Estaba un día El Apuntador guardando las decoraciones navideñas y preparando el apetito para los tamales del Día de la Candelaria, cuando revisó la bandeja de entrada de su correo y, para su sorpresa, encontró varios reclamos bastante válidos.
Resulta que varios de los fieles lectores de esta columna le reclamaron a El Apuntador que al final de la entrega pasada, cuando lamentó que en estos tiempos cualquier hijo de vecino podía tener el privilegio de acceder a un micrófono no dio nombres de estos tristes ejemplos.
Para algunos, este desliz por parte del columnista era muy raro, pues nunca le ha temblado la mano para señalar cuando algo anda mal en este maravilloso mundo de los medios de comunicación.
Pues bien, El Apuntador reconoce su culpa en este hecho por lo que no pretende volver a hacerlo.
Todo esto viene a colación pues recientemente la raza de los medios se enteró, para su completa sorpresa, de la aparición de una quesque Delegación Estatal de la Asociación Nacional de Locutores de México.
Y aunque esta asociación tiene años de estar conformada, con más de 12 mil 500 socios a lo largo de la República e, incluso, como ellos mismos dicen buscan “pugnar por el mejoramiento moral, intelectual y material de los locutores así como la dignificación del gremio”, queda claro que en ocasiones se equivocan… y de a feo.
Esto es porque Luis David Hernández Bonilla, quien funge como presidente de la delegación Tamaulipas de la Asociación, tuvo la “brillante” idea de otorgarle un cargo dentro de la directiva a un personaje que responde al nombre de Renato Sandoval Zamudio.
Para quienes no les suene el nombre, hay que decirles que esta persona es, ni más ni menos, ¡un taxista!
Como lo leen, queridos lectores, ahora resulta que uno de los representantes de los locutores en Tamaulipas es un personaje que maneja un taxi y una buena mañana pensó: “oye, creo que voy a poder dedicarme al periodismo ¿qué tan difícil puede ser?”.
Y que conste, el columnista lo dice una y otra vez, no tiene nada de malo ganarse la vida manejando un taxi, esta profesión es tan respetable y tan digna como cualquiera.
El problema es la enorme falta de respeto que se le está mostrando no solo al periodismo, sino a la locución, porque al entregarle a Sandoval Zamudio un cargo directivo en una asociación de locutores, se está validando el hecho de que cualquier persona, nomás porque tiene un teléfono celular con acceso a redes sociales, tiene la capacidad para hacer periodismo.
Quién sabe ustedes, queridos lectores, pero cuando se observan estos patéticos ejemplos se extrañan los tiempos cuando era complicadísimo obtener las licencias de locución tipo A y B que expedía la Dirección General de Televisión Educativa (DGTVE).
Hay que recordar que estas licencias se entregaban solamente a quienes aprobaran una serie de exámenes de conocimientos generales así como ortografía, redacción, geopolítica, geografía, historia, idiomas, e inclusive buena pronunciación y articulación de palabras.
Hoy, que la licencia ya no es requisito para pararse frente a un micrófono, tenemos taxistas como Sandoval Zamudio ejerciendo lo que, por lo menos para él, es el periodismo.
Y conste que el reclamo no es exclusivo del columnista. Recientemente el compañero Wilfredo Guzmán compartió una gran fotografía de hace titipuchal de años donde aparece con Isael Castillo, Luis Alberto Triana, Norma de León, Mario Martínez (qepd), Antonio Franco Chavero, entre muchos otros más.
Junto a la foto publica el siguiente mensaje: “Foto tomada hace siglos el Isael, mi apreciado amigo Triana y yo, cuando estaba en Radiorama, cuando era una empresa sería y solida. Hoy cualquier estulto tiene acceso a un noticiero”.
Qué lástima que compañeros con experiencia al micrófono como Hugo Reyna, Luis Alonso Vázquez y otros más se estén convirtiendo en una especie en extinción en los medios electrónicos, con empresarios que aceptan abrirle el espacio a cualquier improvisado.
Pero lo dicho, no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre…
RETAZOS
Pasando a otros asuntos, luego del sensible fallecimiento del compañero Javier Ramírez Nava quien durante casi dos décadas estuvo al frente de la dirección editorial del periódico El Mañana de Reynosa, se requirió tomar decisiones.
Es por ello que Guadalupe Parada Gasson fue confirmada en la dirección editorial del periódico, un hecho que se puede considerar histórico, pues es la primera ocasión en los casi 80 años de vida de este medio que una mujer ocupa esta importante posición.
Parada Gasson ya tiene varios años dentro de El Mañana de Reynosa donde ocupó el cargo de editora de redes sociales y, posteriormente, ante los problemas de salud de Ramírez Nava, hacer las funciones de directora editorial.
En estos momentos además de manejar el periódico, Parada Gasson también está a cargo de editar las páginas Locales del periódico.
Cambiando de canal y para que vean que en todos lados se cuecen habas, hay que comentar el error que cometieron ni más ni más ni menos que los editores de la Agencia de Noticias AP.
Resulta que hace días enviaron una nota de unos estudiantes de secundaria quienes resultaron intoxicados tras consumir un medicamento controlado como parte de un tonto reto de Tik Tok.
El suceso se dio en el municipio de San Nicolás de los Garza, Nuevo León que, como saben, forma parte de la zona conurbada de Monterrey.
Sin embargo, para quien editó la nota, San Nicolás es, ni más ni menos, que un “suburbio de Monterrey”.
Por supuesto que esta nota no cayó nada bien por aquellos rumbos, donde no gustó que se haya minimizado de tal forma la importancia de un municipio como San Nicolás.
Lo dicho, en todos lados se cometen errores.
Y ahora sí, va la gustada pregunta de la quincena.
¿Quiénes son los más distinguidos integrantes de la llamada “Caravana del Perdón”, quienes se la han pasado haciendo antesala en la oficina de “Paco Bueno” Cuéllar intentando convencerlo de que han roto todos sus lazos con “Los Pacos” y ahora sí se van a portar bien?
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