Los temas violentos no son información habitual de Hora Cero y menos de este espacio, pero los hechos registrados en Reynosa rebasaron la nota roja porque fueron de una trascendencia que tuvieron implicaciones económicas y sociales, tan así que todavía no se sabe qué tanto afectarán, o lo que es lo mismo, de qué tamaño fue el daño, sin embargo, esta ciudad es mucho más que violencia y esto habrá de mostrarse.
Por lo pronto la autoridad municipal tiene tarea urgente como el fomentar el empleo, la cultura y los deportes, así como estar al pendiente del semáforo que habrá que decirlo, fue muy oportuno en las recientes balaceras alertando por dónde estaban los fogonazos, mientras que la Policía preventiva o de proximidad, si bien ya resulta imperativa su reactivación, aun así habrá que ser muy cauteloso porque como decía don Ernesto Gómez Lira en sus tiempos de alcalde: “Cada ‘cuico’ suelto en la calle es un problema”.
Sólo que el empresario, como el comerciante o el ciudadano, en este tipo de conflictos no suelen ser muy pacientes, con sobrada razón exigen o reclaman; pero para no andar golpeando puertas equivocadas habrá que precisar la función que tiene cada autoridad en la tarea de la seguridad pública, y en el artículo 21 constitucional encontramos la partitura que marca el tiempo de cada autoridad y qué pitos o violines toca cada quien, que de la lectura del texto legal -como dicen los juristas- se desprende que la autoridad municipal sólo tiene intervención en la prevención del delito, dado que para investigarlo y perseguir a los delincuentes está el Ministerio Público.
Lo anterior tal vez confundió a la alcaldesa Maki Ortiz al decir que la seguridad no era su competencia, aunque luego Rubén Aguilar el famoso intérprete de Vicente Fox, hubiera dicho que: “Lo que quiso decir es que las balaceras no eran de su resorte”. Entonces, para evitar aclaraciones, lo sensato es que cuenten con voceros oficiales.
DE CARA A LAS REELECCIONES
Mientras que por el mundo de la grilla en el que la realidad supera a la ficción, son varios los alcaldes tamaulipecos que le andan echando ganas al asunto con evidente intención de que su respectivo partido lo postule “de nuez” en el 2018. Por ejemplo, en Matamoros cuentan que Jesús de la Garza Díaz del Guante platica con sus “cuadernos” y colaboradores lo indispensable que resulta salir aprobados, si quieren prolongar su estadía en las dependencias municipales, mientras que por Río Bravo Juan Diego Guajardo nada dice, pero es inocultable que mucho le gustaría esfumarle los sueños a los panistas riobravenses de hacerse del poder municipal.
En las mismas anda Oscar Almaraz que empezó a toda máquina allá en Ciudad Victoria, aunque ya le empañaron la trayectoria cuando un ecocida colaborador suyo tumbó árboles por la avenida Praxedis Balboa para abrirle cancha a las fiestas del carnaval. ¿Y qué pasa con Maki?, bueno, no es ningún secreto que sus relaciones con los estatales es de dientes para afuera, pero además la candidatura albiazul de Reynosa como que se va decidir en el Olimpo porque los terrenales andan muy calenturientos, y para enfriarlos está Zeus cuyas órdenes son hasta para los semidioses si no el Hades o inframundo será su destino, pues ya se ha visto que en el PAN son más gachos para castigar que en el mismísimo PRI.
Lo anterior, por supuesto, anima a los prospectos independientes porque huelen divisiones lo mismo en las filas azules que en las tricolores, pero no apuesten mucho por éstos últimos porque hay encuestas de febrero que detectaron que los puntos que perdió el PRI se pasaron al MORENA, o sea, las estampidas tricolores son rumbo a los corrales de López Obrador no hacia los independientes, y menos hacia otros partidos, lo que de pasada recuerda que él no debió caer en las provocaciones de Miguel Angel Yunes, un auténtico hampón político al que los veracruzanos prontamente le pasarán la factura en las elecciones municipales que habrá en este año por tierras jarochas, eso él lo sabe, por ello la agresión, pero que José Ramón Gómez Leal tome en cuenta los datos arrojados que como independiente no le alcanzará, requiere de la postulación de MORENA y sé que en ésas anda, como también va requerir de operadores políticos, voceros de prensa, publirrelacionistas, etcétera. Es todo un chocolatote el que está de por medio al que son muchos los que le quieren llegar y por cualquier medio.
