Hoy toca adentrarnos a un mundo rojo, teñido de rojo púrpura, aunque lo recordamos solamente cuando se nos ofrece, por urgencia, enfermedad o recuperar la bendita salud, en nuestros días tan valorada; pero también para fomentar la solidaridad comunitaria con la transfusión porque con ello se “regala vida”: la donación altruista de sangre.
A través de estas líneas “Latidos comunitarios”, Hora Cero, mi maestro y benefactor voluntario en Reynosa,
Alfonso Ibarra Alanís y su equipo, hacemos un llamado a sumarse a la iniciativa “Sangrona”, con el propósito de invitar permanentemente incluso realizar foros en el tema, centrado en dos premisas: promover la transfusión y estimular a personas para que donen sangre.
Alejandro de Jesús Paz Vega, médico general del hospital “Las Fuentes”, e Ibarra Alanís, coinciden hoy, en 2024, que “compartir salud y vida roja” es una buena práctica porque se requiere y con ello se salvan vidas, gracias a exámenes seguros denominados “cruzados”, previos a las donaciones, y cuyos beneficios tanto para receptores como donantes son favorables.
“Actualmente, las donaciones ya son más seguras porque la sangre pasa por ciertos procesos en los cuales se hace detección de posibles enfermedades, determinar si es apto o no y se estudia también la sangre del receptor, o sea de ambos, para saber si es compatible con la cual el paciente necesita la sangre”, explicó el médico.
Ibarra Alanís, afirmó que la cultura de la donación sanguínea, si bien es escasa en México, no es partidario a que los donativos de sangre sean a cambio de una remuneración específica (como sucede en Estados Unidos), ya que ello equivaldría a desvirtuar el mismo proceso de quienes voluntariamente con actitud altruista, lo hacen hoy en día.
“Hace 25 años, en 1999, un familiar directo muy cercano requirió con urgencia varias unidades de sangre. Esa situación me hizo conocer y realizar por primera vez el proceso de donación, motivándome desde entonces, a donar de manera altruista varias veces al año, recabando información sobre los beneficios de esta práctica”, recordó Ibarra Alanís.
Por ello, invitó a los medios masivos de comunicación, instituciones de salud, públicas y privadas, a sumarnos a esta causa.
“Así es, de pronto un acontecimiento inesperado nos sensibiliza en un tema que desconocíamos, pero que sin duda generará opinión pública a beneficio. Es lento, pero si se promueve con los requerimientos necesarios, sí suman esfuerzos”.
Paz Vega, detalló que para el receptor existen situaciones que comprometen su vida y una de ellas es la pérdida de sangre, por causas obstétricas, (especialidad de mujeres embarazadas), accidentes automovilísticos con pérdidas sanguíneas internas, personas con anemia de diferentes etiologías, (estudio de las causas de las enfermedades), etc.
Además que, desde el punto de vista del donador, “se prevé que su sangre sea apta y adecuada para que la persona necesitada pueda recibirla sin alguna posible contaminación. Buscar el motivo de donación altruista y el donador se sienta feliz y saber que está ayudando a otra persona a la posibilidad de salvar una vida. Los estudios de laboratorio “cruzados”, incluso ayudan a detectar enfermedades posibles que el donador desconocía”, aclaró.
Sin embargo, Paz Vega lamentó que “en México no tenemos la cultura o la enseñanza sobre el uso de la transfusión sanguínea, (porque) no se promueve mucho y no saben la importancia que tiene con la posibilidad de salvar una vida. (Sería ideal) tener los bancos de sangre con reservas para emergencias que amenacen la vida”.
Lamentó que precisamente en estos tiempos no participaría en mesas de diálogo, por el exceso de trabajo actual.
Ibarra Alanís explicó que sus labores de donación permanente y voluntaria, se realizan en el Hospital General Reynosa “Dr. José Ma. Cantú Garza”; no obstante, su equipo acude para apoyar con las unidades de sangre que se requieran, hasta donde se encuentre internada la persona, desde el IMSS 270, Clínica de Pemex, Issste, Hospital Muguerza, etc.
