
Estaba un día El Apuntador preparando unas deliciosas postas de tiburón… con mojarrita fresca recién sacada de “la playita”, cuando un amigo le preguntó su opinión sobre los cambios que ooootra vez se han dado al interior de Multimedios Televisión en Tamaulipas.
No estarán ustedes para saberlo, pero sí el columnista para contarlo, pero la empresa propiedad de la familia González vive dos realidades muy distintas cuando se trata de evaluar su posición en Nuevo León y Tamaulipas.
Mientras en tierras regiomontanas Multimedios y sus programas ocupan los primeros niveles de rating y popularidad, mismos que les ha servido de punta de lanza para abrir mercados más allá de las fronteras de Monterrey; en Tamaulipas la empresa está por los suelos, transitando cabizbaja por la calle de la amargura.
Prueba de la difícil situación que se vive en la empresa es la decisión del alto mando por cerrar la oficina de Noticias en Reynosa, desde donde se transmitía una versión local del Telediario.
Cuentan las lenguas de triple filo que las repeticiones de los programas de Chavana tenían más audiencia que las emisiones del Telediario Reynosa, por lo que tras un análisis concienzudo, se dieron cuenta que tres más tres no dan 80 y decidieron cortar por lo sano.
¿Pero qué fue lo que hicieron los jefazos de Multimedios? Pues llevarse toda la producción del Telediario a Ciudad Victoria y relanzar los noticieros pero ahora llamándolos Telediario Tamaulipas.
Y aunque la oficina de Reynosa desaparece, no quiere decir que los reporteros y camarógrafos se han quedado desempleados… seguirán generando información para el Telediario Tamaulipas y las ocasiones en que la gente de Monterrey necesite información de las situaciones de riesgo que se presentan por estas tierras, como sucedió hace apenas unos días con los reportes que se enviaron a las emisiones del “arqui” Benavides.
Sin embargo, muchas personas en la oficina de Reynosa están nerviosas… muy nerviosas, pues saben que sus empleos pueden estar en peligro una vez que los jefazos sigan revisando los gastos y se den cuenta que para la chamba que va a haber, un puñado de reporteros son más que suficientes.
¿Y qué decir de las nuevas emisiones de Telediario Tamaulipas? No mucho, se ven bien, considerando que tienen la misma producción que los programas de Nuevo León y nomás tienen que replicar la fórmula.
Donde si se equivocaron de a feo es cuando se trata de identificar a los titulares de cada uno de los segmentos, pues nunca de los nuncas ponen un súper con los nombres de los conductores titulares y, mucho menos, de cada una de las secciones.
Quien sabe si están creyendo que estos compañeros son muy famosos o de plano la cabra se les fue para el monte, pero lo importante es que la gente tiene que adivinar los nombres de los que están a cuadro en el Telediario.
Tras una profunda labor de investigación periodística, este Apuntador pudo rescatar, al menos, los nombres de los conductores del espacio vespertino: se llaman Eduardo Arias y Danha Mansur, para que los vayan conociendo.
Conforme el columnista va desenterrando las identidades del resto del equipo de los que participan en el Telediario, se los va a ir dando a conocer pues, después de todo, para esto está haciendo esta labor informativa.
RETAZOS
Pasando a otros asuntos va una solicitud a los fieles lectores de este infame espacio: ¿podría alguien avisarle a Yenni Gandiaga, jefa de prensa del ayuntamiento de Reynosa, que ya puede pasar a cualquier sucursal de Farmacias Guadalajara para surtir su tratamiento de pastillas de Ubicatex?
Triste es ver cómo en apenas unas semanas Yenni ha sufrido una drástica transformación en su carácter, pues ha pasado de la chica servicial y seria, a una persona que cree que su puesto le da la prerrogativa para poder portarse de manera muy grosera.
El problema es que estas actitudes las ha cometido con altos directivos de importantes
medios en Reynosa, para quienes no pasó desapercibido el extraño comportamiento de la nóbel jefa de prensa.
En asuntos más interesantes, pero muy tristes, va una sincera condolencia a los amigos y familiares de Erasmo Sánchez, reportero de muchísimos años en la sección Policiaca de La Prensa de Reynosa y otros medios digitales quien lamentablemente falleció.
Cuentan que desde hace tiempo Erasmo andaba muy decaído en su salud hasta que finalmente Dios lo llamó a su presencia.
Desde este espacio un sincero abrazo y el deseo de pronta resignación para la familia y amigos del buen Erasmo, integrante de toda una época en el periodismo fronterizo que poco a poco se está volviendo historia.
En otros temas este columnista se enteró que allá por los rumbos de la cuna de Rigo Tovar se dieron cambios muy importantes en algunos grupos noticiosos que tienen influencia en Internet y las redes sociales.
Ahí tienen que un personaje identificado como Marco Rodríguez Mex, comenzó a marearse con la reciente popularidad que le daba administrar un portal de Internet con noticias locales… una situación nada extraña en esta profesión en donde la inflamación del ego debería de ser considerada un riesgo de trabajo.
El problema es que Rodríguez Mex llevó su soberbia más allá de la raya, pues andaba muy alzado y comenzó a portarse bastante prepotente con compañeros del medio, quienes no entendían por qué debían de andar aguantando los desplantes.
El asunto es que las quejas de los compañeros llegó a oídos de Roberto Lee, uno de los socios del Grupo Editorial Millennial, que es propietario de MexNoticias.
Preocupado por el prestigio del naciente medio (apenas tiene dos años en operaciones), Lee le leyó la cartilla a Rodríguez Mex a quien le explicó que había de dos sopas: o le bajaba dos rayitas a su actitud con los compañeros del gremio o se bajaba del Grupo Editorial Millennial.
Por increíble que parezca, Rodríguez Mex consideró que es la más grande figura del periodismo tamaulipeco en la actualidad, que su solo nombre es suficiente para incrementar el tráfico y audiencia en portales de Internet y perfiles de Facebook ¡y que decide salirse!
Eso sí, no va a poder llevarse MexNoticias, pues aunque es el fundador de este portal, al momento en que lo vendió al Grupo Editorial Millennial cedió todos los derechos a Lee y sus socios.
Habrá que estar pendientes sobre lo que va a hacer ahora Rodríguez Mex, quien la verdad necesita sentarse y analizar sus verdaderas virtudes y defectos, porque la fama inmediata que da arrancar un medio de comunicación es engañosa, muy engañosa.
Mientras tanto Abraham Pineda decidió renunciar al Grupo Editorial Millennial en solidaridad con su amigo Rodríguez Mex.
Mucha suerte a ambos en los proyectos que puedan arrancar.
Y el columnista no se va sin antes dejarlos con la gustada pregunta de la quincena: ¿Habrá algún reportero tan urgido de chamba que vaya a aceptar las miserias de sueldo que andan ofreciendo la mayoría de los candidatos a un cargo de elección popular?