Estaba un día El Apuntador viendo a los delfines cruzar la playa acá en la Riviera Maya, a donde nos venimos para pasar los últimos días de este 2014 pues necesitábamos descansar ya que este ha sido un año bastante acelerado, cuando recordamos que no habíamos escrito nuestra tradicional cartita a Santa Clós.
Mortificados por tan imperdonable error, sacamos el teclado virtual de nuestro iPhone 7 (el 6 lo dejamos hace como seis meses) y nos pusimos a redactar todas nuestras peticiones para los compañeros de los medios de comunicación de Tamaulipas pues, como seguramente ya lo saben, nunca pedimos nada para nosotros pues somos bien generosos.
Pues bien, sin más preámbulo les presentamos nuestra tradicional cartita a Santa Clós con nuestras peticiones para el año que viene.
Querido Santa:
De nueva cuenta te saluda tu amigo El Apuntador para recordarte que este año que termina hemos sido unos muy buenos columnistas que intentamos cumplir con nuestra obligación de informar a los compañeros de los medios de todo lo que sucede en este maravilloso mundo del periodismo tamaulipeco.
Tenemos que decirte que este año ha estado movidísimo, con un montón de grandes cambios que han afectado a importantes medios de la región.
De entrada podemos recordar el rediseño de La Tarde de Reynosa, que ahora tiene un tamaño un poquito más grande que tabloide, además de que ahora están con un horario de impresión medio raro, pues salen a la calle casi al mismo tiempo que su hermano mayor El Mañana de Reynosa.
Sin embargo, la raza de La Tarde nos jura y perjura que el cambio no les ha afectado y que a la gente le sigue gustando el vespertino con su nueva imagen, sabrá Dios si sea cierto.
Pues bien, para Ciro Andrés Ibarra, director del vespertino/matutino o lo que ya sea, te pedimos que por favor le traigas un editor que ahora sí le aguante el paso y no salga huyendo a las primeras de cambio.
Basta recordar el fiasco que se convirtió la experiencia de haber traído a Reynosa a Juan Teniente, un periodista originario de Monterrey quien no aguantó el paso de La Tarde y decidió regresarse a su tierra natal, no sin antes haber hablado pestes de las personas que decidieron darle un empleo… aunque sea por unas semanas.
Ya que andamos con las peticiones para los medios populares, que de repente se pusieron muy de moda en Reynosa, ¿podrías traerle unas vitaminas a todo el equipo de Media Hora, el más nuevo producto de Verbo Libre Editores?
Resulta que en ocasiones al subdirector, Gerardo Ramos Minor, y a los editores, Adrián Navarro y Alejandro Salas, como que se les cansa el caballo cuando no deben de hacerlo pues, hay que decirlo, el periódico se está ganando un muy buen lugar entre los lectores de Reynosa.
Por lo tanto, mi estimado gordito, échate una vueltecita por alguna farmacia del gabacho para conseguir unas buenas vitaminas que orita el trabajo no falta y hay que estar listo para lo que se venga.
No te apures ni por el dinero o por aquello de que el dólar está a 15 pesos, nomás mándanos la cuenta y nosotros aquí te la liquidamos.
Ya que andamos con el tema de la raza de Media Hora, ¿podrías por favor traerle un poquito de concentración a nuestra compañera Paola Almaraz quien la chispoteó en las páginas del periódico popular?
Resulta que a Pao se le hizo bolas el engrudo y que se confunde con el nombre del niño que fue salvajemente golpeado por su padrastro y su madre y se debate entre la vida y la muerte en el Hospital General.
Ahí tienen que Paola consignó que el niño se llama José Eduardo cuando en realidad es Jesús Francisco, un error que podemos decir que es bastante delicado considerando que ambos nombres ni siquiera se parecen.
No fue sino 24 horas después que Pao se dio cuenta de la pifia y finalmente el nombre del bebé salió publicado correctamente.
