
Dicen que cuando el gobernador, Eugenio Hernández Flores, recibió la propuesta del alcalde de Matamoros, Erick Silva Santos, sobre los nombres de los posibles candidatos a las dos diputaciones locales, estuvo a punto de sufrir un colapso del coraje.
Sucede que Silva Santos colocó primero a su hermano Héctor y segundo a Mario Tapia Fernández, secretario Administrativo del municipio, relegando a otras posiciones a Carlos Valenzuela Valadez, su secretario de Desarrollo Social y, todavía más lejos al regidor Daniel Sampayo Ortiz.
—¡Ya había dicho que noooooooo!—, exclamó el gobernador cuando leyó y borró con una pluma el nombre del consanguíneo del alcalde encabezando la lista.
—¿Y este quién es?—, continuó al referirse y vetar a Tapia Fernández.
—¡Este sí, es mi compadrito!—, dijo al aprobar a Valenzuela Valadez.
—Y él es el amigo del amigo—, dijo al palomear a Sampayo Sánchez, quien fue secretario particular del ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba.
De esa forma terminó uno de los partos más difíciles sobre la designación de los escuderos de un candidato a presidente municipal del PRI, en este caso de Alfonso Sánchez Garza, quien tendrá la tarea de retener Matamoros.
Semanas antes, Silva Santos había deshojado la margarita y en su mente sólo existían los nombres de Héctor y Mario, marginando a Valenzuela Valadez, un fiel soldado del PRI que desde joven había recorrido todas las bases dentro de su partido haciendo méritos para aspirar a una cartera de elección popular.
Al final del alumbramiento las aguas regresaron a su nivel y cada uno de los protagonistas fue ubicado en su justa dimensión: Tapia Fernández ocupará la dirigencia interina del PRI en lugar de Abelardo Martínez, mientras que el hermano del alcalde apoyará la campaña de Sánchez Garza.
Sobre el futuro de Silva Santos cuando entregue la administración, no hay dudas de sería invitado por el doctor Rodolfo Torre Cantú en caso de ganar la gubernatura el 4 de julio próximo.
Todo lo contrario sucedió en Reynosa, donde Oscar Luebbert Gutiérrrez, al verse despojado de la candidatura del PRI al gobierno, impuso a tres de los cuatro candidatos.
Para empezar a Everardo Villarreal Salinas, a la alcaldía, así como a Amelia Vitales y Carlos Solís, para diputados locales. Sólo le faltó el distrito de Reynaldo Garza Elizondo que estaba reservado para Esquio Reséndez Cantú, pero que el gerente de la Comapa desairó al no conseguir ser candidato a la presidencia municipal.
Volviendo a Matamoros, Humberto Rangel Vallejo, candidato plurinominal del Partido Verde al Congreso del Estado, invitó el machacado con huevo a un grupo de amigos periodistas con motivo de su cumpleaños el pasado viernes 26.
El también empresario apoyará la candidatura de Sánchez Garza, de la alianza PRI, Verde y Panal, sin embargo estará empujando a los candidatos de su partido que correrán solos (es decir, sin coalición), buscando una curul en la próxima legislatura.
Rangel Vallejo sabe muy bien que las posibilidades de convertirse en diputado dependen de que el Verde gane uno de los tres distritos locales con cabecera en Matamoros, fijando sus baterías en el Distrito X, donde la candidata del PRI-Panal es la maestra, Rosa Isela Arizoca.
Arizoca fue una propuesta de Arnulfo Rodríguez, el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Tamaulipas. Sin embargo, en las filas del PRI hay mucha preocupación porque la maestra no tiene equipo y deberá usar la estructura tricolor si quiere ganar.
Por este distrito va como candidato del Verde Jorge Rodríguez Treviño, alias “El coqueno”, suplente de Rangel Vallejo en la pasada elección federal.
Pero siendo realistas, el Verde sería la segunda opción para arrebatarle al PRI una diputación local, porque el PAN llevaría mano, sobre todo porque sus candidatos tendrán mayores recursos económicos cuando inicien las campañas a mediados de mayo.
Quien se perfila para ser la abanderada albiazul por el Distrito X es Sara González, la ex subdelegada de la Sedesol en Tamaulipas, un personaje muy cercano al corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, y bastante distante al candidato a gobernador, el senador con licencia José Julián Sacramento Garza.
La caravana por la paz que encabezó el abanderado del PAN el sábado 20 de marzo pasado puso en alerta al resto de los partidos quienes, por medio de sus dirigentes, firmaron un acuerdo de responsabilidad para no llevar el tema de la inseguridad a las campañas.
Obvio que el PAN no firmó ese documento porque Sacramento Garza usará la bandera de la situación que atraviesa Tamaulipas como un estandarte de su campaña. Vale recordar que en la guerra, en el amor y en busca del voto todo se vale.
Aunque en las elecciones federales de 2009 este tema llevado al más alto nivel en los spots del PAN no dio resultados, y terminó con la renuncia del beligerante dirigente nacional albiazul, Germán Martínez.
En Valle Hermoso el candidato del PRI a la presidencia municipal, Efraín de León, está calentando motores para cuando se escuche la voz de arranque para salir a las calles a desgastar la suela de los zapatos pidiendo el voto.
Por lo pronto ya hizo las pases con el alcalde, Hamid Name Pineda, quien hizo hasta lo imposible por imponer como su posible sucesor al gerente de la Comapa de Valle Hermoso, Abel Garza García.
Pero al final se impuso la voluntad de Ricardo Gamundi Rosas, dirigente del tricolor estatal, para iluminar a su compañero de bancada en el Congreso.
Quienes conocen a De León, diputado local con licencia, saben que tiene a su favor un sentido del humor que hace click con los electores, un punto a su favor en un municipio donde se ha dado la alternancia.
Sólo hay que recordar que el último alcalde del PAN en Valle Hermoso fue el tristemente célebre doctor Alberto Alanís Villarreal, quien en 2004 ganó las elecciones. Fue tan polémica su gestión que abonó el camino para que tres años más tarde el PRI resucitara a través de Name Pineda.
Para cerrar este espacio, se suponía que este fin de semana saldrían los nombres de los candidatos del PAN a las principales alcaldías del Estado, entre ellas las más esperadas como Reynosa, Tampico, Matamoros y Nuevo Laredo.
Aunque en el PAN son buenos para el suspenso.