
El próximo año México será un barril de pólvora cuando se realicen las elecciones presidenciales y se renueve el Congreso de la Unión y el Senado. Y mientras las hojas del calendario 2011 caen y las manecillas del reloj avanzar, en Tamaulipas hay quienes se apuntan para competir.
En el Partido Acción Nacional debe anotar desde ahorita el nombre de la diputada federal, Leticia Salazar Vázquez, para ocupar la primera posición en la fórmula, mientras la segunda será la manzana de la discordia por la cantidad de tiradores.
La joven legisladora, como presidenta de la Comisión de Asuntos Fronterizos de la Cámara de Diputados, cuenta con el respaldo del senador José Julián Sacramento y de Angel Sierra Ramírez, alto funcionario federal en la Secretaría de Economía, los tres mosqueteros de Matamoros.
Salazar Vázquez también tiene el cobijo de la dirigencia estatal de su partido encabezada por Javier Garza de Coss, quien no quiso exponerla disputando las elecciones municipales del año pasado ante el tricolor, Alfonso Sánchez Garza.
El verdadero dilema de PAN de Tamaulipas será quién acompañará en la fórmula del Senado a la legisladora federal. ¿Será la reynosense Maki Ortiz, subsecretaria de Salud, Sierra Ramírez, o el mismo Garza de Coss? Vaya, hasta otro originario de Matamoros, Ramón Antonio Sampayo Ortiz, ya levanta la mano.
Aunque habrá otros que se apunten poniendo en la mesa de las negociaciones una victoria electoral reciente, como el actual alcalde de Río Bravo, Juan Diego Guajardo Anzaldúa. Una guerra intestina dentro del blanquiazul sucederá.
Mucho mas difícil será la designación de los dos candidatos al Senado dentro del Partido Revolucionario Institucional, donde Oscar Luebbert Gutiérrez, ex alcalde de Reynosa, no se descarta. Ya fue una vez senador y no le haría el feo otra vez.
Es cierto que los candidatos deberán tener la bendición del designado candidato a la presidencia de México y, sobre todo, en caso de no ser el elegido Manlio Fabio Beltrones, tendrá mano para poner a sus amigos. Y Luebbert Gutiérrez es el tamaulipeco más cercano al senador sonorense.
Otros que se apuntan desde ahora son Baltazar Hinojosa Ochoa, diputado federal y ex alcalde de Matamoros; Marco Antonio Bernal, alguna vez senador, eterno aspirante a la gubernatura y ex dirigente nacional de la CNOP y, por qué no, hasta Eugenio Hernández Flores.
Hernández Flores podría llegar por la vía plurinominal, palomeado por Humberto Moreira, presidente nacional del PRI, quien como gobernador de Coahuila tuvo una estrecha relación con el ex mandatario tamaulipeco.
Aunque también los otros ex gobernadores, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Manuel Cavazos Lerma, suspiran y asoman la cabeza para llegar al Senado o, mínimo, a la Cámara de Diputados sin hacer campaña como candidatos.
HAY DE ALCALDES A ALCALDES
La historia reciente del norte de Tamaulipas documenta que la manera mas fácil para que un empresario fracasado se convierta en millonario, en un abrir y cerrar de ojos, es llegar a ser alcalde. Y el corrupto panista Francisco García Cabeza de Vaca es el estandarte.
Para quienes hayan olvidado este caso sólo hay que remontarse a 2007, cuando Cabeza de Vaca asumió la alcaldía de Reynosa y se rodeó de un grupo delictivo cuyos integrantes fungieron como secretarios del gabinete, directores y asesores del primer Ayuntamiento del PAN.
Ya sentado como presidente municipal se sintió indestructible y comenzaron los enfrentamientos con algunos medios de comunicación a quienes, con la nómina, quiso someter y arrodillarlos a sus pies, cual emperador romano Julio César ante sus súbditos y esclavos.
Y cada tres años, durante el relevo de administraciones municipales, el síndrome Cabeza de Vaca es padecido por algunos nuevos alcaldes, que luego de ganar las elecciones sienten que la cuidad es propiedad suya, escriturada legalmente ante un Notario Público.
Esa locura atravesó por la mente enfermiza de Cabeza de Vaca y el desenlace es conocido por los tamaulipecos: sus sueños de ser gobernador se fueron por el drenaje pestilente junto con su séquito de adoradores, algunos refugiados en dependencias del gobierno federal.
Uno de ellos fue Gerardo Peña Flores, su candidato a alcalde de Reynosa en los comicios de 2006 y, posteriormente, como diputado federal en 2009. Y en ambos intentos fracasó pues los electores le perdieron la confianza al exhibirse, una por una en Hora Cero, algunas pruebas de su corrupción.
Su intento de minimizar y someter a un sector de la prensa le costó a Cabeza de Vaca su carrera política en Tamaulipas, y ahora se conforma con migajas que le avientan unos pocos amigos que sobreviven –y agonizan– dentro del gabinete de Felipe Calderón Hinojosa.
Son raros los empresarios que un día dejaron sus lujosas oficinas privadas, que se metieron a la política, y que terminaron una alcaldía limpios, se salvan de estar frente a un pelotón de fusilamiento. Y como premio a su capacidad e inteligencia sus carreras fueron cuesta arriba. Eugenio Hernández Flores es un ejemplo.
Durante seis años el ex gobernador de Tamaulipas supo escoger a los candidatos en las ciudades mas importantes, aunque a veces erró. Eligió bien, sobre todo con perfiles que le ayudaran a gobernar junto a los medios de comunicación, sin tener que citarlos en privados para un jalón de orejas.
Hubo candidatos del PRI como Erick Silva Santos, de Matamoros, que sin tener las simpatías de Hernández Flores en el proceso de 2006, muy pronto supo metérselo al bolsillo, al generar un ambiente favorable con la prensa local para beneficio de su administración y, de rebote, para el gobernador.
Silva Santos terminó mejor que Oscar Luebbert Gutiérrez, de Reynosa, donde hay todavía heridas abiertas porque algunos compromisos no se cumplieron.
En algunos casos los alcaldes entrantes buscan quién se las pague en los menos culpables: los proveedores, porque están atados de las manos al no actuar contra sus antecesores del mismo partido.
“CHUMA” busco LA BENDICION
A finales de diciembre, Jesús María “Chuma” Moreno estuvo en Roma buscando la bendición papal con la que creía iba a amarrar la delegación general de Caminos y Puentes Federales (Capufe) de Reynosa.
Después de perder las elecciones municipales el año pasado, el panista anduvo en Europa tomándose unas vacaciones, donde visitó El Vaticano y los principales sitios turísticos de la capital italiana, entre otras escalas.
“Chuma” Moreno se convirtió en la segunda derrota consecutiva del clan Cabeza de Vaca en Reynosa y buscó –sin éxito– la delegación de Capufe como premio de consolación tras la destitución Jorge Espino Ascanio, a quien cacharon en malos manejos de las cuotas de peaje en los puentes internacionales.
En otro tema, aunque el gobernador Egidio Torre Cantú levantó la voz para decir que no aceptará presiones del magisterio de Tamaulipas que exigen posiciones en su gabinete, como dice el dicho: “Hasta no ver no creer”.