
¿Qué pudo ser mejor: verlo medio vacío o medio lleno? Esa fue la pregunta que algunos se hicieron la noche del sábado 11 de octubre en la inauguración del Festival Internacional Tamaulipas en Reynosa cuando, conforme avanzaba el espectáculo del Lago de los Cisnes, el Centro Internacional de Negocios se fue vaciando de ¡invitados especiales!, que fue lo peor del caso.
Asistentes a la fuerza que ocuparon asientos privilegiados y que se fueron yendo uno por uno, en parejas o en comitiva, mientras avanzaban los tres actos del Ballet de San Petersburgo, Rusia, hasta ver descender la asistencia de un 95 por ciento de aforo cuando se abrió el telón, a cerca de un 70 por ciento cuando se cerró.
Seguramente esas personas de las filas D,E, F y G, colocadas junto a las autoridades municipales y estatales, tenían cosas más importantes qué hacer esa noche como una carne asada, un concierto grupero, una boda, una quinceañera, un bingo, un casino o una lotería… menos asistir a presenciar un ballet ruso de calidad y prestigio mundial.
Salirse del recinto después de cada acto, aunque hubo quienes fueron aún más mal educados al levantarse de sus sillas en medio de los aplausos a la primera bailarina, fue una verdadera grosería de su parte.
Cuando inició El Lago de los Cisnes, el Centro Internacional de Negocios estaba casi al 80 por ciento, hasta llegar al 95 por la gente que todavía iba ocupando sus lugares media hora después. Pero la desbandada estaba por venir y sería por etapas.
Durante el pasado trienio hubo reynosenses que se quejaban que los organizadores del Festival Internacional no programaron los mejores espectáculos en esta frontera, pero seguramente siempre han tenido el antecedente de que con administración municipal del PAN o del PRI, a Reynosa le sigue faltando un arraigo cultural.
A la mala fama de ser impuntual, ahora los habitantes de Reynosa van a cargar con la mala fama de ser nacos cuando se trate de apreciar la cultura, pues desairaron ver la mejor escuela de ballet clásico como es la rusa, a huir para ver por televisión –en el peor de los casos– el partido de México contra Jamaica entre carne asada y cervezas.
Qué pena, qué lástima, qué verguenza… ¡qué naco!
Aunque hay que admitir que para el jueves 16, durante la presentación del Ballet Folclórico Nacional de Cuba, los asistentes -entre ellos el alcalde Oscar Luebbert Gutiérrez y su esposa María Esther Camargo- disfrutaron la hora y 40 minutos del espectáculo caribeño, como igual lo hicieron con el ballet clásico de San Petersburgo.
EL?PATRONATO BIEN
Por otro lado quiero reconocer el esfuerzo que están haciendo los organizadores del Festival en Reynosa, sobre todo la señora Camen Salinas de Villarreal, para que los eventos se lleven a cabo como estaban planeados.
Junto con su equipo de trabajo miembros del Patronato, ella siempre ha estado pendiente de todos los detalles.
También sorprende cómo se acondicionó el Centro Internacional de Negocios para que fuera una sede digna ante la nula infraestructura que existe en esta frontera para albergar espectáculos de gran nivel .
Y luego de tres años, Reynosa volvió a ser anfitriona de lo mejor del Festival Internacional Tamaulipas 2008 que llegó a su décima edición.
Pese a algunos prietos en el arroz, al cierre de esta edición aún faltaban muchos telones por abrirse.
Ojalá todo termine bien.