“En México, la cultura de la donación de sangre es prácticamente inexistente, el índice de altruistas es muy bajo. Existe una relación proporcionalmente directa entre desarrollo y donación, mientras mayor desarrollo presenta un país, mayor es cultura de la donación. Tiene lógica, es cuestión de educación.
“En muchos países latinos y en España, la donación es altruista y funciona bien así, existe una buena cultura ciudadana para la donación. Considero que es más meritoria la donación voluntaria. Si otros países lo han logrado, también podemos nosotros. Es cuestión de una insistencia permanente y bien estructurada, que involucre al gobierno, organizaciones no gubernamentales, empresas, asociaciones civiles, etc., para llegar con eficacia a la ciudadanía”.
Existe en México una legislación que regula la donación de sangre y de órganos, pero son más fuertes la desinformación, los prejuicios y el egoísmo. La tarea no es sencilla, pero tampoco imposible y está bien que los ciudadanos mexicanos regalen sangre por iniciativa propia, puesto que así se complementa la verdadera solidaridad comunitaria, enfatizó Ibarra Alanís.
“Somos un grupo pequeño (Los Sangrones), no llegamos todavía a 10 integrantes, principalmente ex compañeros de trabajo del INE. No somos una asociación formal, somos un grupo de amigos dispuestos a ayudar gratuitamente a cualquier persona que lo requiera. Escogimos con toda intención, un nombre simpático: “Los Sangrones”. Estamos abiertos, cualquier interesado en ayudar puede sumarse.
“Vivir para Servir”, Donadores de Sangre. “Los Sangrones”. “Intégrate y sé un sangrón”, son los llamados del cartel publicitario, en colores rojo, blanco y azul; y un corazón con sinónimos cortos: “salvar una vida”, “dona vida”, “es cosa de todos”, “los donantes aman la vida”, “la sangre socorre” y “si eres donante, eres un héroe para alguien” ¡Contáctanos!: 8999831128.
Sería conveniente convocar a foros de especialistas en el tema, siempre es positivo perseguirle a los que
saben. Nosotros somos un grupo de amigos que no llega a la docena. Cuando sabemos de alguien que requiere unidades de sangre, nos comunicamos entre nosotros para ver quién está disponible, abundó el altruista sanguíneo.
En tanto el médico especificó que los beneficios del donante aparte de ser un acto solidario, también se convierten en un hábito de vida saludable porque al donar sangre se estimula la circulación sanguínea, lo que da mayor oxigenación a los tejidos y órganos; reduce el riesgo de padecer infartos y accidentes cardiovasculares; estimula la reactivación de médula ósea y generación de células nuevas en su organismo.
Paz Vega comentó que los procesos en la donación de sangre, entre los involucrados son seguros según las mismas normas vigentes con las que se regulan estas políticas, aunque dijo que se verifican cuidadosamente para evitar algunas complicaciones como enfermedades de hepatitis y que las personas que portan tatuajes o piercing, pueden donar después de un año.
Especificó que los requisitos básicos que deben cumplir la personas que “regalan vida”, son obtener resultados satisfactorios en un examen “cruzado”, no estar enfermos de anemia, hepatitis, VHI, no tener dos parejas sexuales al año, mujeres no embarazadas, ni lactando y enfermedades endémicas como el zika, mayor de 18 años.
Según el Diario Oficial de la Federación, la política que refiere el tema oficial de transfusión sanguínea es la Norma Mexicana NOM- 253- SSA- 2012, y se hizo válida al día siguiente al publicarse y especifica que “para la disipación de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos, la donación de sangre no remunerada y regular, la selección adecuada del donante”.
De actitud proactiva, Ibarra Alanís es persistente en sus convicciones, desde la preparatoria Gral. José de Escandón, cuando privilegiada, fui alumna de su cátedra “Problemas Sociales y Económicos de México”, al reiterar: “para servirte, ojalá podamos contribuir en esta causa. Es importante apoyar a nuestros semejantes. Un poco de nuestra sangre ayuda mucho a varias personas. De granito en granito se puede construir una playa”.