COSAS MALAS QUE PARECEN MALAS
Luis Sottil es un pintor tampiqueño con buenas relaciones como Disney y hoy es el director del Instituto Tamaulipeco de la Cultura y las Artes. Arribó muy girito anunciando sus planes, pero alguien le vendió la idea o tal vez él mismo, de que sería magnífico promover la fauna de Tamaulipas en un foro como Epcot Center, y al grito de pa’luego es tarde se fletó hasta Orlando, Florida, a montar una exposición que hasta ahí estaban bien las cosas… de no haber sido porque las pinturas que exhibió fueron las de su autoría y así tenemos que con recursos públicos promocionó su arte. Don Luis ha de saber que un viejo proverbio aconseja no hacer cosas buenas que parezcan malas, pero eso de dar a conocer la fauna tamaulipeca y de pasadita promoverse a costa del ITCA es una cosa mala… ¡que parece mala!, por muy bellas e ilustrativas que estén sus pinturas.
COCHINITO DE 200 MILLONES DE PESOS
Y no cabe duda que las penas con pan son menos, y por ello se le ha visto de buen talante a Maki Ortiz, que merced al haberle dado fierro a unos mil 200 empleados municipales que nomás no justificaban en qué la giraban o qué champú los patrocinaba, ya dispone de unos 200 millones de pesos para el desarrollo de obras, como lo demuestra la publicación en los diarios en la que da cuenta del lugar de ubicación de las 146 acciones y sus montos, como también ahorró en rubros que crean conflictos como el de comunicación social. El caso es que la alcaldesa reynosense ahí la lleva, con detractores cruzando dedos para que la riegue, pero también con seguidores entre éstos están contratistas y proveedores que platican a todo pulmón que en esta administración municipal no hay moches, solo aportes al DIF municipal y con factura de por medio.
Bien dicen, cuentas claras, amistades largas, o sea, lo que hace suponer ¿que para más de dos años?
AGARRON EN EL CABILDO REYNOSENSE
Y alguien tiene que poner orden y concierto en el cabildo de Reynosa, en donde algunos de sus ediles creen ser los y las “papas fritas” de la ciudad, lo que les lleva a la penosa exhibición de confundir cuáles son sus atribuciones y limitaciones tal y como aconteció en la sesión número 18 del pasado 24 de febrero. Sucede que cuando compareció Carmen González, titular de la Secretaría de Servicios Administrativos, a informar con documentos en la mano cómo estaba el asunto de los gastos en el servicio de limpieza, a la cuarta regidora Claudia Margarita Pacheco Quintero le parecieron algo así como las cuentas del gran capitán y pidió el organigrama de servicios primarios, pero Carmen que no andaba de buenas secamente le contestó: “Pídamelo por escrito”, y que se enciende la regidora ante el delirio del graderío compuesto por los reporteros que cubren la fuente municipal a los que amablemente desalojaron de la sala porque la sesión ya pintaba para función de lucha libre, a dos de tres caídas sin límite de tiempo.
Pero antes de que “los salieran” clarito escucharon que Claudia Margarita Pacheco con voz audiblemente alterada reviraba: “Yo soy regidora de este honorable ayuntamiento, usted es sólo una empleada administrativa y en este momento le exijo me proporcione el organigrama del departamento de servicios primarios”. Ya no se supo que pasó o en qué quedaron, pero alguien les debe explicar o leer a los ediles el reglamento interior del Ayuntamiento así como el Código Municipal, porque síndicos y regidores no tienen mando directo sobre los funcionarios municipales quienes pueden sólo ser propuestos o cesados por la alcaldesa, y en consecuencia, si van a solicitar una información debe ser comedidamente y dar tiempo para la respuesta.
Por lo pronto, Claudia Margarita se llevó un descolón por andar echando el caballo en plena sesión, aunque se filtra que va a buscar la revancha llevando en la esquina al síndico José Alfredo Castro Olguín, el orquestador de la fallida revocación del mandato de Maki. Bien decía el César: pan y circo.