Ya se está viendo la estrategia a la que está recurriendo la 4T para ir limpiando el camino de adversarios al presidente Andrés Manuel López Obrador, es ni más ni menos que por la vía penal y para ello se están valiendo de la figura inédita del testigo colaborador, consistente en poner el dedo a otros, que si resultan de interés para la Fiscalía General de la República (FGR): ¡sobre el muerto las coronas!.
Pero vayamos por partes y primero démosle un vistazo a la figura del temido testigo colaborador, que en el artículo 256 del Código Nacional de Procedimientos Penales dice: “Casos en los que operan los criterios de oportunidad”, y agrega en la fracción V: “Cuando el imputado aporte información esencial para la persecución de un delito más grave del que se le imputa, la información que proporcione derive en la detención de un imputado diverso y se comprometa a comparecer a juicio”.
Y luego el numeral 257 dispone como beneficio la extinción de la acción penal, -esto es agregado de Neptuno-, “por haber cantado como canario”, o sea, una concesión de la ley penal a la que se acogió Emilio Lozoya Austin, y que ahora intenta acogerse a lo mismo Rosario Robles, que al ver que le quieren cargar todas las pulgas de la Estafa Maestra, ya ofreció despepitar sobre todo ese penoso y trinquetero asunto.
El caso es que si le otorgan a doña Chayo calidad de testigo colaborador, ya están en la mira el otrora poderoso exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso y una ristra de exgobernadores y exrectores, que podrían cargar hasta con el excandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña.
Entretanto, el caso Lozoya ya echó en corrida a Videgaray y al exsenador panista Jorge Luis Lavalle Maury, quedando enlistados y en calidad de “que pase el desgraciado”, varios exsenadores que hoy son ostentosos gobernadores aunque a éstos estará complicado llevarlos ante el banquillo de los acusados -por el fuero que les concede el artículo 110 constitucional- y porque finalmente serían las legislaturas locales las que se encargarían de resolver.
Que en el caso de Tamaulipas, por ser mayoritariamente panista obvio que no aprobarían el “sacrilegio” de desaforar a Francisco García Cabeza de Vaca, y por lo mismo la FGR muy probablemente está esperando a que concluyan sus períodos los gobernadores que fueron mencionados por Lozoya Austin como los políticos que fueron ablandados a billetazo limpio para que aprobaran la reforma energética en el 2013.
Por lo pronto, trasciende que don Alejandro Gertz Manero reúne más pruebas para que la carpeta de investigación esté bien amacizada, que según se supo ya tiene el dicho de dos testigos que corroboraron lo declarado por Lozoya, y con eso, dicen los jurisperitos, están sobradamente satisfechos los requisitos que exige el artículo 16 constitucional para librar una orden de aprehensión. ¡Al tiempo!
¿PERO LOS VAN A DETENER?
Como es política no sería sorpresa que enfriaran el asunto, pero para tal cosa será menester que los imputados le bajen al volumen y den garantías de que no se volverán a meter con el “Preciso”, porque una cosa es catalogar de inequitativa la Ley de Coordinación Fiscal y otra echarle el caballo encima al primer mandatario de la Nación.
En otros tiempos, un gobernador ni saliendo limpio de una examinada se atrevería a faltarle al respeto a la institución presidencial, y hacerlo cuando la mayoría de los actuales no aguantarían ni la más somera auditoría, es tanto como encerrarse en la jaula del tigre.
En suma, hay que atemperarse porque los de la 4T ya encontraron en los testigos colaboradores la forma de eliminar a los adversarios de AMLO, y por lo que se sabe abundan los que querrán pítarrear a cambio de salvar el pellejo, lo mismo delatando a prestanombres, que ubicación de bienes, así como de cuentas bancarias y la forma en que se urdieron los trinques.
La tranquilidad, no tiene precio.
DESTAPAN A GERARDO PEÑA
No es costumbre en el panismo andar destapando candidatos por medio de dirigentes obreros. Eso lo hacía y magistralmente don Fidel Velásquez, cuando era el Tótem del obrerismo y además por instrucciones del “Preciso” en turno, por ser uno de los pilares del PRI,
Por ello causó estupefacción ver a Alberto Lara Bazaldúa, el secretario general del Sindicato Industrial Autónomo de Maquiladoras recibir en un pletórico salón de actos del recinto oficial de esa agrupación sindical a Gerardo Peña Flores, para luego espetarle “que no hay mancuerna más sólida que yo, tendría para con la población, que estar al lado de Gerardo” .
Y esas palabras se interpretaron como un deseo del diputado local Lara Bazaldúa de formar parte de la terna azul que irá por la presidencia municipal y las dos dipu-
taciones federales, un espaldarazo que no es cosa menor habida cuenta de que el sindicato que dirige es el más poderoso en Reynosa, por su numerosa membresía y por las acciones sociales que desarrollan.
Ahora viene la especulación sobre si ese destape contó con la venia del Comandante Azul, o fue un típico madruguete y luego vendrán los desmentidos, pero por la formalidad con que regularmente se conduce Gerardo Peña, cuesta trabajo creer que fue a esa reunión sin saber lo que le aguardaba, y menos sin tener la correspondiente autorización.
Y bueno, si bien no es un sindicato el indicado para destapar oficialmente al candidato panista a la presidencia municipal, también lo es que esa agrupación desde las elecciones del 2016 respalda a los candidatos azules y que por esa circunstancia se le asocia al PAN, aunque formalmente no lo esté.
Pero de que se cimbró el panismo reynosense con ese destape, se sacudió y ahora están a la espera de que el Comité Directivo Estatal lo desmienta o bien con su silencio de a entender que en efecto, Gerardo Peña muy probablemente será el candidato a presidente municipal, que de sus posibilidades de ganar comentaré en otra ocasión.
Y hasta la próxima.
