
Estaba un día El Apuntador buscando un pasaje al Polo Norte para ver si por allá están menos infames las temperaturas precanícula, cuando avisaron desde los rumbos de Matamoros del sensible fallecimiento de otro activo de los medios de comunicación.
El pasado sábado 27 de mayo Armando González Treviño, mejor conocido entre los compañeros de los medios como “El Feyoyo”, falleció a los 72 años de edad víctima de las lesiones que sufrió en un accidente automovilístico.
Los reportes indican que iba circulando de manera normal cuando de pronto la camioneta que tripulaba fue impactada por un vehículo cuyo conductor logró darse a la fuga.
Lo malo es que González Treviño quedó atrapado entre los fierros retorcidos y tuvo que ser trasladado al Hospital General, donde no se dieron cuenta que traía el bazo destrozado.
Para cuando los médicos pudieron operarlo ya era demasiado tarde, pues la salud de “El Feyoyo” estaba muy frágil porque desde hace un par de años utilizaba un marcapasos.
Obviamente la noticia caló duro en los medios no solamente de Matamoros, sino de Ciudad Victoria, donde muchos lamentan el fallecimiento de un columnista de la vieja guardia que supo mantenerse vigente gracias a su estilo socarrón y divertido.
Ya sea en la columna que publicaba en el periódico El Contacto o en la revista que editaba quincenalmente, “El Feyoyo” supo ganarse el respeto de los compañeros y el miedo de los políticos.
Era una tradición en la prensa matamorense los apodos que “El Feyoyo” le ponía a los diferentes actores políticos de la región.
Sin embargo, existe otro detalle que hace interesante la historia de González Treviño: él fue el periodista matamorense (y quizás del Estado) que sobrevivió a la mayor cantidad de atentados en su contra.
La raza de los medios aún no logra ponerse de acuerdo si fueron cinco o seis las veces que González Treviño fue secuestrado, golpeado, azotado y torturado por personas a las que no les gustaba lo que escribía en sus espacios.
Varias fueron las ocasiones que hombres armados irrumpieron en sus oficinas ya sea para llevárselo a otra parte, o ahí mismo golpearlo hasta dejarlo por muerto, siempre sin éxito, por supuesto.
Es por ello que algunos amigos de González Treviño, como el columnista Alberto Guerra, relatan que el compañero dudaba que su percance haya sido producto de un accidente.
En su columna diaria Guerra comenta que tuvo la oportunidad de reunirse con González Treviño en su convalecencia y, aunque estaba bastante golpeado, nunca perdió el buen humor que siempre lo caracterizó.
Sobra decir que los servicios funerarios de González Treviño estuvieron repletos de reporteros, políticos, funcionarios públicos y amigos del periodista quienes acudieron a despedirse de él.
Es más, hasta los integrantes de una Gran Logia Masónica que trabaja en la ciudad acudieron a presentar sus respetos para uno de sus integrantes más queridos.
Descanse en paz “Feyoyo”.
RETAZOS
Pasando a otros temas, va un abrazo solidario a los compañeros de El Mañana de Nuevo Laredo quienes, ooootra vez, vuelven a enfrentarse con un gobierno municipal molesto por los señalamientos que han surgido tras algunas investigaciones periodísticas.
Esta no es la primera vez que El Mañana de Nuevo Laredo tiene que enfrentar al gastado discurso del chantaje y la extorsión de parte de un funcionario que -de acuerdo a las evidencias publicadas-, tiene sus manos, y las de sus familiares, bien metidas en el presupuesto.
La historia ha enseñado que El Mañana de Nuevo Laredo sabe resistir estos embates de un alcalde en turno, quien al no contar con argumentos que rebatan los evidentes actos de corrupción que se están cometiendo frente a sus narices, prefiere despotricar en contra del medio de comunicación.
México vive tiempos muy oscuros para el ejercicio del periodismo, con una cada vez mayor cantidad de periodistas asesinados, perseguidos o castigados por ejercer su profesión.
El conflicto entre el alcalde de Nuevo Laredo y El Mañana no debe de tomarse a la ligera, pues el horno no está para bollos y nunca falta un violento oficioso en la ecuación que convierta este asunto en una tragedia.
Pasando a otros temas, vaya ruido han generado los trabajos que Hora Cero Encuestas ha presentado sobre las preferencias electorales en el Estado de México, Coahuila y Nayarit.
Para nadie es un secreto que desde hace mucho tiempo las empresas con nombres rimbombantes han caído en un desprestigio generado por su incapacidad para resistir la tentación de entregar sondeos a modo de la persona que los paga.
El problema de esta lucrativa práctica es que al final la gente tiene memoria y no olvida los resultados de los trabajos que presentaron donde mostraban una realidad muy diferente a la que se vio en las urnas.
A diferencia de estas empresas con nombres rimbombantes, Hora Cero Encuestas ha sabido mantener la honestidad en sus trabajos, publicando las cifras reales de las opiniones que se recogen en los puntos hasta donde llegan nuestros encuestadores.
Es por eso que hoy va un reconocimiento a todo el equipo que participó en las encuestas del Estado de México y que son: Pamela Escobar, Yanín Falcón, Agustín Lozano, Agustín Lozano Jr., José Manuel Meza, Dante Espinosa, Mario Alberto Palacios, Francisco Hernández Gea, Mariel Sánchez, Alondra Pedraza, Jesús Ventura y Gerardo Ramos Minor.
Por supuesto que no podemos dejar fuera a la raza que hizo las encuestas de Coahuila entre los que se encuentran Pedro Ortiz, Andrea Jiménez, Néstor Martínez, Rubén Salazar, Juany de Salazar y Jaime Jiménez.
Tan comprometida está la gente de Hora Cero Encuestas que hasta el director general de la empresa, Héctor Hugo
Jiménez, se puso su gorra, agarró su tabla y se fue a trabajar en el campo.
Tengan por seguro que los resultados presentados en los trabajos del Estado de México, Coahuila y Nayarit van a confirmar lo que ya se sabía desde la pasada elección en Chihuahua, Puebla, Tijuana, Durango, Cancún en 2016, y en Nuevo León en 2015 donde ganó Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”: Que Hora Cero Encuestas es la mejor casa encuestadora del país.
Esa es una realidad duela a quien le duela, así sean pseudo reporteras que mantienen fantasmagóricos portales de Internet nomás para pepenar algún mini convenio de publicidad con ayuntamientos como el de Matamoros, por ejemplo.
Y antes de irnos los dejamos con la gustada pregunta de la quincena: ¿Será casualidad que siempre que Hora Cero Encuestas saca los resultados de uno de sus trabajos, Reforma y El Norte publican al otro día las mismas cifras?