
Cuando acudí ante el oráculo para preguntarle sobre el juego de las corcholatas me dio una respuesta que me dejó anonadado, por no decir otra palabra, pues ya era de los que creen en que los del partido guinda no son como los otros. Y si bien me dio a entender que habrá divisiones entre los simpatizantes morenistas, en cuanto se dé a conocer quién será el candidato o la candidata, todos se irán como gato en bofe sobre él o ella.
Lo que hace ver que no es tanto el que los morenistas no sean como los otros, sino que los practicantes de la política no saben hacerla de otra forma y en consecuencia, estamos viendo a un PRI con pilas recargadas y que está recurriendo a prácticas y mañas como las de antes, pero eso sí, con barniz democrático.
Sólo que el método de la encuesta no inspira confianza en algunas de las corcholatas como Marcelo Ebrard, quien tampoco ocultó su molestia porque varios gobernadores a punta de “tuitazos” hicieron ver a Claudia Sheinbaum como la lógica favorita. El reclamo fue escuchado en el Palacio Nacional y de ipso facto los gobernantes eliminaron sus respaldos.
Por lo tanto, la encuesta causará división, pero en cuanto destapen a la o el candidato la bufalada hará trepidar a la coalición, pues verá a lo que se va a enfrentar, que por si fuera poco el peso del rival, ya se escuchan voces dentro del panismo como la del senador Damián Cepeda, diciendo más vale solo que mal acompañado porque, por los resultados electorales registrados en el Estado de México y Coahuila, quedó muy claro que tanto panistas como apartidistas no aprueban esa coalición.
Lo anterior viendo como soplarle al castillo de naipes que han venido armando la senadora Lilly Téllez y el diputado federal Santiago Creel, los favoritos de los azules según las encuestas; pero que según el senador Cepeda serán abandonados por los votantes si van en coalición con el PRI o el PRD.
Entretanto, Andrés Manuel López Obrador no denota tener preocupación por la elección del candidato de su partido. Conoce y a profundidad las acciones y reacciones de los políticos, y entre ellas no están desafiar al presidente. Una cosa es hacerlo de puro pico y otra llevar las palabras a los hechos. O como dice el certero refrán popular: No es lo mismo invocar al diablo que verlo venir.
TAMAULIPAS YA DIO COLOR
Por esta entidad federativa no hay duda de que, quienes dictan línea entre las filas morenistas la identificación está por el lado de Claudia Sheinbaum, lo que recuerda la fenomenal equivocada que se dio en el verano de 1976 el entonces gobernador Enrique Cárdenas González, quien abiertamente simpatizaba con Mario Moya Palencia, el secretario de Gobernación
Y con eso de que don Enrique era muy amigo del presidente Luis Echeverría Álvarez, cundió la creencia de que no lo dejaría “emboletarse” con el que no iba a ser. El caso es que con todo y esa relación, al gobernante tamaulipeco lo dejaron irse sobre el espejismo y que LEA destapó a José López Portillo, su amigo del alma desde que eran estudiantes universitarios. En el sexenio siguiente, Cárdenas González padeció un calvario que en el invierno de 1977 estuvo a punto de orillarlo a renunciar, pero esa es otra historia.
En el presente, Américo Villarreal Anaya juega su resto a la carta de Sheinbaum, que si es otra la ganadora no se ve por donde podrían convulsionar Tamaulipas. Por un lado el PAN, como es público y notorio, está desmoronado. Solamente en Tampico muestra consistencia, y además los morenistas si retienen la presidencia de México, no le van a dar cuerda a los azules para que le creen conflictos a Américo. Eso es algo que aún desde en “case la chingada” no lo permitirá López Obrador, como tampoco a Ebradistas, ni Adancistas o Monrealistas.
