
Ahora que se conocen los nombres de los ocho precandidatos del Revolucionario Institucional a las diputaciones federales de Tamaulipas, la duda que ronda en el ánimo al interior del tricolor es cuántos de los elegidos darán el ancho para sacar adelante las elecciones del 1 de julio próximo.
Porque más allá de cumplir con la equidad de género, de los ocho que buscarán una curul en el Congreso de la Unión, tres son mujeres. Y de ellas, dos son poco o muy poco conocidas por los electores, sobre todo Verónica Flores González, del Distrito I de Nuevo Laredo, y Yanín García Delgado, del IV de Matamoros.
En Nuevo Laredo no hay tanto riesgo para el tricolor, pues en esa frontera el PRI se puede dar el lujo de postular hasta al más desconocido de sus habitantes, y ganará la contienda en turno, aunque no es recomendable levantarle el brazo a un peleador antes del doceavo round.
Sin embargo en Matamoros el PAN ya probó las mieles de la victoria no sólo para diputados, sino para senador y para la alcaldía que ha sido ganada por la oposición, por lo cual se antoja intrépida la designación de García Delgado.
Semanas atrás nadie o pocos hubieran apostado un peso por la ex funcionaria, solamente el alcalde Alfonso Sánchez Garza, quien le dio el “okey” a quien fue directora de Organización Ciudadana del ayuntamiento.
Obviamente Sánchez Garza tuvo mano, aunque también existía la posibilidad que fuera alguien externo a su administración, con el riesgo que el alcalde jugara a favorecer a su compadre Carlos García, seguro contrincante albiazul de García Delgado.
Ahora el Poncho no tendrá excusas para sacar la elección, olvidando los fantasmas de hace tres años cuando Baltasar Hinojosa Ochoa batalló para obtener la victoria –para el PRI– ante Leticia Salazar Vázquez, abanderada del PAN.
En Matamoros se quedaron en el camino Salvador Treviño, gerente de la Junta de Aguas (JAD); Jesús de la Garza Díaz del Guante, ex gerente de ese organismo; los diputados locales actuales Carlos Valenzuela y Daniel Sampayo, además del secretario estatal del Trabajo, Raúl González García.
Pero en el caso de González García podría tener una encomienda relevante en la campaña. Vamos a ver cómo se acomodan la calabazas.
En Reynosa también hubo damnificados: los legisladores locales, Amelia Vitales y Carlos Solís; el funcionario estatal, José Elías Leal; el secretario de Desarrollo Social, Ernesto Robinson Terán, y el dirigente municipal del PRI, Rigoberto Garza Faz, entre los más sonados.
El que ya tenía la candidatura asegurada era Enrique Cárdenas del Avellano, quien irá por el distrito con cabecera en Ciudad Victoria, no por Ciudad Mante, donde en 2006 compitió y ganó con una diferencia de apenas seis mil votos.
Fue la elección federal donde el PAN de Tamaulipas logró lo que nunca en su vida soñó: ganar cinco de las ocho diputaciones federales por mayoría, donde sus candidatos fueron arrastrados y favorecidos por el voto del miedo contra Andrés Manuel López Obrador.
Con la nominación de Garza Elizondo por el Distrito II con cabecera en Reynosa, ya se empieza a clarificar quiénes serán los contendientes, pues el Partido Verde ya tiene a su gallo: Héctor Quiroz Torres, mientras que por la alianza de izquierda es probable que sea, el empresario Camilo Martínez o Consuelo Sáenz Sustaita, ex regidora del PAN.
Por Acción Nacional sólo falta que sea oficial la candidatura del actual regidor y empresario farmacéutico, Raúl López López, un hombre reconocido y respetado entre la sociedad reynosense, pero con un grave defecto: ser parte del establo del corrupto ex alcalde, Francisco García Cabeza de Vaca.
Garza Elizondo es un priista desde 1976, según su perfil de Facebook, que ya ha sido diputado local en dos ocasiones, incluyendo la reciente legislatura, pero el prieto en el arroz de su carrera tricolor fue la derrota en 2004 ante su contrincante del PAN, Alfonso de León Perales, por más de diez mil votos.
De ganar los comicios del 1 de julio próximo, se pondría primero en la lista de los aspirantes a suceder a Everardo Villarreal Salinas como alcalde de Reynosa, por lo cual su suplente sería el gran ganador, pues Garza Elizondo tendría que dejar la curul seis meses después, en caso de ser el candidato del PRI a la alcaldía en 2013.
Porque si Villarreal Salinas hizo lo mismo primero, saltar de la diputación federal a la candidatura para alcalde, nada ni nadie le impedirá copiar ese salto mortal y sin red a Garza Elizondo.
Por el sur el PRI la apuesta al ex munícipe de Madero, Sergio Posadas Lara, quien irá por el Distrito VII con cabecera en Madero y apoyado por el sindicato petrolero, quien arrastra acusaciones de corrupción cuando encabezó la administración.
Mientras que por el Distrito VIII de Tampico el candidato será otro ex alcalde Fernando Azcárraga López, con intenciones de recuperar al sector empresarial que en 2010 apoyó la causa de la ex priista Magdalena Peraza Guerra, para que el PAN ganara la presidencia municipal del Puerto Jaibo.
Por último, la tercera mujer candidata es Rosalba de la Cruz Requena, quien va por el Distrito VI con cabecera en Mante. Ella fue regidora, secretaria general del PRI y le sobran méritos dentro de su partido para haber sido elegida, pues ha jugado casi todas las posiciones dentro del diamante tricolor.
Para el 18 de febrero se dará a conocer la fórmula de la izquierda al Senado, donde el tampiqueño Cuitláhuac Ortega Maldonado lleva la delantera sobre Julio Almanza Armas.
Ortega Maldonado fue diputado local del PRD y es el único de los precandidatos que ha demostrado seriamente que busca esa posición, pues ha recorrido todos los municipios de Tamaulipas en esta etapa.
Mientras que los demás esperan que la candidatura les caiga del cielo. Pues así cualquiera se mete a la política.