
El presidente de México aún trae atravesado a Manuel Cavazos Lerma –quien no es santo de la devoción de muchos en Tamaulipas, priistas, panistas y demás partidos–, pues fue el culpable de que la hermanita de su corazón no ganara la gubernatura de Michoacán.
Y tan odiado por los Calderón Hinojosa está el ex gobernador de Tamaulipas, que no dudó en accionar a la PGR para ir contra quien fue el secretario de Acción Electoral del CEN del PRI en la debacle azul en ese Estado antes gobernado por el Partido de la Revolución Democrática.
Michoacán fue la entidad donde Felipe Calderón Hinojosa empezó su fallida guerra contra el crimen organizado, con la detención de decenas de servidores públicos –la mayoría perredistas y priistas– que supuestamente estaban ligados a la delincuencia organizada, y que al final resultaron inocentes y salieron libres.
Esa acción calenturienta y maquinada desde Los Pinos en vez de alentar el voto a favor de Acción Nacional cuando llegó la elección para gobernador, hizo que los electores vieran al PRI como una víctima de persecución, como en los tiempos del viejo PRI.
La dudas son muchas: ¿quién le calienta la cabeza a Felipe Calderón Hinojosa para usar la justicia contra sus adversarios políticos como –parece ser– está sucediendo con el caso Tamaulipas?
¿Por qué la Procuraduría General de la República filtró a algunos medios los detalles y los nombres de una averiguación previa que confirmó oficialmente a través de un comunicado 13 horas después?
¿Qué pasará meses adelante rumbo a las elecciones del primero de julio, si antes de que terminara enero se percibe que la lucha será sin cuartel, con un PAN dispuesto a todo para retener la presidencia?
¿Por qué el PRI nacional, el mismo lunes 30 de enero por la noche, no fijó una postura oficial en defensa de los tres ex gobernadores, cuando en otros casos es lo primero que hace?
Esas y más dudas deja la noticia confirmada por la PGR sobre una averiguación abierta que involucra a Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, así como a más de 40 personas entre familiares, ex funcionarios y funcionarios actuales, además de empresarios.
Es evidente que el gobierno federal y el PAN le apuestan a los saldos que deje el refrán “Palo dado ni Dios lo quita” con miras a las elecciones presidenciales en perjuicio del PRI, sobre todo porque el candidato tricolor, Enrique Peña Nieto, sigue muy por encima en las encuestas.
Pero esa estrategia mediática y electorera de detener a los enemigos políticos no funcionó en Michoacán, pues ni con todos los recursos del gobierno federal el PAN pudo sentar a la hermana del presidente en la gubernatura.
Qué casualidad que la alerta solicitada por la PGR a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), de impedir que abandonen el país vía área los tres ex mandatarios tamaulipecos, incluía a Cavazos Lerma, uno de los artífices del PRI en la derrota de Luisa María Calderón Hinojosa.
Pero sobre todo porque Cavazos Lerma acababa de ser designado precandidato al Senado y, peor todavía, que el anciano –quien no es una blanca paloma– dejó su cargo de ejecutivo estatal hace 14 años.
De nuevo se pronostica el efecto “boomerang”, cuando otras acciones tomadas por el gobierno federal de Calderón Hinojosa contra sus enemigos políticos, se van a revertir en contra del PAN como el caso de Michoacán.
Hay que recordar el aparatoso operativo contra Jorge Hank Rhon, en Baja California (el primer Estado albiazul en la historia, como hasta la fecha), que terminó de la misma manera, quedando al descubierto la utilización de la justicia para exterminar a los opositores.
Pasaron los días y la SCT emitió un comunicado donde se dijo que dos empleados de Aeronáutica Civil con sede en Tampico cometieron el error de pedirle al Instituto Nacional de Migración (INM), impedirle salir del país a los tres ex gobernadores y al resto de la lista.
Como se dice: “Ahí disculpe usted” o “perdón, nos equivocamos”. Sin embargo, la conocida “alerta migratoria” ya había ocupado amplios espacios en la prensa de Tamaulipas y a nivel nacional.
Con esas acciones, lo único que está haciendo el gobierno federal en Tamaulipas es calentar los ánimos rumbo a los comicios presidenciales, donde no se auguran semanas y meses de concordia, amor y amistad entre los contendientes.
Calderón Hinojosa no debe ser tan irresponsable de querer retener la presidencia y calentar un Estado, como si a los habitantes de Tamaulipas les faltara más de lo que estamos viviendo.
Cuánta basura… y la que falta de aquí al primer domingo de julio.
Twitter: @hhjimenez