
Estaba un día El Apuntador preparando su cartita para el viejo panzón de rojo donde no pide más que el regreso a la normalidad y que de una vez por todas el gremio periodístico le suba un poquito el nivel a sus coberturas.
Porque estarán de acuerdo, queridos lectores, que de no ser por la pandemia de Covid-19 y las jornadas de vacunación, los medios ya estarían en estos momentos reciclando sus notas de las compras navideñas, los nacimientos en las cocheras y hasta el significado de los colores de la ropa interior que se usa la noche del año viejo.
Porque es cierto, ya todos quieren que regrese la normalidad, aunque ello signifique de oootra vez, que los medios empiecen su recalentado de notas decembrinas, alegando que en estas fechas se suspenden todas las actividades.
Así que quién sabe, a lo mejor este 25 de diciembre se le cumple su deseo al columnista y el viejo panzón vestido de rojo le trae el regalo que le ha estado pidiendo desde hace mucho tiempo.
Pero no vayan a creer que este deseo es exclusivo para los medios, quienes también necesitan subirle como 400 rayitas al nivel son los encargados de Comunicación Social.
Hace unos días, el columnista casi se va de espaldas cuando se encontró con el boletín oficial de la Comapa de Reynosa, donde da cuenta que personal de la dependencia recibió un curso ¡en el uso de extintores!
¿En serio? se preguntó el columnista al ver que alguien pensó que iba a ser de interés para la comunidad ver las fotografías de los funcionarios de la Comapa apagando una lumbre que les pusieron ¡en un asador!
Aquí es donde se debería aplicar con más rigor aquella frase de que si no tienen nada qué informar, mejor no saquen el boletín, para ahorrarnos esos momentos tan penosos.
Así que porfa, que alguien le avise a los amigos Julio Vargas y al hijo de Julio Guzmán que sean más estrictos con la calidad de la información que se le manda a los medios sobre las actividades de la Comapa.
En otros temas se le había pasado al columnista comentar el divertido momento que vivió nuestra compañera fotógrafa de Hora Cero y la agencia Imago, Andrea Jiménez, en el partido de la semifinal de los Tigres frente a León en el Estadio Universitario.
Como seguramente ya lo saben por aquello de las redes sociales, Andrea fue la encargada de tomar una de las imágenes más épicas de la noche, cuando captó a Thauvin, Gignac y González festejando el primer gol de la noche que marcaba la remontada.
Lo que pocos se dieron cuenta fue lo que sucedió después, cuando Carlos Salcedo se acercó a la grada y algunos aficionados le acercaron una cerveza para celebrar.
Resulta que el jugador, en lugar de darle un trago a la fría, tomó el vaso lo lanzó el líquido a la tribuna, mojando en el proceso la computadora de Andrea que estaba a unos pasos de distancia.
Afortunadamente a la máquina no le pasó nada, pero lo chistoso es que mientras Andrea estaba verificando que su compu seguía funcionando, Salcedo se acercó a ella y, eufórico, la tomó de la cabeza y la zangoloteó un par de ocasiones para celebrar.
Obvio es que la pobre de Andrea al principio se sorprendió pues nunca se imaginó que el jugador de Tigres iba a hacer algo parecido.
El gracioso momento quedó captado en un video que anda circulando por algunas redes sociales.
Esta no es la primera vez que Andrea tiene un encuentro cercano de este tipo con un jugador, como siempre está a nivel de cancha en los juegos de Tigres y Rayados, le ha tocado vivir experiencias de este tipo montones de ocasiones.
Al final a Andrea no se le va a olvidar ni la zongoloteada, como la gran reacción que tuvo su fotografía entre los cibernautas.
¡Ah! y si todo lo anterior fuera poco, la Federación Mexicana de Futbol también usó la foto de Andrea para ilustrar al aficionado que se metió a la cancha de Tigres al momento del gol y que le sirvió al equipo para recibir un llamado de atención.
O sea que fue una noche más redonda que el balón.
Pasando a otros asuntos, está bien que todo reportero quiere que las fuentes les digan la verdad y a cualquiera le cae muy gordo que les quieran contar las muelas, pero a veces hay que tener tantita prudencia.
Lo anterior viene a colación por la reacción tan curiosa que tuvo el experimentado periodista y mejor amigo Miguel Turriza, quien casi se quería comer al director de Protección Civil del Ayuntamiento quien aseguraba que la pasada evacuación de la presidencia municipal era por un simulacro y no por una amenaza de bomba real.
Si pueden ver la transmisión de Miguel, es posible ver cómo se indigna con el funcionario por haber dicho que todo había sido una prueba y que si no le avisaron al personal, o los medios, es porque querían medir el tiempo de respuesta de la forma más real posible.
Si, al final resultó que si hubo una amenaza (cuyo origen se está investigando), y el funcionario estaba intentando ocultar los hechos a los medios de comunicación, pero tampoco era como para que Miguel lo quisiera agarrar a microfonazos como se ve en el video. Alguien que le pase un tecito de paciflorín al buen amigo Miguel.
Y bueno, ahora sí se ha llegado al final de la última entrega de este año.
Al columnista no le queda más que desearle a todos ustedes, queridos lectores, una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
Como siempre, no queda más que prometerles que el columnista hará lo posible por ser un mejor informante de todo lo que sucede en el maravilloso mundo de los medios en este 2022 que inicia.
Saludos y nos leemos el año que entra.
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