
Si las tendencias electorales se mantienen hasta el 4 de julio, según el primer sondeo de Hora Cero, sería la segunda ocasión que el PAN de Reynosa perdería la alcaldía por culpa del corrupto ex alcalde y actual diputado local, Francisco García Cabeza de Vaca.
Previo a los comicios de 2007, el candidato natural albiazul era el doctor Alfonso De León Perales, quien tres años atrás había renunciado al PRI para subirse a un barco capitaneado por Cabeza de Vaca, candidato a la presidencia municipal que ganó con un amplio respaldo social.
De León Perales también terminó con el brazo alzado como candidato del PAN a una diputación y llegó al Congreso del Estado, desde donde sería catapultado para convertirse en el aspirante natural a la alcaldía tres años después.
Pero Cabeza de Vaca lo traicionó en el camino y, llegado el momento, eligió a un regiomontano avecindado en Reynosa pocos años atrás, que había ocupado la Secretaría de la Función P ública en su administración: Gerardo Peña Flores.
Humillado por ese desplante para demostrar quién era el hombre fuerte del PAN, el doctor De León Perales renunció al partido, se refugió en las siglas del PRD que lo hizo su candidato a alcalde y, con los votos que obtuvo, propició la victoria del PRI, con Oscar Luebbert Gutiérrez reconquistando Reynosa.
Antes y durante la campaña, la candidatura del regiomontano Peña Flores generó serias fracturas y conflictos internos en Acción Nacional por el capricho de uno de sus militantes, abonando el camino para la victoria tricolor que puso la lápida a un proyecto de Cabeza de Vaca de convertirse en gobernador.
En el amargo recuento de los daños de aquella jornada electoral de 2007, el PAN perdió la alcaldía de Reynosa y las dos diputaciones locales, gracias a las equivocaciones de Cabeza de Vaca.
Pero si alguien creyó que esa experiencia no volvería a repetirse, erró. El año pasado el corrupto ex alcalde se salió con la suya e impuso otra vez a Peña Flores candidato a diputado federal.
La historia fue la misma: el PAN perdió el escaño en el Congreso de la Unión y, con la cola entre las patas, Peña Flores se refugió en un puesto federal de tercer o cuarto nivel dentro de la Secretaría de Gobernación.
Cuando todo indicaba que dos errores eran suficientes para aprender y que nunca más que los comités nacional, estatal y local iban a someterse a los caprichos de Cabeza de Vaca, ¡pácatelas!, en la negociación que lo marginó para ser candidato al gobierno se impuso su voluntad.
Por tercera ocasión, el corrupto ex alcalde se equivocará (si las preferencias de los electores no cambian), al sentar como aspirante a la alcaldía a otro desconocido para los electores, su amigo Jesús María “Chuma” Moreno Ibarra, humillando esta vez al candidato natural: Raúl García Vivián.
Y cuando se suponía que el ex diputado federal haría el berrinche de su vida, no tuvo más remedio que apechugar y buscar una diputación local por el Distrito 6 sur de Reynosa, uno de los bastiones albiazules entre 2000 y 2006, cuando el PAN ganó cada una de las elecciones municipales y federales.
Con base en los resultados del sondeo de Hora Cero, García Vivián se perfila para ganar su distrito ante Amelia Vitales, abanderada del PRI, mientras “Chuma” Moreno estaría destinado a perder contra Everardo Villarreal Salinas.
También el PAN ganaría el Distrito 7 sureste con Héctor Pérez Ibarra, quien supera al tricolor Reynaldo Garza Elizondo, perdedor ante el doctor De León Perales en las elecciones de 2004.
Pero falta lo mejor cuando comiencen las campañas a mediados de mayo, porque nada está decidido. Seguramente al darse a conocer este sondeo el PRI aceitará la maquinaria para ayudar a los candidatos en riesgo.
Mientras eso sucede, parece que en el PAN no aprenden de los errores… pero, sobre todo de los caprichos.