
Estaba un día El Apuntador reflexionando de cómo se ha puesto de moda esto de revivir viejas historias en el cine, como por ejemplo, las franquicias de Superman, el Hombre Araña y Star Wars, cuando nos cayó el veinte de que en los medios de Tamaulipas las historias también se repiten.
Como lo leen, queridos amigos, existen leyendas que, por ser tan buenas, no se pueden quedar enterradas durante mucho tiempo y tienen que renacer.
Tal es el infame Caso del Queso Maldito que, seguramente recuerdan, se dio hace ya varios años allá por los rumbos de Televisa Noreste.
Para todos los Millenials que no recuerdan esta joya de las historias ridículas de los medios de la frontera, les recordamos que es un incidente que se registró unas vacaciones decembrinas cuando un lector agradecido envió un arcón navideño al compañero Fructuoso Sáenz.
Como eran vacaciones, obviamente Fructuoso no estaba en las instalaciones de Televisa Noreste para recibir su regalo, por lo que dejaron la canasta con delicias en la oficina del compañero.
Hasta ahí las cosas iban muy bien, sin embargo, unas compañeras de Fructuoso cuyos nombres no vale la pena recordar, pues ya ni siquiera trabajan en los medios de comunicación, urdieron un plan para agandallarse las botellas de vino tinto y finos quesos que venían en el arcón.
Para ello convencieron a un camarógrafo para que sirviera de brazo ejecutor de su malévolo plan, pero no contaban con que terminado el periodo de descanso, Fructuoso iba a llegar a la oficina e iba a buscar su canasta navideña.
Cuando se dio cuenta que alguien se había llevado su queso y su vino, puso el grito en el cielo y exigió una investigación para deslindar responsabilidades ante tal crimen.
Una sencilla revisión a los videos de seguridad fue suficiente para dar con los responsables del hurto, quienes fueron despedidos por haberse llevado el queso de Fructuoso.
Años después nos vamos topando con la sorpresa que el robo de alimentos en las instalaciones de Televisa Noreste no ha sido erradicado, y que dentro de sus filas sigue habiendo ladrones de lonches que actúan con total impunidad.
La más reciente víctima del regreso del Caso del Queso Maldito es ni más ni menos que el experimentado reportero Joaquín Peña Arana, quien tomó las redes sociales para denunciar que alguien se había llevado el “toper” donde llevaba la torta de tamal y ensalada de coditos que había guardado en el refrigerador de la empresa.
Mostrando un sorprendente buen humor ante tan reprobable hurto, Joaquín comparó el hecho con el famoso libro “¿Quién se llevó mi queso?” sin embargo más de dos compañeros de los medios coincidieron que esto más se trataba como la segunda parte del Caso del Queso Maldito.
“¿Han oído del libro que se llama ¿Quién se ha llevado mi queso? Pues yo me pregunto ¿quién se llevó mi comida del refrigerador de la empresa?”, escribió el compañero reportero en su muro de Facebook.
De inmediato varios de sus amigos le recomendaron a Joaquín elaborar una torta de jamón con harto aguacate y mucho más laxante para de esa manera darle una lección al ladrón de comida.
Desconocemos si en este caso los jefazos de Televisa Noreste iniciaron una nueva investigación como la que llevó a descubrir la identidad de las autoras del Caso del Queso Maldito, sin embargo si llega a haber despidos, tengan por seguro que se los vamos a dar a conocer.
UNA BONITA MANERA DE IRSE
En la pasada entrega les dimos cuenta del lamentable deceso de Hector Miguel Chávez, decano del periodismo matamorense y autor de la columna Noticiero, misma que se publicaba en diversos portales de la entidad.
Les contamos que el compañero falleció debido a complicaciones de los problemas renales que lo mantuvieron internado en la habitación 302 del Hospital del IMSS de la calle Sexta allá en Matamoros.
Como era de esperarse, el ambiente periodístico de la frontera estaba consternado por el deceso y qué decir de sus hijos, quienes, hay que reconocerlo, cumplieron al pie de la letra la última voluntad de su padre.
Ahí tienen, queridos lectores, que Héctor Miguel pidió que sus restos fueran cremados y esparcidos en la playa Bagdad, un espacio al que le tenía muchísimo cariño.
Además solicitó que el día de su cremación nadie fuera vestido de negro, sino que al contrario, que todos los asistentes acudieran con ropa de colores brillantes y, en la medida de lo posible, se mostraran lo más alegres que pudieran.
Para hacer más sencillo el trámite, Héctor Miguel instruyó a sus hijos que mientras esperaban que sus restos fueran cremados, sirvieran mole de olla con arroz a todos los amigos que acudieran a acompañarlos.
