
Con la aplanadora mayoritaria que tiene Morena y sus aliados, el pasado 13 de febrero se aprobó la reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), y la Ley Federal del Trabajo en materia de vivienda.
Las modificaciones incluyen que las viviendas a construir y arrendar sean de entre 40 y 60 metros cuadrados, además, que el valor del pago que mensualmente den los trabajadores no exceda el 30% de sus salarios. Pero tiene algunas otras que pueden resultar en banderas rojas.
Entre los aspectos más controvertidos de la reforma se encuentran:
* Creación de una empresa filial del Infonavit, que no estará sujeta a auditorías de la ASF ni a controles externos.
Este parte, el oficialismo dice que los recursos serán auditados por la ASF pero el articulo 1 de la ley de fiscalización y rendición de cuentas de la Federación establece que dicho órgano podrá fiscalizar recursos públicos, por lo que al crear una empresa filial al Infonavit como está estipulado en la ley, usando los recursos de los trabajadores, esto se convierte en recursos privados, ya que no provienen de ninguna partida gubernamental. Además, le quitan facultades de observación a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
* Eliminación de la rotación en la presidencia del Consejo de Administración, dando poder absoluto a la Dirección General.
Anteriormente, la presidencia del Consejo de Administración era rotativa, era encabezada según fuera el caso, por los representantes de los trabajadores, patrones y el gobierno, ahora, se elimina dicha rotación y se queda en manos únicamente del gobierno
* Uso de 11 mil millones de pesos anuales en gastos administrativos, sin claridad en su destino.
En la reforma, se contempla que para los gastos administrativos que tendría la nueva empresa, se contemplará 0.55% del ahorro de los trabajadores, lo que da un total de 11 mil millones de pesos en los que no se sabe qué se hará con ellos, es más, ¿cómo saben de antemano cuánto van a necesitar para operarla si aún no la echan a andar?, además de que este gasto sería anual, es decir 0.55% cada año/administración de la creación de la nueva empresa
* Derecho de veto del director del Infonavit, que rompe con el modelo tripartita de decisión.
Con esta reforma, le dan funciones al director del Infonavit por encima de todos los órganos de gobierno que regulan su manejo.
* Falta de regulación en la compra de terrenos y fijación de precios de vivienda.
Se desconoce bajo qué costos, a qué precios, quién va a determinar en dónde se encuentra la masa poblacional joven que vive cerca de su trabajo, quién va a decidir.
Solo espero que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum haya tomado nota de lo que ha significado la creación de otras empresas como Mexicana de Aviación o el Tren Maya, que tienen que ser sostenidas por el gobierno porque no generan utilidad alguna porque aquí lo que está en juego es el dinero obrero-patronal.