
Cuando el corrupto Francisco García Cabeza de Vaca ganó la alcaldía de Reynosa, uno de sus principales asesores fue Fernando Larrazabal Bretón. Y no solamente eso, desde Nuevo León llegaron funcionarios recomendados por éste último para incrustarse en la administración panista (2004-2007) en puestos de primer nivel.
De esa forma se estrechó una amistad entre ambos que iría mas allá: Larrazabal Bretón tenía entre sus planes llegar a ser candidato a gobernador de Nuevo León en 2009, mientras Cabeza de Vaca quiso lo mismo en 2010 en Tamaulipas, pero por cosas de la vida y de la política a ninguno se les cumplió.
En tiempos cuando Acción Nacional ganó la gubernatura del Estado vecino en 1997, con Fernando Canales Clariond como abanderado, Larrazabal Bretón aparecía en la escena política como secretario de Obras Públicas del municipio de San Nicolás de los Garza, al tiempo que Cabeza de Vaca capoteaba demandas penales en Reynosa y, afiliarse al PAN, no pasaba por su mente.
Cuando inicia la segunda parte de la administración albiazul de Canales Clariond, Larrazabal Bretón es postulado como candidato a alcalde de San Nicolás y logra la victoria en las elecciones (2000), el mismo año cuando Cabeza de Vaca obtiene una curul en el Congreso de la Unión al ganar la diputación federal.
Fue la victoria de Vicente Fox Quesada la que comenzó la amistad de Larrazabal Bretón con Cabeza de Vaca. Los tres neopanistas: uno de Guanajuato, otro nacido en Oaxaca pero avecindado en Nuevo León y, el tercero originario de Reynosa.
Cuando en 2003 el PAN pierde la gubernatura de Nuevo León y las principales alcaldías metropolitanas, entre ellas Monterrey, hubo un alto índice de desempleo en las filas albiazules de muchos que habían sido servidores públicos.
El gobierno federal con Fox Quesada a la cabeza fue la salvación para algunos, no todos, pues destacados militantes se fueron a ocupar cargos relevantes en diferentes secretarías; otros esperaron las elecciones de Tamaulipas del 2004 para apoyar a los candidatos de su partido.
Desde el primer intento del corrupto Cabeza de Vaca para ser alcalde de Reynosa (2001 cuando perdió ante Serapio Cantú Barragán) y, sobre todo, cuando ganó en 2004, el llamado Grupo San Nicolás lo apoyó y su amistad con Larrazabal Bretón se convirtió en prácticamente una sociedad, un negocio.
“Te apoyo, me apoyas; te la debo, me la debes; los dos seremos gobernadores”, seguramente ese fue el compromiso entre ambos, en un plan que no fructificó en 2009 y 2010 cuando su partido no los consideró para competir en Nuevo León y en Tamaulipas.
La innegable relación de Cabeza de Vaca con Larrazabal Bretón como punta del conocido grupo San Nicolás fue aún mas evidente cuando las dos ciudades en manos del PAN se hermanaron.
Larrazabal Bretón había dejado la alcaldía para irse a trabajar con Fox Quesada como director del Comité Administrador del Programa de Construcción de Escuelas (Capce), involucrado en presuntas anomalías financieras en la construcción de la faraónica Biblioteca Vasconcelos de la Ciudad de México.
De ese escándalo el oaxaqueño salió bien librado y regresó a Nuevo León para ganarse un escaño como diputado local en las elecciones de 2006, siendo líder del Congreso del Estado en la segunda mitad de la gestión del priista Natividad González Parás, confiado en ser su reemplazo tres años más tarde.
Antes, cuando Larrazabal Bretón dejó la alcaldía, su sustituto fue Miguel Angel García, su amigo y hombre de todas las confianzas, a quien le tocó firmar el acta de hermandad de San Nicolás con Reynosa en tiempos de Cabeza de Vaca. Todo era felicidad para los tres neopanistas.
