
Que yo recuerde, la campaña de 2016 en Tamaulipas ha sido una de las más humillantes para el Partido Revolucionario Institucional de parte del PAN. Nunca se me va a olvidar aquella frase de campaña: “De que se van, se van”.
Han pasado seis años y ahora, en lo personal, me da una profunda vergüenza la alianza del PRI con el PAN de Cabeza de Vaca, su principal enemigo en 2016, y con el PRD que es una insignificancia.
Ahora son abiertamente aliados, amigos. Veo además algunas publicaciones de dirigentes recibiendo en sus casas al candidato de esa coalición, “El Truco”, muy sonrientes y que confirma que no tienen memoria, ni la mínima vergüenza, menos dignidad.
Los pocos tricolores que quedan, después de la elección del año pasado, anticipan la extinción del PRI en Tamaulipas por esta desvergonzada alianza con su principal enemigo de 2016. Pero tengo una gran duda: ¿qué va a pasar con Baltazar Hinojosa Ochoa, el que perdió ante Cabeza de Vaca? ¿Saldrá, como otros, a levantarle la mano a “El Truco”? ¿Se manifestará a su favor?
Por otra parte aplaudo a personajes priistas como Oscar Luebbert Gutiérrez y Humberto Valdez Richaud, quienes se hicieron a un lado y no van a apoyar a su partido en esta elección del 5 de junio.
También hay otros priistas con dignidad, que no se han arrodillado, como un líder seccional que escribió una carta y que me permitiré leer el primer párrafo: “El 14 de enero de 2022 pasará a la historia de Tamaulipas como el día que algunos dirigentes de nuestro instituto político nos vendieron al PAN”.
Priistas, sean como Hora Cero que jamás fuimos de rodillas ante Cabeza de Vaca. Jamás nos vendimos. Luchamos y seguiremos luchando. No se les olvide.
Y algo más, repitiendo las palabras del senador Américo Villarreal en una reciente entrevista para Hora Cero: priistas, no se les olvide, que sus votos nada más valen dos. ¿No se han dado cuenta?
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