Incluso les pidió que no escatimaran en la cerveza, el tequila y los refrescos para los pequeños, además de que el evento fuera amenizado con música de mariachi, convirtieron el funeral en una verdadera fiesta donde se celebró la memoria de un buen hombre.
Entre los que asistieron a este evento en la Quinta San Joaquín, ubicada precisamente a un lado de las Capillas de Velación San Joaquín, allá por el kilómetro 14 de la carretera a la playa, podemos contar a Norberto Calvario, Claudia Velázquez, Delia Arrellano, Agustín Lozano, Martha Castillo, Jose Luis Castillo, José Pinales y otros destacados periodistas que acudieron a despedir al amigo.
Aunque el fallecimiento de Héctor Miguel es sin duda una noticia triste, hay que decir que la forma en la que sus familiares y amigos celebraron su vida es algo digno de reconocerse.
RETAZOS
Pasando a otros temas… no hay duda que las nuevas tecnologías están cambiando la forma en que nos comunicamos y, ahora, nos informamos de los eventos más importantes.
El común denominador de la evolución de los gustos del auditorio es la inmediatez, todos quieren enterarse lo más pronto posible de lo que está sucediendo en su comunidad.
Así fue como la radio desbancó al periódico en la preferencia de las masas, quienes eligieron a este medio como la forma en la que los ciudadanos no sólo se enteraban de las noticias, sino que era la vía perfecta para dar a conocer su opinión de los temas que estaban en la agenda nacional.
Gracias a esta práctica personajes como Roberto Avilés Candia, en Reynosa, se convirtieron en líderes de opinión cuyo peso en la sociedad fue indudable. No había político que no quisiera pasar por el noticiero de don Roberto para dar a conocer lo que estaba haciendo.
Pasó el tiempo y la televisión se convirtió en la reina de las audiencias, pues además de inmediata ofrecía la posibilidad de ver las imágenes de los hechos que reportaban.
La época de oro de la tele en la frontera no sólo tuvo a Televisa, TV Azteca y Multimedios como protagonistas, hubo un montón de pequeñas empresas de paga quienes se convirtieron en líderes del auditorio.
Ahí está por ejemplo Cablecom y la forma tan triste como quemó la enorme credibilidad que tuvo entre el auditorio.
Hoy los tiempos han cambiado y la tele ha sido desplazada ni más ni menos que por las redes sociales, especialmente el Facebook y la posibilidad de transmitir en vivo cualquier evento.
Prueba de ello fueron los recientes hechos de violencia que se vivieron en el penal de Ciudad Victoria, donde un grupo de reporteros de empresas como El Mañana de Reynosa, El Expreso y El Diario de Ciudad Victoria, supieron aprovechar una herramienta como lo es el Facebook Live para mostrarle a miles de personas cómo se estaban desarrollando los hechos en la cárcel.
Por primera vez en la historia, miles de personas pudieron ver (y escuchar) en tiempo real, las detonaciones de las armas de los guaridas de la cárcel, intentando calmar a los reos.
A diferencia de lo que sucedía en años anteriores, cuando se necesitaba un camión con equipo de transmisión y que el canal interrumpiera su programación habitual para llevar a la gente la nota, un grupo de reporteros armados únicamente con un teléfono celular le mostraron a la gente de todo el mundo lo que estaba pasando en Tamaulipas.
Ya no fue necesario que el auditorio se esperara a las dos de la tarde para ver la nota en el noticiero vespertino, tenía los hechos en vivo, en su Timeline de Facebook.
Este lamentable evento es relevante porque finalmente en Tamaulipas nos dimos cuenta que las reglas han cambiado. Que todos los medios de comunicación estamos en igualdad de circunstancias.
Hoy, ya no es necesario contar con una enorme infraestructura de miles de millones de dólares para poder transmitir una noticia en vivo, basta un teléfono inteligente y un acceso a internet.
La verdad las televisoras deberían estar en pánico, pues hoy que la cancha está pareja, lo único que va a diferenciar a los líderes de los del montón es el talento y su dominio del oficio periodístico.
Hoy un cubo con un logo o un chaleco con un nombre rimbombante ya no es garantía de nada. Un pequeño periódico puede patear en la espinilla al gigante y derribarlo.
Las redes sociales han democratizado los medios y la forma en la que llegan al auditorio, ahora sí, ganar el auditorio se ha convertido en cosa de talento.
Y no nos vamos sin dejarlos con la gustada pregunta de la quincena: ¿cuál ha sido el beneficio real de tener a tanto “enlace” con los medios en las secretarías de gobierno?
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