
El periodismo en México, pese a todos los inconvenientes que padece a causa de la inseguridad, que no es ajena a este ejercicio, goza de muy buena salud. Y eso se demostró en la calidad de los mil 76 trabajos inscritos para el Premio Nacional de Periodismo (PNP) 2011 en sus ocho categorías.
Desde que en 2001 el PNP se ciudadanizó, la organización quedó en manos de las más prestigiadas universidades públicas y privadas del país, entre ellas la UNAM, la UANL, el Tec de Monterrey y la prestigiada Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Este año el presidente del Consejo Ciudadano del PNP es el doctor José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, contando con el total apoyo de homólogos de las más importantes instituciones de educación superior.
El pasado martes 6 de noviembre, como uno de los doce miembros del jurado, me tocó estar presente en una reunión realizada en la Torre de Rectoría de la UNAM para definir a los nueve ganadores de las diferentes categorías, donde destacó el nivel de debate.
Como catedrático de la UANL fui propuesto este año para un jurado integrado, entre otros, por la investigadora Fátima Fernández Christieb; Alejandro Cossío, fotógrafo del semanario Zeta de Tijuana y ganador del Premio Fundación Nuevo Periodismo; Alejandro Jiménez, editor de El Universal; José Luis Esquivel, periodista, catedrático y periodista de Monterrey, y El Fisgón, caricaturista de amplia trayectoria.
Si algo me sorprendió es la altísima calidad del periodismo de prensa escrita, radio, televisión y web que se hace en México, digno para seguir compitiendo a nivel internacional donde en años recientes colegas han ganado reconocidos certámenes, como el de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
También periodistas mexicanos han sido premiados con el Ortega y Gasset que se otorga en Madrid, España.
Este año en el PNP 2011 por Tamaulipas hubo escasos trabajos inscritos, comparado con el resto del país, y seguramente no porque la calidad del periodismo que se hace en el Estado contraste con el resto de las entidades.
Una explicación que justifique el desinterés de los colegas tamaulipecos puede ser que hay escasa difusión cuando se lanza la convocatoria.
Semanas atrás un reportaje de Hora Cero, escrito por Moisés Gómez y Erick Muñiz, fue galardonado con uno de los doce premios de la SIP en una ceremonia en Sao Paulo, Brasil, compitiendo con lo más selecto de los medios impresos del continente, en habla castellana y portuguesa.
Esta distinción motivó a los jóvenes periodistas de nuestra redacción, pero este entusiasmo debió alcanzar a otros medios de comunicación de Tamaulipas, ya que se demostró que los sueños se pueden alcanzar.
Que los grandes premios no son exclusivos de empresas con obesas redacciones y grandes presupuestos; con antigüedad y prestigiados nombres.
El Premio a la Excelencia Periodística de la SIP para Hora Cero debe cambiar la imagen que Tamaulipas tiene allende sus fronteras, lamentablemente no la mejor.
Esta vez, volviendo al Premio Nacional de Periodismo 2011, resultó ganador en la categoría Reportaje un excelente trabajo de Vanguardia de Saltillo, donde la fiesta en su redacción comenzó cuando sus reporteros y editores, jóvenes y veteranos, supieron la noticia a través de su director general, Armando Castilla.
El reconocimiento al diario coahuilense es otra prueba de que fuera de la Ciudad de México, la calidad en los contenidos de los medios puede superar a cualquiera, sin complejos, simplemente con calidad.
Otra cobertura de un medio de Coahuila, publicado por El Siglo de Torreón, sobre la balacera durante un partido de fútbol profesional en el Estadio Territorio Santos Modelo, estuvo entre los dos finalistas en la categoría de Noticia, solamente fue superado por El Universal cuando desnudó que la Secretaría de Seguridad Pública Federal pagó 118 millones de pesos a Televisa por una serie de televisión (El Equipo).
Quiero destacar que entre los nominados en Trayectoria estuvieron Valentina Alazraki, corresponsal de Televisa en el Vaticano; el periódico Sur de Acapulco; Roberto Mora (post mortem); Pedro Valtierra, fotógrafo fundador de la agencia Cuartoscuro, y el ganador, el caricaturista Helioflores.
En lo personal agradezco a la UANL, quien me propuso para vivir esta experiencia como jurado, que quedará tatuada en la memoria el resto de mi vida.