
Qué afortunados somos los tamaulipecos de contar con tres diferentes sub-especies de venados Cola Blanca: el “Texano” “Miquihuanensis” y el “Veracrusis”.
Fuera de su tamaño corporal y de sus astas, no tienen diferencia alguna físicamente entre ellas, inclusive tienen los mismos hábitos y comportamientos.
MAPA DE DISTRIBUCIÓN
Sin lugar a dudas el venado Cola Blanca, sin importar la subespecie, es el trofeo de cacería más codiciado en todo el Estado, no de hoy, sino de siempre. La cacería se puede considerar más que un deporte, una tradición muy arraigada en los tamaulipecos.
El decir: “vamos de cacería”, implica generalmente: “vamos a los venados”.
La dificultad en la caza de cada una de las diferentes subespecies de venado Cola Blanca radica básicamente en la infraestructura de los predios donde se practique y de la abundancia de venados en los mismos.
Un trofeo en cada sub-especie es un animal adulto cazado a buena lid y la dimensión de sus astas, de acuerdo a los distintos sistemas de medición, nos indica la calidad del venado en cuestión en relación a la subespecie que pertenece.
En el sur del Estado la medición en los venados “Veracrusis” no ha tomado la importancia que merece y es importante, para poder darnos una idea más real. No es lo mismo que mencionen: “Maté un venado ‘Veracrusis’ de 8 puntas”, a “maté un venado ‘Veracrusis’ de 8 puntas que midió 100 puntos”. Al incluir el locutor la medición, quienes escuchen se pueden dar una idea más real de la dimensión de la cornamenta.
Siendo los venados “Texano” los de mayor cornamenta y peso, los convierte en la subespecie con mayor demanda, tanto a nivel nacional como internacional, por tal razón los “Texano” llevan mucha ventaja sobre las otras dos subespecies.
Es lógico entender que en el momento (1960, aproximadamente) en que los venados se convirtieron en un “activo” real de los ranchos, sus propietarios empezaron a poner más cuidado en su conservación, manejo, nutrición, mejoramiento genético, invirtiendo en instalaciones para la practica de la cacería y de confort para los nuevos “clientes” cazadores.
Por esa época nació la “Asociación de Ganaderos Diversificados” Agadi, orgullosamente de origen tamaulipeco, con sede en Nuevo Laredo; desde sus principios, esta asociación es pionera en la información relevante en conservación, manejo, nutrición, mejoramiento genético y la práctica de la cacería responsable, incluyendo un torneo anual y una revista para la información de sus agremiados.
Gracias a Agadi, Tamaulipas es el segundo Estado que produce la mayor cantidad de venados “Texano” trofeos.
Nuevo Laredo es la cuna de la industria cinegética en cuanto a venados Cola Blanca “Texano” se refiere, así como lo es o era Reynosa del turismo cinegético para la paloma Ala Blanca, patos, gansos y codornices.
Los municipios de Tamaulipas que producen la mayor cantidad de venados “Texano” trofeos (los más grandes) son Guerrero, Nuevo Laredo, Mier y Reynosa.
Cabe mencionar que ya en varias entidades al centro y sur del Estado también se pueden cazar venados “Texano” de la misma calidad que en los municipios antes mencionados. Estas cacerías se realizan en cotos de caza bajo protección.
¿Existe un valor distinto entre los venados “Texano”, “Miquihuanensis” y los “Veracrusis”? Valor cinegético, que se mide por el esfuerzo realizado para cobrar la pieza, no.
Valor económico, sí y por mucho, los venados “Texano” se cotizan dos o tres veces más caros que las otras dos subespecies.
Invito a todos los cazadores –que generalmente cazan solo una sub-especie– a que este año vayan por otra o por todas.
A los del norte que cazan “Texano”, vayan al sur a cazar en la zona subtropical a los “Veracrusis”; a los del sur, vengan al norte a cazar “Texano” entre mezquitales y nopaleras, y como dice la canción… sin olvidarnos de los “Miquihuanensis” en el centro del Estado.
Que estas variedades del centro y sur del Estado no tengan la demanda que tienen los “Texano”, no quiere decir que no hay ranchos preparados para atenderlos, los hay y muchos.
Amigos cazadores, pónganse como meta completar el “Grand Slam” de venados Cola Blanca tamaulipecos.
Disfruten la diversidad de flora del Estado.