El ex gobernador priista tamaulipeco Eugenio Hernández Flores lleva en prisión tres años cinco meses, algo así como unos mil 250 días combatiendo las imputaciones tanto de la Fiscalía del Estado, como la extradición a los Estados Unidos que avala el gobierno federal.
Fue el 6 de octubre de 2017 cuando “Geño”, como le dicen sus amigos y los tamaulipecos en general, fue detenido en Ciudad Victoria, por una orden de aprehensión por lavado de dinero y peculado.
La actual administración gubernamental encabezada por el panista Francisco García Cabeza de Vaca asegura que el exgobernador adquirió en el año 2007 -aún en funciones- por medio de testaferros, predios a un 1.5 por ciento de su precio real y cuyo valor es superior a mil 584 millones de pesos.
Por ello le abrió tres procesos penales, por enriquecimiento ilícito y operaciones con recursos de procedencia ilícita y por peculado. Una de las causas ya la libró por mandato federal, mientras que la solicitud de extradición a Estados Unidos está pendiente de resolverse en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Recientemente un juez federal instruyó volver a determinar si Hernández Flores debe o no continuar sujeto a proceso por lavado de dinero, relacionado con la presunta compra por medio de prestanombres de mil 600 hectáreas del Puerto Industrial de Altamira.
De acuerdo con la noticia del reportero Carlos Manuel Juárez en Aristegui Noticias, el juez décimo segundo de distrito en Tamaulipas, Francisco Manuel Rubín de Celis Garza, resolvió que el juzgado del fuero común que le dictó la formal prisión, incumplió con los lineamientos que impuso un tribunal colegiado en el amparo concedido para reponer este juicio contra Eugenio Hernández.
Pero las buenas noticias que le han llevado a Eugenio, preso en el Penal de Tenango del Valle, Estado de México, datan desde hace un par de meses, y no son precisamente relacionadas con el desprestigio y el hundimiento legal que minuto a minuto agobia a su detractor, el hoy gobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
No, las primicias que le han llevado al también ex alcalde victorense tienen que ver con la estrategia de su defensa, que avanza para echar abajo los otros dos expedientes que le abrió su rival panista.
Además, según abogados y periodistas que han tenido acceso a la solicitud de extradición, está podría ser echada abajo por el máximo tribunal de la nación por inconstitucional, pues se dice que el proceso se hizo al vapor en la oficina del también cuestionado Luis Videgaray, cuando aprendía a ser secretario de Relaciones Exteriores.
El proceso de extradición a los Estados Unidos es por cargos imputados por la Fiscalía de Texas, por falsificación de documentos y fraude bancario.
Actualmente, nos cuenta una fuente cercana a la familia, Eugenio se encuentra “bien”, en general, goza de buena salud y algunas actividades lo mantienen ocupado en el penal donde se encuentra, asentado en Tenango del Valle, municipio que tiene el título de Pueblo con Encanto.
Lejos están aquellos días del verano del 2004, cuando con más del 58 por ciento de votos llegaba al Gobierno del Estado, coronando su veloz ascenso al poder tras haber sido diputado federal y alcalde de Victoria.
Hoy, tras las rejas, tiene unos kilos de más, le han cortado su melena, pero ha encontrado algo que le sirve a él y a sus compañeros de prisión.
Fundó una biblioteca con libros que le mandan amigos y familiares, organiza clases de yoga -que también toma- y periódicamente coordina torneos de ajedrez.
Pese a todo, se le ve de buen semblante, sus presagios son positivos.