Cuando en el año 2019 el PAN barrió en 21 de los 22 distritos electorales, ese espejismo inflamó al Cacique Azul Francisco García Cabeza de Vaca, quien por su desapego a los libros y a las buenas costumbres no evaluó correctamente ese resultado y echó las campanas a vuelo, sin considerar que no era que tuviera en un puño al electorado, sino el tener a su disponibilidad la maquinaria del gobierno del Estado, así como las estructuras municipales de las principales ciudades y medianas, aunque en Matamoros, Mario López Hernández un año antes lo había frenado en seco en la elección municipal.
Pero el Comandante Azul se mareó por el aplastante triunfo electoral de sus huestes del 2019, y por ello envió cuanta iniciativa se le ocurrió por muy disparatada que fuera, como el endilgar a la siguiente administración estatal una Runfla Transexenal para cuidar la espalda de él y los suyos, tanto en la Fiscalía General de Tamaulipas, como en el Poder Judicial y en el Ejecutivo, los que ahora ya no duermen debido a que los planes del Comandante Azul no contemplaron las derrotas electorales del 2021, 2022 y que él terminaría huyendo de Tamaulipas.
Y así, en medio de tan adversas circunstancias el PAN está participando en la elección extraordinaria para senador, en la que es evidente el desánimo de la candidata Imelda Sanmiguel, que salvo los spots de radio y televisión no hace presencia alguna, al tiempo que la dirigencia estatal hace como que la virgen le habla, Luis René Cantú Galván sabe que les traen ganas hasta sus correligionarios, lo mismo por el sur que por el norte.
DESCABEZAR AL PAN
¿Y qué se tiene que hacer para recomponer las filas azules?, pues simplemente: ¡ descabezar al PAN!, que equivale a darle “cran” a Francisco García Cabeza de Vaca y los suyos, para que vea el electorado que el partido azul está regresando a sus orígenes y botando a la canalla política que se apoderó de dicho partido, que si bien gracias a los acuerdos o más bien los contubernios con Egidio Torre Cantú ganaron la elección de gobernador en 2016, seis años después el partido que se ufanaba ser el de la gente decente, hoy está repudiado por la mayoría de los tamaulipecos.
El que hayan obtenido alrededor de 500 mil votos en la elección de gobernador el pasado 5 de junio, ni aun así les alcanzó, con todo y que tuvieron el respaldo del aparato gubernamental, sin éste el próximo 19 de febrero José Ramón Gómez Leal, candidato del Morena al senado de la República los hará pomada, incluso, con posibilidades de que Manuel Muñoz Cano, el candidato del Verde Ecologista los desplace a la tercera posición.
Lo anterior lo saben los panistas y por eso el desinterés por auxiliar a la candidata, que también denota estar consciente de que va a una cita con la derrota en el mes del amor y la amistad.
En resumen, el PAN tocará fondo en la elección extraordinaria para senador, pero eso le permitirá depurarse para expulsar todo lo que le hizo daño durante seis años. Tienen figuras de respeto para emerger como Jesús Nader en Tampico; José Julián Sacramento y Leticia Salazar en Matamoros; Raúl López y Javier Garza de Coss en Reynosa; en Nuevo Laredo no hubo sobrevivientes y Lydia Madero en Cd. Victoria.
Sin embargo, los García Cabeza de Vaca para el 2024 andarán berreando por la destetada que no estaba contemplada en los planes, y seguro querrán tomar posesión de la Presidencia Municipal de Reynosa, van a dar lata, pero si los auténticos panistas cierran filas, se lo impedirán.
Por culpa de la codicia sin límite y abusos de poder de “Los 3 García”, el PAN está hundiéndose. El 19 de febrero tocará fondo, pero podrá salir a flote si se lo proponen los reales militantes panistas.