Para no soltar el tema de los populares, podrías por favorcito traer también un poco de tranquilidad a los distribuidores de periódicos como El Mañana de Reynosa, La Tarde y La Prensa de Reynosa, por aquello de que andan muy intensos en el rollo de la competencia.
No estás para saberlo pero resulta que de un tiempo a la fecha los distribuidores de estos periódicos andan con la horrible costumbre de querer esconder las ediciones de sus competidores, pensando que con ello van a aumentar la venta de sus periódicos.
Lo anterior se está viviendo de forma más gruesa en tiendas de conveniencia como los Super 7, donde los distribuidores de estos tres periódicos se toman demasiadas molestias por esconder las ediciones de sus competidores.
Es muy triste que anden con esta fea costumbre, pues al final de cuentas cuando a la gente le interesa una nota, va a terminar encontrándola no obstante le quieran esconder el periódico en la que apareció publicada.
Por lo tanto, querido Santa, jálale las orejas a estos distribuidores malhoras, quienes tienen que entender que los tiempos han cambiado y la competencia es sana para el periodismo.
También te pedimos, nuestro querido gordito, que no olvides a los compañeros reporteros de la ciudad, que en ocasiones se les olvida que esta es una actividad 24/7 y hay que estar siempre dispuestos a salir en búsqueda de la nota sin importar lo que esté sucediendo.
Ahí tienes que el pasado 17 de diciembre, el grueso de la prensa local estaba muy divertida en la posada de la UPD que, como seguramente ya lo sabes, es conocida como la Asociación de las Tres Mentiras (el chiste se cuenta solo).
Sin embargo, en un momento de la noche cayó el llamado de que habían encontrado el cuerpo de la joven embarazada que fue asesinada para robarle su bebé y ¿qué crees que fue lo que pasó?
Pues nada, que la mayor parte de los reporteros dejó pasar una de las notas más escalofriantes que se han registrado en Reynosa en los últimos años para continuar en la pachanga esperando sacarse una televisión o un horno de microondas.
Afortunadamente no todos los reporteros son tan irresponsables y un grupo de “Los Rojos”, como se llaman a sí mismo los policiacos, entendieron la importancia del suceso y con todo el dolor de su corazón soltaron el guiski y su boletito de la rifa y se fueron a cubrir los hechos.
Obviamente al día siguiente todos los que se quedaron en la posada andaban medio crudos mendigando las fotos del desagradable incidente sin que nadie se las pasara pues, como podrás imaginarte, “Los Rojos” no iban a compartir su trabajo.
Aquí vale la pena señalar querido Santa, que las cosas han cambiado muchísimo en los medios de comunicación de Reynosa, con la llegada de muchos compañeros nuevos que de plano han demostrado que nomás están en esta chamba porque no encontraron nada mejor que hacer.
Qué lejos han quedado los tiempos cuando a los reporteros de esta frontera no les importaba si la nota podía ser Local, de Sociales o Policiaca, iban a todas sin importar si estaban en una posada o una pachanga.
Hoy el amor a la profesión ha sido cambiado por una forma de sustento que sirve mientras en lo que encuentras otra cosa mejor que hacer o lo que es peor, una forma de agarrar hueso político.
Uno de los ejemplos más claros es un personaje mejor conocido como “el Cepillín” que ahí anduvo mondadeando en portales de Internet, estaciones de radio y hasta le dieron chance en El Mañana de Reynosa, pero siempre anduvo terco con que quería ser regidor.
Finalmente su sueño no se le cumplió y ahora vive de la ubre presupuestal como encargado de la biblioteca que está en la plaza principal.
Lástima por los lectores en la cuidad, que son los que realmente sufren con este bache que se vive en los medios de comunicación de Reynosa.
Por cierto, querido Santa, no queremos olvidar pedirte que le traigas un bonito regalo a Miguel Turriza, presidente de la UPD en Reynosa y quien podríamos decir que es el único responsable de que la bonita tradición de las posadas de los periodistas no se haya muerto en esta ciudad.
