Ya comienza a flotar por Tamaulipas el fantasma de la figura del gobernador sustituto, la que no vemos desde el año de 1947, que fue cuando al licenciado Hugo Pedro González lo relevaron sin concluir su período, por culpa de su oficioso jefe de policía que se escabechó arteramente al editor y director de El Mundo de Tampico.
El incidente ocasionó la ira del entonces presidente de México, licenciado Miguel Alemán Valdez, y al estilo priista lo relevó enviando en su lugar el general Raúl Gárate Legleu, y digo que enviando porque el Congreso del Estado sólo hizo lo que le ordenaron del centro.
Luego, 30 años después de aquel “infausto”, a don Enrique Cárdenas González se le apareció el chamuco por gobernar al estilo “cartucheras al cañón, quepan o no quepan”, que de no haber sido por una indecisión del entonces secretario de Gobernación, licenciado Jesús Reyes Heroles, don Enrique no hubiera concluido su mandato, pues gracias a ese titubeo dio tiempo a que arribara de Australia Luis Echeverría Álvarez, quien intercedió por el gobernante tamaulipeco ante el presidente José López Portillo.
¿Y PORQUÉ REAPARECE EL FANTASMA?
Bueno, pues según la revista Proceso y otros medios, en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ya tienen terminado un expediente en contra de Francisco García Cabeza de Vaca y otros, que si lo turnan a la Fiscalía General de la República (FGR), ésta a su vez le pasará el asunto a la Cámara de Diputados, para que sea este órgano colegiado el que determine si somete a juicio político al gobernador de Tamaulipas y a su “bro”, o bien se lanza directamente a la yugular para determinar si procede o no ponerlos a disposición de las autoridades competentes en materia penal.
Un panorama negro en ambos caminos, pues resulta que la sanción en un juicio político consiste en destitución e inhabilitación para desempeñar cargos públicos, mientras que el de procedencia penal puede conducir a una privación de la libertad, según lo describen los artículos 110 y 111 constitucionales.
Nomás que mientras la UIF no le diga a la FGR éntrale, todo este espinoso asunto estará en el terreno de las suposiciones, que entre ellas ya sobresale la eventual licencia de García Cabeza de Vaca para separarse de la gubernatura allá por fines de marzo o principios de abril del próximo año.
Licencia que según los que especulan pedirá para irse de candidato plurinominal a una diputación federal, toda vez que sería muy arriesgado exponerse a un juicio en la Cámara baja antes de que termine la actual legislatura -predominante de morenista-, por lo que una curul lo blindaría ante eventuales embates, dado que, si finalmente se tiene que ir en octubre del 2022, y los que le traen ganas dentro de la 4T estarán hasta diciembre del 2024, lo que es mucho tiempo como para andar sin protección por los caminos del espectro político.
O sea, que lo del gobernador sustituto es una posibilidad, que aparte de dar protección al Comandante Azul mediante una diputación, oxigenaría sus planes de contender por la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN allá por noviembre del 2021, pero esto cambiaría las piezas dentro del tablero en lo que corresponde a la candidatura para presidente municipal de Reynosa.
QUE CON EL PRI NI A LA ESQUINA
Aunque todavía hay tiempo para formalizar el PRIAN, en Tamaulipas no habrá de piña ni para las diputaciones federales, menos para las presidencias municipales, como tampoco para las diputaciones locales.
El 23 del presente mes es la fecha límite pero como el PAN ya dijo que no, por conducto de su presidente estatal Luis René Cantú Galván, ni caso tiene esperar y de eso tomó nota Edgar Melhem Salinas, el dirigente tricolor en Tamaulipas, quien por su parte cree que ellos solos pueden dar campanazos en algunos municipios.
Tales decisiones las recibió con agrado el MORENA por la lógica razón de que si cada quien va por su cuenta las posibilidades de ganarle al PAN se acrecientan, pero esos son asegunes y están por verse.
En cambio lo que no tiene vuelta de hoja es que los candidatos del MORENA y del PRI no van a tener enfrente propiamente a los candidatos panistas, sino al Comandante Azul que ya se ha visto, es muy diestro para la operación política, y que para darle temebilidad a las instrucciones cuenta con el apoyo de César Verástegui.
Nomás que Alejandro Rojas Díaz Durán, el senador suplente de Ricardo Monreal, ya le recomendó al Truco se convierta en testigo colaborador porque si no se lo va a cargar el chahuixtle, y con todo y que a Rojas algunos lo creen no pasa de bocón, algo sabe, y por algo lo dice.
¿ARREGLADO REYNOSA?
Pues pareciera que sí, aunque no se sabe si en todo o nomás en lo administrativo, pero por lo pronto es buena señal para la ciudad que ya anden en buenos términos el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y la alcaldesa Maki Ortiz.
El ejecutivo estatal convocó recientemente a la edil a un evento de la Comapa, donde se vieron armónicos.
En lo político tendrán que platicar y lógico sin testigos, lo que de paso anima a Jesús María Moreno Ibarra, el gerente de la COMAPA, que ha hecho química con Maki, pero una ciudad como Reynosa pide más requisitos y de esos tendrán que hablar el Comandante Azul y la jefa política de los panistas reynosenses.
Y mientras se reúnen, Gerardo Peña Flores, a la par de sus labores legislativas recorre Reynosa en un claro intento de posicionarse, porque en cuanto a características para gobernar Reynosa las tiene, pero falta saber qué planes tiene para sí mismo el Comandante Azul.
Y hasta la próxima.
