
Aveces las formas dicen muchísimo más que el fondo. Prueba de lo anterior es la situación que prevalece en los dos principales partidos políticos de la entidad: el PRI y el PAN.
Por el lado de los tricolores, acaban de recibir la visita de su dirigente nacional Humberto Moreira Valdés, quien se encargó de rendir la protesta a los nuevos dirigentes de los 43 comités municipales del tricolor.
Acompañado por el gobernador, Egidio Torre Cantú, Moreira Valdés vaticinó que el PRI regresará a Los Pinos y para ello ha comenzado su trabajo en todos los puntos del país.
Fiel a su estilo, Moreira Valdés arengó a las huestes priistas a comenzar a trabajar desde estos momentos para que el tricolor siga siendo la fuerza hegemónica en la entidad.
La gira del dirigente priista también sirvió para sepultar las aspiraciones del ex gobernador, Eugenio Hernández Flores, de convertirse en el secretario general del Consejo Nacional del PRI.
Cabe recordar que hace unas semanas comenzó a circular de manera muy insistente la versión de que Hernández Flores estaba “amarrado” en este puesto, sin embargo, lo único que provocaron estas versiones, fue una andanada de ataques y periodicazos en contra del ex mandatario estatal.
Medios nacionales como El Norte y El Universal, que nunca fueron muy amigables con el ex gobernador, reprocharon a Moreira Valdés y al resto del priismo su decisión de incluir a Hernández Flores en un espacio de representación nacional.
Tras unas semanas de silencio en el tema, el dirigente nacional del tricolor anunció que Eugenio no estaba considerado como secretario general del Consejo Nacional y que el único tamaulipeco que está en el CEN es el ex gobernador de no muy buen recuerdo que digamos, Manuel Cavazos Lerma.
Quién sabe qué tipo de presiones haya recibido Moreira Valdés para dar marcha atrás a un compromiso adquirido desde antes de convertirse en presidente nacional del PRI.
Lo que sí es seguro es que Hernández Flores cuenta con enemigos que seguramente no se esperaba que tenía, pues hace apenas unos meses, cuando dejó la gubernatura, todo era miel sobre hojuelas en su relación con las fuerzas políticas de la entidad.
Definitivamente en la política hay que andarse cuidando de las puñaladas traperas.
Otro damnificado por la no inclusión de Eugenio en el CEN del PRI es ni más ni menos que Ricardo Gamundi, quien tenía prendida todas sus veladoras en el retrato del ex gobernador.
Y que nadie se equivoque, eso de que Gamundi tenía una invitación expresa y personal de Moreira Valdés para integrarse a la directiva priista es una verdadera vacilada que fue esparcida por la misma gente de “el negro”.
Lo que sí es definitivo, es que aunque estas exclusiones llamaron la atención, no provocaron daños o divisiones al interior del Revolucionario Institucional, cuyos militantes tienen muy ensayado eso de quedarse quietecitos y calladitos.
EL OTRO LADO DE LA MONEDA
Donde se vive una situación diametralmente opuesta a la del PRI es en el PAN de Tamaulipas, donde el todavía el dirigente estatal, Francisco Garza de Coss, ya no ve lo duro sino lo tupido.
Resulta que durante las últimas semanas, el grupo político del corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, ha dedicado todos sus esfuerzos para armar tremenda campaña de desprestigio en contra de su dirigente estatal, quien busca la reelección en su cargo.
Es más que obvio que el grupo del ex alcalde no sólo le urge recuperar el poder dentro del partido –mismo que perdió hace años frente a Garza de Coss–, sino que también tienen no miedo… pavor de que el dirigente pueda reelegirse.
Prueba de ello es la intensidad de los ataques que han dirigido en su contra, que van desde supuestas acusaciones penales hasta la publicación de encuestas más chafas que unas chanclas de pata de gallo chinas compradas en la calle peatonal de Matamoros.
Es tanto el relajo que se ha armado con este asunto, que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN decidió meter orden al asunto y ha ordenado la suspensión del proceso interno de selección del dirigente, que estaba programado a llevarse a cabo en un par de semanas.
El problema es que la dirigencia panista no ha aclarado que la suspensión del proceso se debe a su intención de meter en orden a todos los militantes que, con sus guerras sucias y grillas de tres pesos, está dinamitando lo que queda de la unidad partidista.
Esto ha generado más rumores e incertidumbre entre los albiazules, que ya no saben ni qué creer.
Lo que es evidente es que el PAN llegará muy debilitado a las próximas elecciones del año 2012, pues las heridas y las ofensas que se están viendo tardarán muchísimo tiempo en sanar.
Por eso, quienes quiera que vayan a ser los candidatos al Senado de la República, donde aparecen como punteros Angel Sierra y Maki Ortiz, la van a tener muy difícil considerando que, primero, van a tener que reconstruir el partido y, después, salir a buscar el voto ciudadano.
Esta realidad, es muy diferente a la que se vive en el PRI, donde a lo mucho va a haber algunos jaloneos de personajes acelerados como Enrique Cárdenas, que le anda diciendo a quien quiera escucharlo que ya tiene amarrada una senaduría o, de perdis, una diputación federal.
Quizá lo único que pueda poner en riesgo la monolítica unidad del PRI, es que alguien insista en atacar al ex gobernador Eugenio Hernández Flores, quien seguramente desaparecerá un tiempo para esperar tiempos mejores.
Pero eso sí y que a nadie le quede la duda: de que va a volver… va a volver.
MUCHO CON POCO
Quienes han demostrado que cuando se trata de trabajar lo más importante es tener voluntad e imaginación, son los alcaldes de Miguel Alemán Ramón Rodríguez Garza y la alcaldesa de Camargo, Mely Rocha.
Ambos hacen lo que pueden con el presupuesto que tienen a su disposición y, en el caso de Mely, aunque proviene de un partido diferente al del gobernador, se dio cuenta que en estos asunto lo más importante es trabajar de manera coordinada, en lugar de andar con pleitos y divisionismos.
Ambos ediles tiene un par de cosas que enseñarles a colegas suyos de municipios mucho más poblados y con bolsas de dinero mucho más grandes.