
Por Miguel Ángel del Río Quiroga y Claudio del Río Quiroga
En una época no muy lejana, para estas fechas Reynosa se llenaba de “palomeros” turistas cinegéticos que visitaban la ciudad con la intención de ir a tirarles a las palomas “ala blanca”.
Ayer por la noche visitando al “Tío Nene” Ángel González de los Santos Coy, me preguntaba:
– Sobrino, ¿ya empezó la temporada de paloma?
– Sí tío, ya empezó, pero no se nota.
Antes era una derrama económica muy importante. Los restaurantes y bares de la ciudad lucían llenos.
¿Quién no recuerda esos ayeres?
Indiscutiblemente que es la inseguridad que impera en el Estado lo que más ha influido en este deterioro turístico. A una década, más o menos, que inició la inseguridad no vemos acciones claras de cómo planean recuperar ese turismo. Ya ni los tamaulipecos salen a la tirada.
Es muy fácil sólo señalar y criticar. Mi idea es contribuir a encontrar un sistema que ayude a restablecer la confianza de los cazadores para que regresen a Tamaulipas a la cacería de palomas y de otras especies.
– Lo primero que se me ocurre recomendar es que se blinden las carreteras con seguridad como en las épocas de vacaciones.
– Que se realice una verdadera campaña de promoción con los pilares de esta industria cinegética (con los organizadores cinegéticos) ya que son ellos los que siguen en contacto con muchos aficionados y conocen las necesidades y preocupaciones de sus clientes.
La promoción de la industria cinegética debe ser un esfuerzo continuo durante todo el año. En este momento ya es muy tarde para promover la cacería de palomas, pero no demasiado tarde para promover la de patos, gansos, codorniz, venado Cola Blanca, entre otras.
Somos muy afortunados los tamaulipecos de contar con fauna con demanda internacional, no sólo por sus números sino también por su genética; Tamaulipas fue por mucho tiempo el Estado más visitado a nivel nacional.
Por el turismo cinegético, no gracias a la promoción de los gobiernos anteriores, sino al esfuerzo particular de los organizadores cinegéticos y de algunos ganaderos.
Tamaulipas ocupa el segundo lugar en producción de trofeos de venado Cola Blanca; es el Estado de mayor importancia en cuanto a aves migratorias se refiere (patos, gansos, grullas) además contamos con abundantes codornices, guajolotes silvestres, entre otras especies, con un clima envidiable para practicar el deporte de la cacería.
No seríamos el primer Estado en hacer un esfuerzo de promoción. Sonora encabeza la lista, seguido por Sinaloa y muy por abajo Tamaulipas y ellos sólo cuentan con 120 días hábiles de cacería en especies de alta demanda.
Tamaulipas cuenta con 260 días hábiles de cacería de alta demanda, lo que por lógica debería invertir el doble que los otros Estados que tienen menos días de cacería de alta demanda.
Tamaulipas debe ponerse como meta el poner ante los ojos del mundo su fauna silvestre, debe de esforzarse para que todo cazador encuentre en el Estado su próximo destino.