron a gobernar Tamaulipas a partir de octubre del 2016, lo que reza el mencionado dicho y otros más es muy evidente que les importaron una pura y dos con sal, y así, lo que se dice a garrotazo limpio, oprimieron a los priistas y a todo el que se les atravesara y con una soberbia que los encegueció, de tal forma que no vieron que los amedrentados ya los superaban en número, sólo faltaba que alguien viniera a ponerle el cascabel al gato y ése fue Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Ricardo Monreal Ávila y a la vez coordinador político del Morena en esta entidad.
Y es que Alejandro Rojas primero alborotó las galleras de todo Tamaulipas al anunciar el sábado 16 del amoroso mes de febrero, que la Revocación del Mandato de que va, va, o sea, que el hachazo viene derecho y que rueden las cabezas que tengan que rodar, aviso que ya motivó pronósticos sobre cuántos de los 43 alcaldes serán ratificados en el cargo y si el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca terminará su periodo.
No se sabe cómo estarán las reglas para ese proceso en el que el competidor de los gobernantes serán ellos mismos, la ciudadanía acudirá a las urnas solamente para manifestar si se van o se quedan, posibilidad que alentó a los amedrentados a salir de la penumbra y manifestarse en favor de la creciente corriente política que es el Morena, por lo pronto, para las elecciones para diputado local que se llevarán a cabo el próximo dos de junio, ya asomaron la cabeza figuras priistas estelares como Oscar Luebbert Gutiérrez, Jaime Rodríguez Inurrigarro, Eliseo Castillo Tejeda, José Guadalupe Herrera Bustamante, Javier Villarreal Terán y otros.
Pero el levantamiento y a la vez migración no provino únicamente de territorio tricolor, también hubo del azul, porque el día del registro de aspirantes que fue el lunes 18 de febrero, aparecieron en lo que ya era una romería por el edificio del Comité Directivo Estatal del Morena, Carmen Lilia Cantú Rosas para registrarse para una candidatura a diputado local por Nuevo Laredo; Humberto Prieto Herrera ex diputado federal y que ahora busca ser candidato morenista por Reynosa; al igual que dos ex alcaldes de Río Bravo: Rogelio Villaseñor Sánchez y Juan Diego Guajardo Anzaldúas, que dijeron traer un pacto de apoyar al que sea nominado candidato al Congreso del Estado por el municipio riobravense.
Como ven estuvo intensa la hemorragia sufrida por el PRI y el PAN, y no se diga el PRD que su principal figura Jorge Valdez Vargas ya milita en el Morena, y todo este levantamiento se dio por no aminorar el vuelo de los garrotazos que soltaron a diestra y siniestra a unos, y advertencias o amenazas a otros, finalmente el miedo terminó uniéndolos encontrando cobijo en la cueva morenista, en donde en un principio algunos de sus moradores no los querían, pero tras la operación política de Alejandro Rojas las protestas se acallaron y ahora solamente esperan en fraternidad el anuncio de quienes serán los 22 candidatos.
LA INDEFINICIÓN DE LUEBBERT
El experimentado político reynosense antes de acudir al cónclave morenista del 16 de febrero declaró que era falsa la versión de que renunciaba a su militancia priista, lo que ratificó ante la dirigencia municipal en reunión privada tres días después, los argumentos que expuso en el sentido de que con Morena solamente participará como asesor me cuentan no convencieron a nadie, pero como no hubo reclamos ahora cargan ellos con el descrédito pues debieron pedirle se definiera aunque lo vean y respeten como si fuera un tótem.
Avisar al Comité Ejecutivo Nacional para que la Comisión de Justicia Partidaria tome decisiones es obligado, y Luebbert debe renunciar a su militancia antes de que le notifiquen su expulsión por muy justificada que esté su participación con los morenistas, con tal de derrotar al enemigo en común que es el PAN, que eso de enemigo aquí en Tamaulipas es un decir, porque desde las elecciones del 2016 el PRI ha estado bailando al son de la pandereta del Comandante Azul.
Se comprende que el dos veces ex alcalde de Reynosa busca la protección del Morena a cambio de operar para ellos, nomás que no se puede chiflar y comer pinole al mismo tiempo, y eso, él bien que lo sabe.
¿Y DÓNDE ESTÁ CARLOS PEÑA ORTIZ?
Súbitamente desapareció de las brigadas sociales del DIF municipal de las que era un activo promotor, justo cuando comenzaba a examinar el PAN sus cartas para diputado local, el que fuera presidente del DIF en Reynosa obviamente era una de ellas, su posicionamiento por las colonias populares obligaba a considerarlo, pero como que se acentuaron las diferencias entre los panistas de Ciudad Victoria con la alcaldesa Maki Ortiz y como que insinuaban que no consideraban necesario a Peña Ortiz.
Luego se vinieron los desencuentros por el nombramiento del gerente general de la COMAPA y alguien le susurró a Carlos Peña Ortiz, que se olvidara del PAN porque en esta no había espacio para él, aunque no todas las puertas estaban cerradas, pues en el Morena tras examinar su expediente lo veían como prospecto a futuro.
Este último, me dicen, fue la conclusión de un encuentro de Tatiana Clouthier con una figura del panismo en Los Hidalgos de San Pedro, Garza García, Nuevo León, y entre esa plática y que algunos del Morena ven con agrado que se enrole con ellos el ex presidente del DIF municipal, lo que comenzó como versión hoy ya se configura en realidad, que de darse sería una estocada mortal a las posibilidades de triunfo de los candidatos panistas para las 4 diputaciones locales que representan a Reynosa.
El PAN no está para esos excesos de confianza, el Comandante Azul seguro lo sabe, pero la soberbia nunca ha sido buena consejera, está como prueba el tiro fallido de hacer ver el cónclave morenista como una fiesta priista y se convirtió en un boomerang porque se publicitó tanto que el día del registro hubo mucho bullicio y colorido en el inmueble del Morena allá en Ciudad Victoria.
JR ASUME PRUDENTE POSICIÓN
En la fiesta morenista no pasó inadvertida la ausencia de José Ramón Gomez Leal, comprendió que había que guardar una sana distancia por su calidad de súper delegado del gobierno federal, y esa actitud le evitó reclamos, finalmente él es como los ojos y los oídos en Tamaulipas del presidente Andrés Manuel López Obrador, y en lo personal es muy amigo de Gonzalo López Beltrán.
Las candidaturas las analizan y las deciden Yeidckol Polevnsky y a querer o no Ricardo Monreal, por lo que JR bien sabe que esos no son sus terrenos, así que a ver los toros desde la barrera aunque eso sí, él y sus sub delegados tienen la importante tarea de hacer bien las cosas para que los candidatos en campaña presuman lo bien que ahora trabajan las delegaciones federales, que vaya sí será de mucha ayuda al triunfo electoral el trabajo administrativo.
Por eso don Jesús Reyes Heroles decía: “a mi partido, mi voto, y mi cuota”, que por cuota daba a entender que era trabajar con eficacia en el servicio público, por ser la mejor forma de ayudar a la buena fama de un partido político. En los hechos a la mayoría de los priistas eso no les importó y por ello y otras cosas más están en el arrancadero de tercerolas, y destinados a llegar a la meta en la misma posición, y hasta la próxima.