
Estaba un día El Apuntador comiendo cafecito con pan, con eso de las lluvias que se dejaron sentir en la región; y es que ya saben, nomás está de que empiece a llover para que se active la lombriz del pan y pues no hay quien se resista al asunto.
La cosa es que comiendo y todo, aquí está para el apreciable lector lo último y más novedoso del tema reporteril, ese que les encanta leer cada quincena y que a veces da tremendas sorpresas y otras, pues no tanto.
Para empezar, ahí les va que, en días pasados, para ser exactos el 24 de junio, fue el cumpleaños de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum (léase imaginando una música estruendosa de fondo, de esas que les encanta poner cuando hay alguna gira de trabajo de autoridades en cualquier sitio).
La cosa es que pues, muchos integrantes del gremio reporteril de Reynosa se apresuraron a felicitarla… ¡a felicitarla!, así, así como usted lo lee, y pues se ve un poco difícil que la ilussssstrísima presidenta lo haya leído, o ¿ustedes creen que si?
Uno de los que “extendió” sus felicitaciones fue Miguel Domínguez, pero no lo hizo en solitario, ¡no, no, no! sino que, lo hizo a título de “la familia Domínguez Blanco”, continuando diciendo: “desea respetuosamente un feliz cumpleaños a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México. ¡Muchas felicidades!”.
¡Ooorale!, pues sí; pero no nada más Miguel se aventó tal puntada, digo tal detalle, también compartió su felicitación Fernanda Hernández, quien aprovechó para presumir fotografía con la mandataria, ¿qué onda Miguel? Ahí te ganó la Hernández, ¿cómo que tú no tienes foto? Y es que esto de compartir fotografías con políticos ya se está haciendo común, solo hay que recordar que, luego esas fotitos con esas “amistades” hace que inevitablemente se cuestione la imparcialidad y objetividad con la que debería de conducirse la prensa, porque para quien no lo tenga presente, hay que recordarle que sí es.
En más cosas que llaman la atención se encuentra el “conductor”, o bueno “presentador” de noticias, como se atribuye un individuo, del que este redactor no conoce su nombre, díganselo por favor si alguien lo sabe; y ¿por qué llama la atención? Pues más que por su acertado trabajo, porque más faramalla no puede haber, que la que se arma al colocar diferentes libros sobre el escritorio en el que conduce.
¡Ah! Pero nada comparado con los lentes oscuros, que por respeto al público debería de quitarse, y mejor, guardarlos para una tarde de verano en la playa, o ya de perdis, en La Playita, pero no son para un estudio de noticias.
Ya en estos tiempos la gente es muy “teatral”, o ¿teatrera?, ¡quién sabe! Pero bueno, al parecer la cosa es llamar la atención, o al menos para ellos, así es.
El que anda muy acá, con el sable desenvainado es Manuel Quevedo, quien compartió lo siguiente: “Y tú crees que mi nombre, con un legado de casi 50 años lo van a dañar dos o tres mugros@s revoltos@s de Reynosa? Pobrecill@s, sigan soñando”.
Con esto más de uno se quedaron con la boca abierta, y el ojo cuadrado pero también con la incertidumbre de, para quién iría la pedrada, y pues resulta que, al parecer trae bronca con Lupe Caballero, ok, bien, pero… ¿quién es Lupe Caballero?, ¡ah! un creador de contenido… ok.
Resulta que Caballero compartió la publicación ya mencionada de Quevedo, con una descripción que decía: “Limitando quien puede comentar sus publicaciones jajaja, no pues así que chiste, ¿no que muy tigre?”, ¡ájale!
Parece ser que la cosa se resume a que ambos son de bandos contrarios y la manzana de la discordia son las publicaciones a favor y en contra del alcalde Carlos Peña Ortiz; y debido a esto es que ya han caído en diferentes insultos lo cual ha sido un banquete para los chismosos del face a los que les encanta el show.
Hay que esperar en qué termina todo este asunto, mientras tanto, ésta es la muestra de que las batallas, ya no solo se libran en las calles, sino también en las redes sociales… ¡hasta la próxima!