Durante ya hace un montón de años Miguel ha estado al pendiente de que la raza se organice para realizar estos festejos, que hace muchos años perdieron el brillo que solían tener pero de todas formas se siguen realizando.
Por supuesto que en este esfuerzo Miguel no ha estado solo, amigos como Wilfredo Guzmán lo han estado apoyando en la difícil labor de preparar los festejos.
Por supuesto que en este viaje Miguel ha tenido experiencias agridulces, pues así como en ocasiones la raza sabe agradecer el esfuerzo de buscarles qué cenar, beber y uno que otro regalito, también han tenido que sufrir las de Caín con raza que aunque no ayuda en nada, nomás anda criticando la organización del evento.
Es más, aún podemos recordar que hace un par de años el tema de la organización de las posadas de los periodistas llegó a ser tan conflictivo, que llegaron a organizar tres de estas pachangas por tres grupos diferentes, que no estaban contentos con la forma en la que se obtuvieron los regalos y cómo se iban a repartir entre los compañeros.
Aún así Miguel no cesó en un interés por organizar las posadas de los compañeros periodistas, algo que es digno de reconocerse.
Siguiendo con nuestras peticiones ¿podrías por favor traer un diccionario de la Real Academia Española a nuestra compañera reportera Reyna Luna, quien parece que ya se le olvidó cómo hablar la lengua de Cervantes?
Como seguramente estás con cara de ¿what? Por esta petición permítenos explicarte de qué te estamos hablando.
Resulta que hace unos días, durante la visita de una funcionaria de la Secretaría de Gobernación a tierras reynosenses, Reyna estaba entre todos los reporteros que le hacían una entrevista banquetera.
Cuando llegó el momento de hacer su pregunta, Reyna se aventó un verdadero discurso quesque para preparar la misma, sin embargo, en un momento de su verborrea, que se queda callada, como tratando de recordar algo, hasta que dice: “¿cómo se dice en español?
Por supuesto que al escuchar semejante sinrazón, la funcionaria federal prefirió atender otra pregunta de otro reportero que sí hablara bien el español.
Por supuesto que tras presenciar el incidente la mayor parte de la raza estaba botada de la risa con Reyna, quien la verdad es más mexicana que el huevo con nopales pero ahora se las está dando de muy norteamericana.
Es curioso como sucede que alguien luego se cruza al otro lado del charco, se come una hamburguesa en el Whataburger o chupa un nickle y de volada ya se cree guerito de ojo de color.
De plano no gana uno para vergüenzas.
A quienes no nos gustaría que olvidaras, querido Santa, es a los compañeros de El Expreso de Matamoros, quienes durante todo el año que termina se la pasaron queriendo espantar con el petate del muerto con aquel cuento de que ahora sí van a llegar a Reynosa para instalar el matutino.
Durante meses nos tuvimos que chutar sus amenazas de que si ya habían comprado un terreno, que si ya construyeron un local, que si ya trajeron la máquina a Reynosa y sabrá Dios cuántas cosas más.
Sin embargo, han pasado los meses y nada que El Expreso sale en Reynosa.
Por eso, querido Santa, ¿podrías traerle a estos compañeros lo que sea que les falta para poder, de una vez por todas, abrir su periódico en esta frontera y así ya nos dejen en paz con sus intentos de querer espantarnos?
Ya por último mi querido Santa Clós, queremos pedirte en general por los medios de Tamaulipas, que bien que mal hemos sabido sortear la situación tan complicada que estamos viviendo en estos momentos con mucha inseguridad y delincuencia.
Danos a todos la capacidad de entender que somos un gremio, que la competencia profesional está bien, sin embargo, eso no quiere decir que la tenemos que agarrar como si fuéramos enemigos a muerte.
Por mi parte, Santa, te prometo seguir siendo un buen columnista que cumple con su chamba de la mejor manera posible.
Atentamente:
El Apuntador
Bueno raza, esa es la cartita de este año, nos leemos hasta el 2015 y les deseamos lo mejor esta Navidad y Año Nuevo.