En resumen, con todo y que la democracia produce antagonismos, obvio que el año de 2024 y los subsecuentes serán de conflictos por la de dolidos que habrá, y por tanto la disciplina será imperativa, por la obvia razón de que la armonía se logra con orden y concierto, no con vocingleros democráticos.
Se escucha rudo, pero el país no está para el desorden ante la creciente inseguridad, problema que ya se verá si hablan de ello las corcholatas en sus respectivas campañas de posicionamiento, porque lo que son los “12 Delirantes” de la coalición, se ve que todavía siguen en las ensoñaciones.
DIPUTACIONES, EL OBJETIVO
Américo Villarreal Anaya, como jefe máximo de los morenistas tamaulipecos, tendrá en junio del próximo año la oportunidad de tomar el control de instituciones que siguen en manos de los fanáticos de Francisco García Cabeza de Vaca, merced a reformas constitucionales que hizo la anterior legislatura.
Para ello tendrán que ganar los candidatos guindas en los 22 distritos electorales, o sea, un carro completo, con lo cual tendrían las dos terceras partes del Congreso del Estado y así podrían destrabar todas las medidas constitucionales que aprobaron los anteriores legisladores para prolongar la estancia de funestos personajes tanto en la Fiscalía General de Tamaulipas, con en la Fiscalía Anticorrupción, en las magistraturas del Poder Judicial y en la Auditoría Superior del Estado, cuyo titular Jorge Espino Ascanio, con todo desparpajo espetó a los diputados que ellos no son sus patrones.
Y todo porque le exigieron entregue la documentación que según el contralor está en orden, de cuentas tanto del anterior gobierno estatal como de varios municipios. Por supuesto que la fracción morenista no se va a quedar con la afrenta y va a llamar ajustar al muy afrentoso auditor por medio de un juicio político, así como con la correspondiente denuncia penal.
Pero bueno, con eso de que hoy en día todos los organismos son autónomos y soberanos, ya nadie manda a nadie y no se diga el Poder Judicial que de dónde le salió lo alzado, porque cuando Cabeza de Vaca fue gobernador se comportaron muy sumisos con él, al igual que la fracción panista en el Congreso del Estado, y no se diga las Fiscalías que empapelaron a todos aquellos que le estorbaron al entonces mandatario.
Por lo anterior, si en México la aplicación de las leyes estuvieran en manos de personas con sentimiento social, independientemente de las disposiciones jurídicas, recurrirían a su facultad discrecional para impedir que corruptos ex servidores públicos se anden pavoneando de que se fueron al baño y les van a hacer los mandados, pues para tal cosa cuentan con compren$ivos jueces de amparo.
Por hechos como los descritos en el párrafo anterior, en Tamaulipas tiraron a león la marcha de apoyo “A la corte no se toca”, pues equivaldría a un respaldo hacia quienes hicieron de las suyas de octubre del 2016 a octubre del 2022, mismos que fueron desalojados del Palacio de Gobierno Estatal en la elección de junio del año pasado, y hoy mediante amparos buscan quedar en impunidad.
Así que las cosas como son, mientras la Corte no toque a los que hicieron daños, resulta absurdo que invoquen el respaldo social.
¿Y LAS CORCHOLATITAS?
Como que entraron en una etapa de “impase” al anticiparse el juego de las corcholatas que por obvias razones borró del mapa la actividad política por Tamaulipas; sin embargo, la eficacia con que desplieguen las actividades proselitistas hacia alguna de las corcholatas decidirá su futuro.
Obvio que quienes lo hagan por Sheinbaum, que si es la seleccionada, habrán amarrado candidaturas, como también quienes operen para Ebrard, Monreal o Adán Augusto. De manera que se espera mucha actividad territorial con todo y que la creencia general de que el resultado de la encuesta será una mascarada, pero habrá que acatar las reglas porque hay premios de consolación y ya se especula que uno de ellos es la candidatura presidencial por el Movimiento Ciudadano, que sería el Plan B de AMLO.
Y hasta la próxima.