Si bien faltan todavía dos años, que en política se van como agua entre los dedos, en Internet apareció un sondeo donde se pretendía comprobar cuántos grados registraban de calentura los termómetros dentro de los dos principales partidos en el Estado, rumbo al relevo gubernamental de Eugenio Hernández Flores.
Amira Gómez Tueme y José Julián Sacramento, ambos senadores del PRI y PAN, respectivamente, terminaron en primer lugar en las preferencia de los cibernautas, según el resultado de un sondeo que se subió a www.horacero.com.mx durante dos semanas, con miras a los comicios de 2010.
Y aunque parezcan cifras difíciles de creer como la falsedad de los ratings en televisión o el número de visitantes en algunas páginas web, se recibieron ¡14 mil 993 votos!, llamando la atención que los simpatizantes priistas fueron más reservados hacia sus precandidatos al sumar solamente 482 votos, por 14 mil 511 que le engordaron el caldo a los panistas.
Sobre la actitud pasiva de los tricolores se podría entender de la siguiente manera:
Que Tamaulipas es un Estado gobernado por el PRI y faltan cerca de dos años para la sucesión de Eugenio Hernández Flores, pero sobre todo que la mayoría de los aspirantes –alcaldes suspirantes o miembros del gabinete– se alinearon al ejecutivo estatal que ha mandado mensajes directos de que le bajen a sus ansias. Y todo indica que la operación mapacheo de la urna electrónica fue truncada, entre la mayoría de los ocho precandidatos del PRI.
Esto ayudó a que la senadora Amira Gómez Tueme obtuviera la mayoría de las preferencias con 78.5 por ciento de los votos priistas, superando al alcalde de Reynosa, Oscar Luebbert Gutiérrez, con 10 por ciento, y en tercera posición el secretario de Salud, Rodolfo Torre Cantú, con 6.04.
Si bien Amira seguramente no será la candidata elegida por Eugenio Hernández Flores para competir en 2010, el colocarse primera en este ejercicio libre y democrático (¡bájenle!) hay que destacarse. Ella llegará a la sucesión con los bonos bien arribototota, pudiéndose colar para negociar un puesto importante en el próximo gabinete del PRI, en caso de retener la gubernatura.
El resto de los precandidatos no superó el 2.0 por ciento de los votos, como el alcalde de Nuevo Laredo, Ramón Garza Barrios (1.56); el secretario de Desarrollo Social, Manuel Muñoz Cano (1.56); el secretario de Educación, José Manuel Assad (1.34); el alcalde de Ciudad Victoria, Arturo Díez Gutiérrez (0.67), y el de Tampico, Oscar Pérez Inguanzo (0.22).
Aunque a decir verdad, el más fuerte de los cinco anteriores es Muñoz Cano, quien llegaría a la recta final cuando se elija al candidato tricolor junto a Luebbert Gutiérrrez, Torre Cantú y Garza Barrios. Pero antes vendrán las diputaciones federales en 2009, donde el PRI tiene la talacha de retener los ocho distritos.
EN EL PAN SE DESATARON
Donde se desataron los perros fue entre los blanquiazules, pues en base a las cifras finales del sondeo del Departamento Web de Hora Cero, los simpatizantes del PAN participaron sin inhibiciones y sin recibir línea de su líder Javier Garza de Coss, con 14 mil 993 votos repartidos ente los cuatro precandidatos.
Sin descartar que hubo operación carrusel, mapacheo o de urna electrónica embarazada, el senador José Julián Sacramento terminó en primer lugar con 61.7 por ciento, superando a su coterráneo matamorense Angel Sierra Ramírez, con 23.6.
Hay que recordar que Sierra Ramírez, quien fue el coordinador en Tamaulipas de Felipe Caledrón Hinojosa en la campaña presidencial en 2006, se desempeña como coordinador general de Fonaes (Fondo Nacional de Empresas de Solidaridad) de la Secretaría de Economía.
Gustavo Cárdenas Gutiérrez fue tercero con 8.89. Nada mal para el ex alcalde de Ciudad Victoria, ex senador y funcionario de la Secretaría de Agricultura, Recursos Naturales, Pesca y Alimentación, que ya compitió en dos ocasiones en 1998 y 2004 buscando la gubernatura del Estado.
Y el cuarto lugar fue para la reynosense Maki Ortiz, subsecretaria de Salud, con 5.67 por ciento. A quien nadie puede descartar ya que contaría con todo el apoyo de la Primera Dama de México, Beatriz Zavala de Calderón, como para asustar a cualquier panista que quisiera hacerle algún daño.
De esta forma, en el primer ejercicio de este tipo realizado por nuestra empresa a través de la web, se confirmó que en el PRI siguen esperando línea para empezar la carrera sucesoria, mientras en el PAN, como dice la frase: “la única línea es que no hay línea”.
LA ESTRATEGIA VACA-GARCIA VIVIAN
Cuando el corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, confirmó que en Tamaulipas sus bonos están sepultados desde hace más de un año y que los panistas lo quieren… pero en la cárcel, salió con la puntada de que Javier Garza de Coss, líder de los blanquiazules, y el resto de la dirigencia estatal, están al servido del actual gobierno priista.
Al ver que en el Estado los panistas ven con buenos ojos a José Julián Sacramento y a Angel Sierra Ramírez como prospectos para el candidato del PAN en 2010, aseguró que él será el abanderado.
Y uno de los primeros en la fila de llenarlo de hojas de laurel a su paso, aplausos y halagos, fue el diputado federal y depuesto dirigente panista en Reynosa, Raúl García Vivián, quien ha mentido a la opinión pública sobre el supuesto rompimiento con su padrino.
Ambos han convivido como siempre a todas luces o en lo oscurito, ante los ojos atónitos de otros panistas que han visto en García Vivián a todo un actor digno del Teatro Blanquita que se apega a un guión. Una reunión la sostuvieron Cabeza de Vaca y García Vivián entre el 12 y 13 de septiembre pasado en el hotel Juana Cecilia de Ciudad Madero.
La militancia panista en Reynosa debe entender que en ese partido el nuevo dirigente es Javier Garza de Coss que, a su vez, recibe órdenes de Germán Martínez Cázares quien, también a su vez, recibe línea del presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien sabe bien que Cabeza de Vaca es un traidor y culpable de la debacle del PAN en Tamaulipas el año pasado.
En su calidad de presidente nacional de Acción Nacional, Martínez Cázares apoyará para 2010 a cualquiera entre José Julián Sacramento, Angel Sierra Ramírez o Maki Ortiz, porque nunca arriesgaría a su partido como sucederá en Nuevo León, cuando sacarán de la jugada al alcalde de Monterrey, Adalberto Madero Quiroga, que soñó con ser candidato a gobernador, pero nunca lo será por una gran debilidad: ser corrupto.