Furiosa (Anya Taylor-Joy) ha tenido una vida dura en extremo, sin quejas ni remordimientos. Mimetizada en el sistema de convivencia carente de valores, mata para defenderse en un mundo cruel donde lo único importante es estar un día más con vida.
Desde pequeña fue arrancada de su familia, del lugar verde donde vivía, para ser esclavizada por el tiránico D. Dementus (Chris Hemsworth). Cuando este se enfrenta con otro opresor, Immortan Joe, ella vislumbra la forma en que puede regresar a casa. Pero el escape será a costa de mucha sangre
Como una stunt movie (película de dobles de acción), Furiosa, de la Saga Mad Max es una trepidante precuela de Mad Max: Fury Road, la espectacular cinta de acción que presentó en el 2015 al mismo personaje, pero encarnado por Charlize Theron.
El escritor y director George Miller vuelve a presentar ahora un mundo post apocalíptico inmersivo, en el desierto australiano, donde la existencia es azarosa, pues ya no existe la ley. Con un diseño de arte asombroso, para representar cómo serán las guerras en el futuro, con recursos rústicos y muy ingeniosos, se va armando una trama en escenarios secos y llenos de arena, para presentar a Furiosa como una desposeída que tiene qué travestirse y hacerse pasar por hombre, para evitar los asedios indecentes. No tiene voz, nunca rie y vive para el trabajo rudo. Su misión en la vida es la venganza.
En el otro extremo de la narración Dementus es un psicópata carismático, que encuentra en los discursos manipuladores la mejor arma de dominación. Chris Hemsworth sorprende por su personaje cómico, casi una caricatura, con una risible nariz prostética que le da un aire torvo. Se desplaza en una risible cuadriga imperial de motocicletas, como si fuera llevado por corceles briosos, con su propio simbolismo de poder y victoria. Pero sus intenciones y su ira son mortales, cuando es atacado por la mujer de la que había olvidado su origen.
Como es característica de la serie, desde que fue inaugurada por Mel Gibson en 1979, como Mad Max, el guerrero de la carretera, lo mejor son las escenas de acción motorizadas. Es increíble como pueden inventarse nuevas formas de mostrar persecuciones, con autos alterados de elevado octanaje, con combates impactantes entre el ejército enloquecido de motociclistas de Dementus, contra los hijos blancos, war boys, de Joe, nacidos para inmolarse.
Todo, enmarcado con una fotografía ensoñada de Simon Duggan, con recurrentes tomas abiertas para captar el sobrecogedor yermo, como el infierno mismo sobre la Tierra. La música electrónica de Tom Holkenborg le añade tonalidades muy siniestras a las persecuciones exhaustivas y a la tormenta de balas que cae sobre la protagonista.
En un mundo dominado por hombres violentos, Furiosa emerge como figura singular que puede vencer el patiarcado de Joe, el asqueroso déspota que tiene reservado un harén de hermosas mujeres, a las que embaraza para que le den críos que se convertirán en guerreros a su servicio. Porque todo lo que está en la ciudadela, donde se controla el agua para someter a los harapientos conciudadanos, es para el servicio de su Majestad que dispone de cualquier recurso humano para su propio provecho. Los jóvenes guerreros han sido adoctrinados para que su misión en la vida sea morir por Joe, e ingresar gloriosamente en el Valhalla.
Furiosa, de la saga Mad Max es una interesante producción de acción que proporciona entretenimiento del mejor nivel, pero también motivos para reflexionar sobre la cultura de la dominación machista y cómo las mujeres deben entrar en acción para revertir el orden, y ocupar el lugar que merecen en el mundo sin equilibrio de género.
@LucianoCampos G