VICTORIA PÍRRICA DE AMLO
La recaptura de Ovidio Guzmán fue oxígeno puro para el presidente Andrés Manuel López Obrador en el tema de la inseguridad, pero también se echó a la espalda un morral lleno de alacranes dado que tendrá que acrecentar el compromiso en el combate a la delincuencia, y no propiamente con abrazos. Sucedió que la ciudadanía ya vio que sí se puede meter a varas hasta el más violento de los criminales, como es el chamaco del Chapo Guzmán.
Se recuerda como en el año 2019 tras ser detenido el muchacho dobló al gobierno federal al amenazar con actos terroristas si no lo dejaban en libertad. El presidente AMLO midió los alcances de una inflexible decisión y juiciosamente ordenó la liberación. Fue una orden que desde entonces le granjeó críticas de ácidas a furibundas; nomás faltó que pidieran enjuiciarlo por traición a la patria.
Y ahora que detuvieron por segunda ocasión al joven Ovidio, se vio que no alardeó en el 2019 con desatar terorismo, pero los permanentes críticos de López Obrador lo descalificaron porque según ellos si ordenó su detención fue para acatar instrucciones de la Casa Blanca, que vamos a suponer que en efecto así fue, esa circunstancia no demeritó la determinación y eficacia en el operativo, aunque con un precio muy doloroso en su ejecución: fallecieron 10 soldados y una guardia nacional aparte de los lesionados.
Hoy esa acción, por valiente tanto en el que ordenó como en los que la ejecutaron, ocasionó aplausos y fanfarrias en el extranjero y beneplácito hasta en algunos de sus contumaces críticos, dado que si la recaptura fue por instrucciones de Washington o no, eso resultó irrelevante para el pueblo lo que se reflejará en un incremento del respaldo social.
Solo que, la detención del Chapo junior equivale a una victoria pírrica porque el ciudadano lo mismo del norte que del sur o del este y el occidente, ya vio que cuando el gobierno quiere puede, un poderío que orillará a AMLO a dejar los abrazos para los niños y adolescentes, mientras que el rigor de la ley tendrá que aplicarse sin cesar a todos aquellos jovenazos o adultos que creen que el portarse bien es solo para los mensos o tímidos.
En resumen: entre la recaptura de Ovidio Guzmán, la visita de Joe Biden y Justin Trudeau, López Obrador recargó las pilas, nomás que de aquí pa’l real, el lenguaje para hablar con la delincuencia será otro, tanto del gobierno federal como de los gobiernos estatales, que dicho sea de paso, sí tienen vela en este entierro.
J.R. Y LOS ALCALDES MORENISTAS
José Ramón Gómez Leal, con todo y ser el favorito unánime para ganar la elección extraordinaria para senador el próximo 19 de febrero, no soslaya que debe contar con los alcaldes morenistas de 6 de las 7 principales ciudades, sin embargo, también ha de percibir que algunos de ellos vislumbran participar en las elecciones del 2024 como candidato a senador, por lo que pudiera ser que estén viendo en el J.R. un enemigo potencial para tales planes.
Y es que si bien el objetivo inmediato de Gómez Leal es ganar la elección, 6 meses y 12 días después iniciará el proceso electoral 2023 -2024, que es de suponerse, los alcaldes otean el que J.R. buscará la reelección, aunque según el candidato morenista, él no tiene problema con ellos y considera que se podrá discutir pero no pelearse entre los mismos.
¿Y EL CUÑADO APÁ?
Bueno, sobre la relación con su cuñado Francisco García Cabeza de Vaca si bien ya pintó su raya, estima que nadie quiere estar peleado y menos con familiares, que en esto tiene razón, pero en las elecciones del 2024 se verá si “Los 3 García” no desenvainan los machetes, porque la Presidencia Municipal de Reynosa será para ellos como manantial en el desierto, y no porque vayan andar sedientos, porque si algo les sobra son “rio$” en donde abrevar, pero la codicia como la envidia no se cura por mucho que se tenga.
Y hasta la próxima.