En el periodo 2006-2009, Larrazabal Bretón y Miguel Angel García Domínguez fueron legisladores locales del PAN, esperando la sucesión gubernamental en Nuevo León. Por su parte en Tamaulipas, su amigo Cabeza de Vaca también ocupaba una curúl en el Congreso del Estado entre 2007 y 2010.
Pero la suerte no estaba de su lado, en 2009 el Comité Directivo Nacional decidió que Larrazabal Bretón no debería ser el candidato a gobernador, misma suerte de Cabeza de Vaca que corrió un año después.
Como premios de consolación, al oaxaqueño-neoleonés le dieron la candidatura a la alcaldía de Monterrey, y a su cuate Cabeza de Vaca la coordinación de la Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra (Corett) a nivel federal.
El otro del equipo García Domínguez ocupó la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Humano del Ayuntamiento de Monterrey, donde se catapultaría para ser candidato a la presidencia municipal el próximo año, con Larrazabal Bretón perfilado para ser primero en la fórmula al Senado de la República.
La senaduría significaría para Larrazabal Bretón una primera parada, pues en ese puesto tendría contactos a nivel federal, fuero y expuesto a una gran vitrina, pero con la mirada puesta en 2005, cuando en Nuevo León se elija al gobernador que deberá sustituir a Rodrigo Medina de la Cruz.
En 2009 hizo el berrinche, fue disciplinado y se quedó con las ganas cuando el CEN del PAN puso al senador con licencia, Fernando Elizondo Barragán, como candidato a gobernador, que al final perdió ante el tricolor Medina de la Cruz.
En las últimas semanas, el corrupto Cabeza de Vaca, quien protagonizó la toma violenta del PAN en Ciudad Victoria comandando a sus enfermizos seguidores, está viendo cómo en Monterrey su amigo Larrazabal Bretón es relacionado –a través de su hermano incómodo Jonás–, en supuestos actos de corrupción al recibir cuotas de un propietario de un casino.
Y de paso, sigue la información de cómo García Domínguez fue exhibido –también con videos y fotos–, reunido en un lugar privado con Jonás Larrazabal Bretón y el propietario de un casino, mismo que había sido clausurado por el Ayuntamiento de Monterrey días antes y reabierto luego de esa cita.
El martes 6 de septiembre el CEN del PAN pidió a Larrazabal Bretón y a García Domínguez separarse de sus cargos para enfrentar el escándalo. Un tema por demás sensible porque está ligado al luto que se percibe en Nuevo León por la muerte de 52 personas en el Casino Royale.
Un negocio que estuvo abierto –legal o ilegalmente– con tufo de corrupción donde estarían involucrados funcionarios del Ayuntamiento de Monterrey. Y posiblemente Jonás Larrazabal Bretón y otros más. ¿Por qué no?.. a estas alturas.
Donde las aguas regresaron a su nivel fue en Ciudad Victoria, con la recuperación de la sede estatal de Acción Nacional, después de casi un mes (9 de agosto) de haber sido tomada por un grupo de vándalos, entre ellos regidores y empleados de la Corett.
“Hay que darle vuelta a la página, a esta amarga experiencia para que no vuelva a suceder”, dijo Javier Garza de Coss, su dirigente estatal, quien quedará al frente del organismo por instrucciones del líder nacional, Gustavo Madero Muñoz, para preparar las elecciones internas.
Garza de Coss sale bien fortalecido de esta demostración de fuerzas, mientras que el perdedor fue Cabeza de Vaca quien, increíblemente y después de dañar la imagen de su partido, sigue despachando en la Corett pese haber sido uno de los autores intelectuales de la incursión al edificio del PAN.
Así está el mugrero.
Y quien empieza a recibir cigarros en la celada del penal de Ciudad Victoria es Mario Ruiz Pachuca, el jefe de asesores y comunicación social del ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, acusado de secuestro y otros delitos y quien ya recibió el auto de formal prisión.
Un asunto penal con aderezo político, donde el protagonista es Ruiz Pachuca, uno de los tres funcionarios de mayor cercanía y confianza de Hernández Flores en el sexenio pasado. Dicen que el siguiente es Ricardo Gamundi Rosas, otro de los peces que llegaron flacos y engordaron durante seis años.