
En estos tiempos violentos seguramente millones de mexicanos quisieran agarrar sus chivas e irse a vivir al extranjero, lejos de los riesgos de ser ser secuestrados, de vivir la angustia de que un hijo “fue levantado”, o en el peor de los casos sepultar a un familiar muerto en un fuego cruzado.
En estos tiempos violentos seguramente millones de mexicanos ya cambiaron por completo sus hábitos, como evitar estar más horas en una reunión familiar nocturna, no transitar por carreteras después del atardecer y poner en práctica las recomendaciones al escuchar la primera ráfaga de ametralladora.
En estos tiempos violentos no solamente la delincuencia organizada ha alcanzado niveles de barbarie, como ejemplo están las ejecuciones e inhumaciones en San Fernando, Tamaulipas, y el atentado contra el Casino Royale en Monterrey, Nuevo León, sumando en tres eventos más de 306 muertos, la mayoría inocentes.
Esos fueron hechos que rebasaron fronteras y retrataron fielmente lo que pasa en México desde que Felipe Calderón Hinojosa asumió el poder el 1 de diciembre de 2006, y que gracias a Dios terminará pronto con pronósticos nada alentadores de que la situación empeorará en el periodo electoral.
En estos meses violentos en México parecería que la clase política está más interesada en ganar las elecciones de 2012 que en aportar soluciones para terminar, o al menos aminorar este grave problema, aunado a escándalos de gobernantes, de los cuales han salido limpios.
Cuando los nuevoleoneses creían que el show Larrazábal ya había terminado, nada, pues estaban bastante equivocados. De nuevo en la prensa empezaron a circular fotografías del gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, vacacionando en el parque de diversiones de Disney en California.
El pecado del priista no es tener dinero para darse esos lujos que cualquier mexicano, con ganas de largarse del país para salvar su vida, quisiera darse en tierras de Mikey Mouse y del Pato Donald. No, ese no fue su pecadillo, sino que Medina de la Cruz andaba de viaje turístico en pleno día laboral, viernes 23 de septiembre pasado.
Como estamos en un país del “valemadrismo”, que fue una herencia que dejó Vicente Fox Quesada al ver hincharse de dinero a los hijos de su amada esposa, Marta Sahagún, después de eso cualquier político puede hacer lo que se le pegue la gana.
Mientras los soldados, marinos, federales y policías estatales se juegan la vida en la lucha contra los grupos armados en Nuevo León, Medina de la Cruz agarró el avión y se fue a disfrutar un hermoso fin de semana en Disneyland.
¿Cuántos de estos elementos que se juegan la vida a diario no quisieran olvidarse de esta realidad como el gobernador, e irse de paseo –mínimo– a Bosque Mágico, a Plaza Sésamo o al Bioparque Estrella con sus familias?
¿Sabrá Medina de la Cruz el mensaje que dio a la población que le dio su voto cuando circularon esas fotos? ¿O también le está apostando a la memoria corta del mexicano que olvidará pronto haberlo visto en Disney mientras Nuevo León era un campo de batalla?
Seguramente Medina de la Cruz recordó que Fernando Larrazábal Bretón se tomó sus vacaciones al irse al Mundial de Sudáfrica 2010 y regresó como el precandidato más fuerte del PAN para competir por un escaño en el Senado, cuando en Monterrey la violencia crecía hasta llegar a los niveles actuales.
En otra trinchera, cuántos padres de familia quisieran no llevar a sus hijos a las escuelas para no desafiar las balas y las granadas que retumban de noche y de día en la zona metropolitana de Monterrey y, en cambio, agarrar un avión e irse a tomar unas fotos con Daisy o Pluto en el maravilloso mundo de Disney en California o en Orlando, Florida.
Pero no todas las familias tienen las posibilidades económicas para desestresarse de esa forma, un viernes con olor a sábado, y continúan atrapadas en una zona bélica llamada Nuevo León.
¿Acaso no le han dicho a Medina de la Cruz que hay periodistas en su Estado que también tienen el sueño de estar un feliz fin de semana con sus familias en Disney en vez de trabajar a diario como alambrista sin red y sin veinte o más guardaspaldas protegiéndolos en camioneta blindada?
Tengo una gran curiosidad: ¿cuál fue la reacción de los padres o madres viudos y los hijos e hijas huérfanos de las 52 víctimas del Casino Royale cuando vieron, o se enteraron, que Medina de la Cruz caminaba en el maravilloso mundo de Disney un día laboral?
Para desgracia de las actuales y futuras generaciones, Nuevo León es otro, como también es la política y sus gobernantes, donde un tipejo como Adalberto Madero Quiroga, quien probó la miel de la corrupción en la función pública, quiere volver a seducir al electorado gastando en panorámicos algo de lo que se robó junto a sus cómplices vestidos de azul y blanco.
Twitter: @hhjimenez