Será el sereno, pero a dos años que Tamaulipas esté en plena ebullición y con el candidato o candidata a la gubernatura calentando sus músculos allá por marzo de 2016, el Partido Acción Nacional tiene aspirantes de sobra, contrario al PRI donde los que suspiran pecan de ser institucionales y alineados.
Guste o no, la lista de albiazules es encabezada por el más corrupto militante que haya existido: el senador Francisco García Cabeza de Vaca, que en 2014 se quedó chiflando en la loma cuando el Comité Ejecutivo Nacional decidió mandar a la batalla a José Julián Sacramento Garza.
Ahora investido como senador, el ex alcalde de Reynosa –cabecilla de una banda que se volvió loca enriqueciéndose con dinero ajeno que debió invertirse en esta frontera entre 2004 y 2007–, tiene como objetivo aprovechar la preferencia que ha tenido el PAN en Tamaulipas en las últimas dos elecciones.
Pero muy caro le costará a Cabeza de Vaca llegar a convertirse en candidato si la designación se hace a través de una convención estatal. Pues el dinero que se gastará para comprar los votos de los delegados, obvio no saldrá de sus cuentas bancarias, sino de la gavilla de delincuentes que lo rodean.
Por tal motivo el grupo que lo cobija en el Estado y a nivel federal apostará para que se repita el método que puso al entonces senador Sacramento Garza en las boletas electorales: la designación directa.
Dios agarre confesado a Tamaulipas si este sujeto es candidato y gana los comicios de 2016, porque el robo que cometió contra Reynosa él, sus hermanos y sus cómplices funcionarios, sería mayor con un Estado a su entera disposición.
Si en Nuevo León –que elegirá gobernador el próximo año– se habla que el presidente Enrique Peña Nieto no permitirá que el PRI pierda, hay esperanzas que Tamaulipas vaya incluido.
Sin embargo, hay que remontarse a tiempos recientes, cuando en las elecciones presidenciales Peña Nieto no ganó en Tamaulipas y Nuevo León, y perdió la mayoría de las diputaciones federales.
En esa misma cita a las urnas la fórmula del senado panista en Tamaulipas ganó, llevando a Cabeza de Vaca y a Maki Ortiz a la Cámara Baja.
Y las migajas dejadas al tricolor llevaron al polémico ex gobernador, Manuel Cavazos Lerma, a ocupar una tercera curul.
Los próximos dos años serán de nervios para los aspirantes, porque la senadora Ortiz no venderá barato el ser marginada. En estas fechas está convaleciendo de una enfermedad y cuenta los días para retomar el vuelo con la mira puesta en 2016.
Otra mujer que está en la lista del PAN es la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar Vázquez, que cuando se van a cumplir seis meses de su administración no quiere trascender a nivel estatal buscando posicionamiento.
O quizá su estrategia es no quemar todos los cartuchos en su primer año y apuesta a que otra polémica nacional la lleve a ocupar espacios en la prensa y los noticieros nacionales, como sucedió por sus declaraciones y desmentidos del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong.
En las primeras semanas de su gestión, Salazar Vázquez dijo que Matamoros estaba prácticamente en estado de sitio a causa de la inseguridad.
Las verdaderas ganas de la alcaldesa de aspirar a la gubernatura deberán verse pronto, a menos que ya esté amarrada con Cabeza de Vaca.
Sin hacer mucho ruido, desde Nuevo Laredo su alcalde Carlos Canturosas Villarreal prefiere ver los toros desde un palco.
Sabe que está en una inmejorable posición al gobernar una cuidad rica, con ingresos importantes por ser la puerta aduanera de Latinoamérica, y su apellido representa a un incansable luchador y demócrata como fue su padre.
Canturosas Villarreal tiene la ventaja de que podría encabezar una alianza de partidos, no así la alcaldesa y el senador que son panistas ortodoxos, a ultranza.
En el supuesto que ninguno de los anteriores llene el ojo al macho –aunque suena difícil–, hay que remembrar que Tamaulipas tiene seis diputados federales por mayoría. Y quien tiene mejor perfil, además de dinero para financiarse una campaña estatal, es Carlos García González, agente aduanal de Matamoros.
Aunque García González tiene apalabrada la candidatura a alcalde de esa ciudad en dos años, ante una grave crisis para designar candidato a gobernador, claro que levantaría la mano.
Es del grupo de Gustavo Madero Muñoz y del coordinador de la bancada panista en el Congreso de la Unión, Luis Alberto Villarreal.
Menos probable sería Ramón Antonio Sampayo Ortiz, legislador federal plurinominal, alguna vez alcalde de Matamoros, pero tiene un grave problema que es su indecisión, porque un día está con Cabeza de Vaca… y el otro no.
