
En la política se dan volteretas que por obvias razones a unos beneficia y a otros perjudica, y por Tamaulipas acaba de darse una al enviar a Mario Delgado Carrillo a la Secretaría de Educación Pública.
Fue público y notorio que varios candidatos y candidatas, lo mismo en las elecciones del 2021 que en las del 2024, fueron impulsados por Mario Delgado, quien incluso tuvo que hacer uso de sus oficios persuasivos para convencer al jefe político de los morenistas, que es Américo Villarreal Anaya, de que diera su visto bueno para dos que tres.
El entonces presidente del Comité Ejecutivo del Morena, impulsó la reelección en varios municipios con el argumento de que se iba a la segura; pero el 2 de junio tal pretexto reeleccionista rodó por los suelos.
Cierto que en Reynosa y Matamoros, Carlos Víctor Peña Ortiz y Alberto Granados, ganaron corriendo sobre solo un pie.
En cambio, en Cd. Victoria y Nuevo Laredo, se complicaron las elecciones de tal forma que Eduardo Gattás le ganó a Oscar Almaráz por un punto porcentual, mientras que Carmen Lilia Canturosas por tres puntos superó a Yalheel Abdalá.
Para fortuna de Gattás, el PAN-PRI no impugnó el resultado electoral, mientras que el caso de Nuevo Laredo, ése sí fue llevado a Tribunales.
Pero en términos generales, Mario Delgado le presentó muy buenos resultados a Claudia Sheinbaum, a lo largo y ancho de la República mexicana, y por ese antecedente se especuló que su siguiente estación sería en el Palacio de Bucareli.
Y cuando por Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, Cd. Victoria y Tampico festinaban el ungimiento de Mario Delgado en la Secretaría de Gobernación, que sale Sheinbaum anunciando que iría a la SEP.
Y lógico, el desencanto cundió entre quienes ya se veían, unos como candidatos a presidentes municipales, y otros, con la candidatura a gobernador, porque el estar respaldados por quien creían sería poderoso secretario de Gobernación, era una posibilidad que alimentaba las aspiraciones para las elecciones del 2027 y la del 2028.
¿Y YA ESTÁN
ELIMINADOS?
Por supuesto que no, los entenados y entenadas de Mario Delgado forman parte de la clase tamaulipeca, y no son de los del montón. Por ello, con su respectivo accionar, unos en el
Senado, otros en la Cámara Baja, así como en las presidencias municipales, podrán proyectarse y hacer que volteen a verlos.
Desde la presidenta Sheinbaum, pasando por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y quien sea el próximo presidente del Comité Ejecutivo del Morena, pues de acuerdo al sistema político mexicano, de las conclusiones de la precitada terna saldrán los candidatos a gobernadores.
¿Y AMÉRICO
ESTARÁ PINTADO?
También obvio que no. Él es el jefe político de los morenistas tamaulipecos, por lo que, entre que no habrá tamaulipecos distinguidos que le hagan sombra en la Ciudad de México, y que por esta entidad el pasado 2 de junio la oposición quedó triturada, sin necesidad de consultar con el Oráculo se puede vaticinar:
Que Américo Villarreal Anaya, será el Gran Dedo en las candidaturas para alcaldes y diputados locales. Y es que se ganó a pulso esa atribución el pasado día 2 de junio.
MANDO ÚNICO
EN TAMAULIPAS
Una decisión de suma trascendencia firmaron si no con sangre, sí con tinta, los gobernadores del noreste mexicano: Manolo Jiménez, de Coahuila; Américo Villarreal, de Tamaulipas; y Samuel García, de Nuevo León.
El Pactó del Noreste implica aplicar el Mando Único y con el respaldo del Ejército Mexicano, para ello se apoyaron en el modelo de seguridad que se desarrolló en Torreón, Coahuila, en donde hubo buenos resultados con el llamado Mando Único.
Así que, una buena por las malas que se han tenido y hasta la vista.
Y hasta la próxima.