
Los resultados del segundo sondeo de Hora Cero son contundentes y marcan tendencia a unos cuantos días de la cita a las urnas el domingo 4 de julio: el candidato de la alianza “Todos Tamaulipas”, Rodolfo Torre Cantú, ganaría la elección de gobernador con 59.2 por ciento por 30 de su más cercano adversario, el panista José Julián Sacramento Garza.
Comparado con el trabajo de opinión pública que esta casa editora realizó en abril pasado, se observa que en la competencia por la sucesión de Eugenio Hernández Flores los números fueron casi similares. En esa ocasión Torre Cantú logró 60.4 por ciento contra 30.2 de Sacramento Garza.
En una primera lectura de la comparación de los resultados, se puede deducir que mientras el PAN apostó de nuevo al tema de la inseguridad para sumar simpatías, el PRI y sus aliados crearon un clima de confianza en los electores de que el Estado seguirá creciendo en todos los rubros con ellos gobernando.
Si bien Sacramento Garza, el senador con licencia de Acción Nacional recorrió de punta a punta la entidad y tuvo el apoyo de su esposa e hijas en brigadas, siempre estuvo consciente que el rival de enfrente representaba una poderosa maquinaria que buscará mantener la gubernatura, las principales ciudades y ser mayoría en el Congreso local.
Desde el año pasado el dirigente estatal del PRI, Ricardo Gamundi Rosas, nunca se salió del discurso y de los pronósticos de que su partido, aliado esta vez con el Verde y el Panal, obtendría “carro completo” el 4 de julio, dejando sin migajas a su antagonista y enemigo número uno: el PAN.
Si las tendencias del sondeo de Hora Cero y de otras empresas como la encuesta de Consulta Mitofsky se hacen realidad, estaríamos hablando de que el PRI no solamente arrebataría a Acción Nacional las alcaldías del centro-sur que ganó en los comicios de 2007, como Soto La Marina, sino que arrasaría en el Congreso del Estado.
Hace seis años Hernández Flores ganó la gubernatura de Tamaulipas con el 57.6 por ciento de los votos, es decir, con 621 mil 692 votos. Y seis años después todo indica que Torre Cantú puede superar ese porcentaje y, obviamente, sumar mayor cantidad de sufragios por el aumento del padrón electoral.
Para Sacramento Garza el reto estará en superar a su cuñado, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, quien en las elecciones de 2004 obtuvo el 31.5 por ciento de la votación, para un total de 339 mil 573 votos.
Esta vez el candidato del PAN, aun perdiendo, podría imponer un récord al sumar el mayor número de simpatías jamás logradas por un candidato al gobierno, pero con la sombra de ser borrados del mapa por el PRI y sus aliados.
Y si eso sucediera el domingo 4 de julio, como es bastante probable en base a los resultados de sondeos y encuestas, el menos culpable será Sacramento Garza, ya que desde el Comité Ejecutivo Nacional en la Ciudad de México se tomaron varias decisiones que llevarán a la tumba a la mayoría de sus candidatos.
Uno de los errores, y quizá el mas grave, fue que el jerarca nacional albiazul, César Nava Vázquez, haya incluido al corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, como uno de los principales operadores electorales en Tamaulipas, llevado mano además en la designación de candidatos.
Si bien Cabeza de Vaca fue relegado de la candidatura al gobierno, como premio de consolación se le permitió llevar mano para imponer a Jesús María “Chuma” Moreno Ibarra como aspirante del PAN a la alcaldía de Reynosa y a los candidatos a diputados locales, provocando una severa ruptura al interior de ese organismo político.
Con la imposición de Moreno Ibarra se marginó a Raúl García Vivián, siendo uno de los principales errores de Cabeza de Vaca, porque el ex diputado federal y ex dirigente municipal del PAN era el candidato natural para competir por la presidencia municipal de Reynosa ante el priista Everardo Villarreal Salinas.
Cuando a García Vivián lo quisieron consolar mandándolo a competir por un escaño en el Congreso local, rápido se dio cuenta de que Cabeza de Vaca tampoco lo quería como su sucesor en el Congreso y, a través del equipo de Moreno Ibarra, recibió toda clase de bloqueos antes de comenzar la campaña oficial.
Poniendo el orgullo y la dignidad por delante decidió cobijarse en el color naranja de Convergencia para disputar la alcaldía de Reynosa, llevándose a un grupo importante de militantes y simpatizantes de Acción Nacional, en perjuicio de las aspiraciones de Moreno Ibarra.
Y si lo s resultados del sondeo de Hora Cero se convierten en realidad, Villarreal Salinas retendría la presidencia municipal de Reynosa para el PRI con 57.4 por ciento, Moreno Ibarra lograría 31.1 de las preferencias, y García Vivián alcanzaría una votación de 6.2 por ciento.
De confirmarse los resultados, un dato importante es que el PAN se desinflaría de forma alarmante, pues hace tres años Oscar Luebbert Gutiérrez recuperó la alcaldía al obtener el 45.5 por ciento de la votación, contra 40.9 del panista Gerardo Peña Flores, para una diferencia de apenas 4.6 puntos porcentuales, traducidos en casi nueve mil votos.
En esos comicios de 2007 Alfonso De León Perales, quien había sido hecho a un lado por Cabeza de Vaca cuando era diputado local albiazul y el candidato natural antes que Peña Flores, fue el fiel de la balanza para la derrota del PAN al lograr 10.3 por ciento de la votación, cobijado en las siglas del PRD y el PT.
La historia de 2007 se volvió a repetir en este 2010, pues seguramente García Vivián pudo haber dado mayor pelea en la contienda municipal, como De León Perales se quedó con las ganas en los pasados comicios que fue el principio de la debacle del PAN en Reynosa, por culpa de Cabeza de Vaca.
En lo que respecta a Matamoros, Alfonso Sánchez Garza alcanzó 56.7 por ciento de las preferencias en el sondeo de Hora Cero, por 34.4 del panista Ramón Antonio Sampayo Ortiz, en la lucha por la presidencia municipal.
Un dato relevante es que el récord de récords obtenido hace tres años por Erick Silva Santos, con el 68.4 por ciento de votos y 98 mil 204 votos, contra 26.7 del PAN, estaría intacto, al menos que Sánchez Garza se ponga las pilas para sacar a la gente de sus casas para ir a las urnas.
En el resto de los municipios el PRI parece que no sufrirá daños considerables. Puede haber algunas sorpresas en Río Bravo, donde Roberto García, de la alianza PRI, Verde y Panal, estaba arriba –pero no por mucho– del candidato del PAN.
El 4 de julio se verá si Gamundi Rosas cumplirá lo que prometió. Y será la prueba que faltaba de que Cabeza de Vaca es el principal responsable de la debacle del PAN en Tamaulipas, desde que se comprobaron sus corruptelas… Y aún así hace semanas fue elegido consejero nacional. ¡Habráse visto!