
La asamblea de dueños decidió cambiar el formato de la competencia del futbol mexicano para el próximo torneo llamado Apertura 2011 que inicia en julio.
La modificación más significativa es la eliminación de los grupos para generar lo que, dicen, es una competencia más justa y equitativa. Hacer un solo tablero de puntos para que accedan a la fiesta los primeros ocho de los 18 en competencia. Antes, había variaciones experimentales en los pelotones. Hubo una época de 20 equipos en el circuito en el que avanzaban a la post temporada los primeros dos de cada uno de los cuatro grupos de cinco cada uno. Luego se redujo el número de competidores a 18 como está actualmente para que accedieran a la fiesta los primeros dos de cada grupo más los dos mejores terceros lugares.
Luego hubo otros formatos con variaciones de la absurda repesca, para proporcionar a los equipos participantes la posibilidad de tener una taquilla extra si es que no avanzaban en la eliminación.
Pero ahora bajo el formato de una sola tabla, también se abre la puerta a la suspicacia.
Inicialmente había la intención de hacer una tabla única para que avanzaran los primeros ocho, y estos elegidos formarían dos grupos que jugarían a round robin entre sí para obtener a dos finalistas que se enfrentarían en el formato acostumbrado a juegos de ida y vuelta.
Al final se determinó que avanzaran ocho y que jugaran de la forma acostumbrada, sin la etapa de grupos.
Parece ser que, lo que se buscó, y fue conseguido, fue desintegrar la fase de grupos que, como estaba, afectaba a las televisoras que son, a fin de cuentas, las que determinaron el destino del formato que finalmente fue definido.
Inicialmente habían quedado colocados en el primer pelotón, Cruz Azul, Santos, Morelia, Pachuca, Chiapas y el que ascendiera, que sería los Xolos de Tijuana.
Trágicamente todos son equipos con encuentros de local transmitidos por TV Azteca, que, con este sistema tendría que eliminar a todos sus elencos para que al final únicamente pasaran dos, lo que implica terribles mermas para el ingreso por la temporada.
No hubo sorpresas, porque se sabe que, en México, los sistemas de televisión abiertos y de paga son los que realmente controlan el destino del balón, con una composición obscena de elementos que buscan generar, de manera permanente, condiciones que las favorezcan.
Las televisoras siempre argumentan que hacen su trabajo a favor del espectáculo y de los aficionados, pero en esta ocasión se determinó que la competencia los ayudara, los enriqueciera y les permitiera incrementar su poder.
Como si no se supiera, en México, que la FIFA tiene en Televisa uno de sus mejores aliados, junto con Cocacola y Adidas, como si no se supiera que el mercado mayor de televisión de habla hispana en el mundo es uno de los mejores clientes del máximo organismo de futbol organizado en el mundo.
Ahora hay un sistema de juego más equitativo, cierto, pero para instalarlo, se impuso, de nuevo, el criterio de las televisoras.