
No el prieto en el arroz, sino el azul en el arroz de las elecciones del pasado 4 de julio fue Tampico, municipio que aguadó la fiesta y tumbó al suelo los pronósticos de Ricardo Gamundi Rosas, el presidente estatal del PRI, de que el tricolor se llevaría “el tráiler (carro) completo” en las urnas.
Días antes de los comicios ninguna empresa encuestadora anticipó que en el puerto jaibo se daría el voto cruzado, es decir, que los electores votarían por el PRI y a sus aliados (Panal y Verde) para gobernador de Tamaulipas y diputados locales, pero que elegirían al PAN para la presidencia municipal.
Sin querer lavarse las manos, hay que ver cuánto influyó en Tampico el caso del asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato tricolor a la gubernatura, a seis días de las elecciones, junto con cuatro de sus colaboradores, entre ellos el secretario particular y diputado local, Enrique Blackmore Smer.
La maestra y ex diputada local del PRI, Magdalena Peraza Guerra, cumplió con la encomienda de tropezar a los tricolores, siempre apoyada por dirigencia estatal de Acción Nacional encabezada por Javier Garza de Coss.
También el ex candidato panista al Gobierno del Estado, José Julián Sacramento, se la jugó al respaldar que abanderamiento de Peraza Guerra, mientras que el corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, siempre quiso imponer a Luis Alonso “Gepeto” Mejía.
Con cifras casi definitivas del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Ietam, Peraza Guerra tenía 51 mil 730 votos por 47 mil 865 de Miguel Mansur Nader, su compañero en el Congreso de Tamaulipas, candidato de la coalición que encabezó el PRI.
Menos de cuatro mil votos, pero suficientes, llevaron al PAN a recuperar uno de los mas importantes puertos de México, que se convertirá en la principal trinchera de ese organismo político hacia las presidenciales de 2012.
En esos comicios no solamente se votará por el presidente de la República, sino que los tamaulipecos elegirán a dos senadores y nueve diputados federales.
Lástima por Reynosa, fortaleza blanquiazul de 2000 a 2007, donde se escribió la historia de un corrupto ex alcalde que quiso iniciar una cruzada con el objetivo de tomar por asalto el Palacio de Gobierno, pero un grupo ciudadano se interpuso en su camino con un final ya conocido.
Tampico será una amarga lección para Gamundi Rosas, pues nunca vio con buenos ojos a la maestra Peraza Guerra –ni siendo compañeros en el Congreso local–, teniendo que escoger al perdedor de la elección, el otro legislador tampiqueño, Miguel Mansur Nader, dando al traste con los pronósticos del “tráiler (carro) completo”.
Por otra parte, un caso para Ripley donde se pusieron viejas y nuevas prácticas de alquimia electoral fue el la elección en Río Bravo donde, según los resultados del PREP al cierre de las casillas, el panista Juan Diego Guajardo Anzaldúa ganaba con una diferencia de cerca tres mil 500 votos.
¿Pero qué creen? Pues resulta que al detectarse algunas irregularidades en el conteo de los votos se abrieron los paquetes y se hizo la revisión voto por voto, resultando como ganador Roberto García Martínez, el candidato postulado por la alianza “TodosTamaulipas” (PRI, Panal y Verde).
La madrugada del jueves 8 del presente, el doctor García Martínez recibió la constancia de mayoría por parte del presidente del consejo municipal del Ietam al obtener el triunfo con 15 mil 990 votos por 15 mil 829 de Guajardo Anzaldúa, para una diferencia de ¡161 sufragios!
Seguramente el expediente Río Bravo no está cerrado, al contrario, porque el PAN se inconformará y recurrirá el Tribunal Electoral del Estado y seguramente, si el veredicto no le favorece, tocará las puertas del Tribunal Federal Electoral (Trife). Será un culebrón (telenovela) de suspenso y alto rating. Hay tiempo, que al cabo el nuevo alcalde asume hasta el primero de enero de 2011.
Hay que recordar que el doctor García Martínez entró de relevo cuando el primer abanderado de la alianza “Todos Tamaulipas”, el diputado local Juan Raúl Bocanegra –de extracción Verde– aventó la toalla semanas antes del 4 de julio.
Río Bravo es un municipio considerado el más grillo de Tamaulipas que ha tenido presidentes municipales de todos los colores y sabores los últimos 17 años.
En este municipio, el PRI y sus aliados además ganaron la diputación del Distrito VIII, a través de Norma Alicia Treviño.
El derrotado albiazul Guajardo Anzaldúa tuvo como asesor a Cabeza de Vaca, quien buscaba refugio en Río Bravo al perder la alcaldía de Reynosa –y las diputaciones locales– por segunda vez consecutiva.
Cabeza de Vaca acompañó a Juan Diego a depositar su voto, confirmando que la estrecha relación.
Ojalá los riobravenses, muy buenos para resucitar y sepultar políticos por su madurez política, no permitan en un futuro que los gobiernen funcionarios cómplices en Reynosa de Cabeza de Vaca como Mario Gómez Monroy y Alvaro Jesús Boldo Aguilar, entre otros, que viven como príncipes en castillos construidos en exclusivos sectores de Mission, Texas.
Seguramente hubieran sido tres años que la administración municipal de Río Bravo bajo la lupa, con riesgo para el PAN rumbo a las elecciones federales. Pero hay que esperar unos meses más, hasta que tomen decisiones definitivas los tribunales electorales de los perdedores.
En otros frentes los pronósticos para gobernador del Estado se cumplieron y, pese a los hechos del sangriento lunes 28 de junio, Egidio Torre Cantú será el sucesor de Eugenio Hernández Flores, al obtener una victoria dos a uno frente a Sacramento Garza, confirmando cifras de sondeos y encuestas previas.
Por cierto, Rodolfo Torre Cantú recibió un emotivo y merecido homenaje en la Cámara de Diputados de la capital del país el jueves 8, donde estuvieron presentes, entre otros, sus compañeros legisladores de Tamaulipas.
Siendo coordinador de la bancada de legisladores tamaulipecos, Rodolfo fue designado candidato a gobernador.
Descanse en paz.