Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador desde su púlpito de las mañaneras ha dicho un “chorromil” número de veces que en él no cabe el rencor ni la venganza, nunca se le escuchó decir que esa franciscana actitud incluía no accionar las palancas de la justicia con todo aquel que se mandó con los dineros públicos.
De ahí que fuera hasta sorprendente verlo como se la pasaba nomás cabeceando los golpes de sus adversarios sin responder ni con un jab, algo que provocó que sus fans comenzaran a dudar sobre su carácter por la simple deducción de que no hay gobernador que aguante ni la más somera auditoría.
Pero al parecer la paciencia se agotó y súbitamente el caso Lozoya comenzó a caminar y por lo pronto tiene sudando al expresidente Enrique Peña Nieto y echó en corrida al otrora poderoso secretario de Hacienda Luis Videgaray Caso, y al exsenador panista José Luis Lavalle Maury, quienes al parecer son los que orquestaron la operación con la que ablandaron a varios senadores para aprobar la reforma energética.
Empero, luego por trueques del sistema político hoy algunos de esos senadores están convertidos en ostentosos gobernadores, aunque por la soberbia de faltarle al respeto a la institución presidencial los tiene bailando en la cuerda floja, porque ya van dos testigos que dicen que de la torre de PEMEX transportaron a la cueva de Montes Urales 425.
Fueron 15 maletas repletas de billetes para cohechar senadores en el 2013, cuyos nombres ya andan por todo México: Carlos Mendoza Davis, Francisco Domínguez y Francisco García Cabeza de Vaca, entre otros.
Y como el tribunal popular lincha no enjuicia, ya está listo para emitir sentencia “gracias” al caso Lozoya que comenzó a disparar datos cuando más alebrestados andaban los gobernadores que forman parte de la alianza federalista, que incluso ya traían o traen mareados a empresarios y partidos políticos para formar un TUCAMLO (Todos Unidos Contra Andrés Manuel López Obrador).
No atendieron el certero refrán popular que dice : “no le jales los bigotes al tigre aunque esté roncando”.
LA GUBERNATURA,
¿PARA UNA MUJER?
No es nueva la versión de que en el 2022 una mujer podría ser la candidata a gobernador, pero con el reciente criterio del INE de que no es galante caballerosidad conceder la mitad de las candidaturas para las féminas, sino obligatoriedad, proyectos políticos pro varones comienzan a tambalearse.
Y es que en el 2022 estarán en juego solo 6 gubernaturas que a saber son: Tamaulipas, Durango, Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, o sea, que si queda firme el criterio de que hombres y mujeres van a “michas” en las candidaturas, en el caso nuestro se van a esfumar los sueños de varios varones.
¿Y POR QUÉ?
Porque en el caso del PAN y del MORENA las candidaturas que se han venido construyendo para la gubernatura son de aspecto varonil. En los azules: Ismael García Cabeza de Vaca, Jesús Nader Nasrallah y Gerardo Peña Flores, mientras que por los sepias han venido despuntando José Ramón Gómez Leal, Américo Villarreal Anaya, Rodolfo González Valderrama y Héctor Garza González.
Pero con lo que no contaban es con la decisión del INE, y ahora ambos partidos tienen que apuntalar a marchas forzadas las carreras políticas de sus féminas por aquello de no te entumas, que dicho sea de paso es bastante posible.
Y es que supongamos que el PAN y el MORENA deciden participar con candidatos a gobernador en los estados de Durango, Hidalgo, y Oaxaca, ello les obligaría a recurrir a las candidatas en Aguascalientes, Quintana Roo y Tamaulipas.
Todo dependerá en qué entidad estén más posicionados los machines y en cuál las mujeres, pero con eso de que Tamaulipas nunca ha sido visto como un estado clave electoralmente hablando, las cúpulas con frecuencia lo utilizan para los trueques, como ya se supo lo hicieron en las elecciones del 2016.
Se ha dicho que a cambio de aprobar la reforma energética Francisco García Cabeza de Vaca se ganó el colaboracionismo del PRI para obtener la gubernatura de Tamaulipas y de ese hecho en su tiempo se contaron muchos corridos, pero hoy el caso Lozoya los confirmó y ya no con puras presunciones.
Por lo que, si al CEN del PAN y al del MORENA no les quita el sueño Tamaulipas, lo cederán a las mujeres y ahí cambia la jugada. Los azules tendrían en Maki Ortiz su carta principal guste o disguste al Comandante Azul, aunque ya comenzaron a configurar como prospecto a Pilar Gómez Leal, la alcaldesa de Cd. Victoria, quien seguramente será postulada para la reelección en el 2021 y luego a ver que pasa en 2022.
Mientras, los morenistas andan bien descobijados en el rubro de mujeres con tamaños para la candidatura a gobernador ya que solamente tienen a la senadora María Guadalupe Covarrubias Cervantes, conocida en su natal Tampico por ser una maestra con más de 50 años de trayectoria que se jubiló para luego dedicarse a la política.
Pero por muy buen estado de salud que conserve, sus 80 años de edad son un impedimento en estos tiempos de pandemia, y por ende, el MORENA tendrá que ir forjando una candidatura femenil por aquello de que la de Tamaulipas, por disposición del INE, sea para una mujer, o bien, recurrir a una externa, y los ojos voltean hacia la elogiada por AMLO, alcaldesa de Reynosa, en el supuesto de que el PAN decida banquearla.
¿Y EL PRI QUÉ?
Ellos no se van a quebrar la cabeza si por disposición electoral la candidatura a gobernador tiene que ser para una mujer, es más, hasta participarían con más dignidad porque los varones alientan sospechas que si alguno de ellos fuera candidato sería con la intención de obtener algún perdón, indulto u otro tipo de beneficio.
Posibilidades de ganar ellos bien saben que están en cero, así que si por disposición de ley deberá ser una mujer la candidata ahí tienen a María Esther Camargo Félix y a la diputada local Yahleel Abdala Carmona, y no hay más.
Hasta la próxima.