La YouTuber conocida como YosStop fue detenida el 29 de junio de 2021 acusada por el delito de pornografía infantil al exponer y transmitir un video en su canal en el que una joven de 16 años era violada en una fiesta. Cinco meses después fue liberada tras llegar a un acuerdo con la parte acusadora, un juez determinó llevar su proceso en libertad. Sí, un caso de pornografía infantil no ameritó mayor pena.
Aurelia, una joven indígena de Guerrero fue declarada culpable en 2022 tras interrumpir su embarazo producto de una violación. La pena alcanzaba hasta 60 años, pero tras declararse culpable le dictaron una condena de 13 años y cuatro meses de cárcel. El caso se hizo mediático y expuesto en redes sociales, su caso se fue a revisión.
Pudo más una YouTuber.
Armando Yáñez, dueño de la empresa Oceanografía enfrentó un juicio luego que la entonces PGR le giró una orden de aprehensión en su contra por delitos financieros derivado de un fraude contra Banamex por 5 mil 132 millones, 329 mil 400 pesos. Hoy en día se encuentra en libertad, el proceso sigue abierto y se ha acusado que han hecho de todo para dilatar el juicio y no pagar.
En 2017, Felipa de Jesús Segundo en el momento de su detención tenía 50 años. Fue sentenciada por homicidio. La acusaron por un delito que no cometió. No hablaba español, no tuvo acceso a un intérprete, no sabía ni por qué la detuvieron. Más de 6,000 indígenas en México pertenecientes a pueblos originarios están tras las rejas, no saben ni de que se les acusa, no hablan español, el 99% de éstos enfrentan su proceso sin sentencia y encarcelados (as).
Pudo más el magnate.
Como estas historias hay cientos, miles, son demasiadas. Son parte de ese México injusto que recibe ese mote gracias a la corrupción y podredumbre del sistema judicial en nuestro país.
Dejemos de lado la pirotecnia, las notas periodísticas de medios militantes de los dos bandos; dejemos de lado los cientos de caracteres escritos en X, en Facebook y en columnas; hagamos a un lado los miles de minutos de video de especialistas explicando los pros y contras de la reforma al Poder Judicial; hagamos un alto y analicemos lo siguiente:
Los que están en contra de la reforma dicen que así como se plantea, los jueces podrán servir a intereses oscuros: ¿Más?
Los que gritan que la reforma es perjudicial dicen que se pone en riesgo el criterio de los juzgadores y que podrían beneficiar a delincuentes: ¿Más?
Los que se rasgan las vestiduras en contra de esta reforma dicen que los jueces, magistrados y ministros pueden ceder a la tentación de agarrar dinero para beneficiar a un poder económico o clase política: ¿Más?
Si las cosas están así, si la gente está harta, si el presidente encuentra eco en su discurso, si la gente se vuelca en favor del partido dominante y sus propuestas, es por una sola razón: ellos y sus mañas.
Zedillo de un plumazo cerró la Suprema Corte de Justicia de la Nación, PRI y PAN avalaron la decisión porque “era lo que México necesitaba en ese momento”. Hoy se oponen porque es lo que a sus intereses “necesitan en este momento”.
Sigo sin entender ¿por qué los acusan y por qué quieren una maldita reforma?, tan maldita que con ella ahora México si será corrupto (léase con un poco de sarcasmo).
Reenviado
“… La renuncia de Eduardo Medina Mora es un acontecimiento de proporciones históricas. Sin que exista algún otro precedente en la época contemporánea de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hace unas horas se anunció que quien en administraciones pasadas fuera director del Cisen, secretario de Seguridad Pública y Procurador General de la República, renunció a sus funciones como ministro de nuestro tribunal constitucional.
Pero, más allá de lo estrictamente normativo, la renuncia de Medina Mora se da en un contexto político por demás enrarecido. Hace algunos meses, el todavía ministro difundió una carta para defender su “derecho al honor” y explicar una serie de acusaciones periodísticas respecto a sus bienes. En concreto, diversos medios señalaron la realización de múltiples transferencias internacionales por montos sospechosos, por decir lo menos, para quien ha tenido una larga carrera en cargos públicos.
-La renuncia de Medina Mora: un terremoto judicial
Juan Jesús Garza Onofre y Javier Martín Reyes
nexos.com.mx
Y ahí anda campante, sin delito, sin pena, como si fuera alguien al que lo protege el sistema judicial mexicano. ¡Plop!