
Porque fueron los peores años para el Partido Acción Nacional en su historia, otra vez los albiazules de Tamaulipas dieron la espalda a Francisco García Cabeza de Vaca quien, usando todos los recursos a su alcance, incluyendo la violencia, quiso apoderarse de las siglas de ese organismo político y de nuevo fracasó..
El sábado 10 de diciembre en Ciudad Victoria, José Alberto López Fonseca venció a la candidata financiada por el corrupto ex alcalde de Reynosa, María Eugenia de León, por 42 votos contra 25, mientras que en tercer lugar se ubicó Edgar Vargas Arizavala, abanderado de Angel Sierra Ramírez, coordinador general del Fondo de Empresas en Solidaridad (Fonaes).
López Fonseca, quien era secretario adjunto del comité directivo estatal y originario de Díaz Ordaz, fue electo en la primera ronda, para que no quedara ninguna duda que dentro del PAN de Tamaulipas el nombre de Cabeza de Vaca provoca náuseas.
Ni juntos los 37 votos de De León y Vargas Arizavala superaban en la primera ronda los conseguidos por López Fonseca (42), siendo otra demostración de la fuerza que tiene el presidente saliente Francisco Javier Garza de Coss, quien fue objeto de toda clase de acusaciones por Cabeza de Vaca y sus peleles.
Garza de Coss no solamente fue acusado de malos manejos financieros durante su gestión, acusaciones que logró aclarar ante el comité directivo nacional del PAN, en donde por cierto buenas relaciones con el líder nacional, Gustavo Madero Muñoz.
La demencia del grupo opositor a Garza de Coss llegó al extremo cuando en agosto un grupo de pandilleros, perdón, de panistas patrocinados por Cabeza de Vaca, se apoderaron del edificio del PAN en Ciudad Victoria con lujo de violencia, resultando heridos algunos empleados y cuya acción derivó en denuncias penales.
Qué panista de Tamaulipas, sobre todo entre 2004 y 2007, se iba a imaginar un día que el imperio de Cabeza de Vaca se iba a derrumbar por sus propios errores y por sus ambiciones personales.
Aquel que de la nada un día se puso abusado y apoyó a Vicente Fox Quesada desde Reynosa, logrando la diputación federal en el año 2000. Y que luego empezó a construir un proyecto político que lo sacó de la clase media para convertirse en millonario, robando a manos llenas en la presidencia municipal de Reynosa.
Pero se le olvidó que la vida cobra facturas… y caras. En 2007 Cabeza de Vaca ya se sentía gobernador electo de Tamaulipas sin ser candidato. Quiso pisotear a quienes se oponían a sus sueños, dentro y fuera del PAN, hasta que la corrupción imperante en su administración empezó a salir como desecho de alcantarillas.
En el PAN nacional vieron que ponía en riesgo al partido para los comicios y nunca dudaron en marginarlo.
En 2007 el PAN perdió la alcaldía de Reynosa y las dos diputaciones locales, además de terminar su dominio en el PAN estatal, y en 2009 se esfumaron las dos diputaciones federales con cabecera en Reynosa y Río Bravo que Cabeza de Vaca presumía haber ganado.
Meses después José Julián Sacramento Garza sería designado como candidato a gobernador para las elecciones de 2010. Así, Cabeza de Vaca olía a destierro.
Como premio de consolación, el corrupto ex alcalde de Reynosa fue nombrado titular de una dependencia reguladora de la tierra a nivel federal.
Y aquel odio que tuvo contra Garza de Coss cuando Cabeza de Vaca se sentía el rey de Tamaulipas, el tiempo puso a cada quién en su lugar.
Por otro lado, Héctor Quiroz Torres, un ex panista originario de Tampico que emigró a Reynosa, se perfila como posible candidato de la izquierda a la diputación federal por el distrito tres que abarca Río Bravo, San Fernando, Valle Hermoso y un sector de Matamoros, entre otros territorios.
Quiroz Torres estuvo en la Ciudad de México para sostener contactos con los líderes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, los tres partidos que apoyan las aspiraciones de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia.
El empresario, hermano del ex diputado local albiazul, Everardo Quiroz Torres, anda con la espada desenvainada para aventarse al ruedo y participar en los comicios del próximo año, como un joven novillero que busca las dos orejas y el rabo en su debut. Suerte a Héctor.
El que tuvo un excelente evento con motivo de su primer informe de gobierno, es el alcalde de Río Bravo, Juan Diego Guajardo Anzaldúa.
Durante estos 12 meses de trabajo, Guajardo Anzaldúa se ha levantado como una verwwdadera revelación en la política y la administración pública, atendiendo las necesidades de la comunidad y manteniendo una muy sana convivencia entre las fuerzas políticas.
Quien sabe, a lo mejor el PAN podría voltear sus ojos a Río Bravo el año que entra, cuando ande buscando posibles candidatos a las diputaciones federales.
Quien anda como muy viajador es el alcalde de Nuevo Laredo, Benjamín Galván, a quien se le ha visto en la mayoría de los informes de gobierno de los alcaldes tamaulipecos.
Cuentan que el motivo de este turismo político, que lo ha llevado a aceptar todo tipo de invitaciones, desde informes de gobierno hasta quinceañeras y fiestas de cumpleaños, es porque Galván quiere que lo vean pues desea que su nombre aparezca en las boletas del próximo proceso electoral.
De hecho, en Tamaulipas hay políticos a quienes se les están quemando las habas por arrancar la grilla de cara al proceso de selección interno de candidatos, mismo que no se vivirá sino hasta después de la Navidad.
Sin embargo, esto no quita de que en estos días haya muchos que le están escribiendo su cartita a Santa Clós.
Así que todo mundo disfrute de las posadas, el pavo, los tamales y el ponche, que la grilla y los amarres políticos tendrán que esperar unas semanas.