
Con el deceso del trabajador número 31 a causa de la explosión en la planta de Petróleos Mexicanos en Reynosa, se prolongó el resultado de la investigación por parte de la Procuraduría General de la República.
Y será hasta la primera quincena de diciembre cuando los familiares de las víctimas recibirán su Navidad por parte de la paraestatal y de la PGR, sobre las causas que provocaron el estallido en el Centro Receptor de Gas y Condensados que forma parte de la Cuenca de Burgos.
En la peor tragedia en Tamaulipas y en uno de los mayores capítulos negros de Pemex a nivel nacional, brotó la mugre cuando se supo a nivel nacional que la empresa de los Cabeza de Vaca, de nombre Desarrolladora Cava, S.A. de C.V., fue favorecida y desvió sus contratos a otros compañías que recomendó.
El miércoles 7 de noviembre, el director de la paraestatal, Juan José Suárez Coppel, compareció ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados donde culpó de la explosión en Reynosa a las empresas contratistas.
“Lo más probable es que (el estallido) haya sido por un problema de materiales”, dijo el funcionario federal.
Ahora el nuevo gobierno mexicano que encabezará el PRI tiene la obligación de ir a fondo, ya que en estas últimas semanas el PAN se dedicó a ser tapadera y cómplice de los culpables, mientras 31 familias directas sufren todavía el dolor de perder a sus seres queridos.
En otro asunto, a unos dos meses de la designación de candidatos para las elecciones del próximo año en Tamaulipas, es casi una realidad que el Partido Revolucionario Institucional hará coalición con el Verde Ecologista de México.
Y de ser así, es probable que en el distrito quinto local de Reynosa lleve mano el Verde para designar candidato, es decir, que la alianza sería Verde-PRI, cuando en el resto el tricolor pondría a sus gallos: PRI-Verde.
En ese tenor el precandidato más fuerte es Héctor Quiroz Torres, quien sucumbió en los comicios federales de julio pasado pero que busca la revancha. Anda encuerdado el muchacho.
El empresario de la industria del reciclaje, con pasado panista, está trabajando en este sentido, teniendo la anuencia del dirigente del ‘verdolago’ en el Estado, Jesús González Macías.
En Matamoros, por su parte, Humberto Rangel Vallejo, presidente local del mismo partido del tucán, busca por su parte la primera posición plurinominal para llegar a calentar una curul en el Congreso de Tamaulipas, además de contender por una de mayoría.
Falta saber cuál será la postura del Partido Nueva Alianza (Panal) quien, después de las elecciones pasadas cuando corrieron con sus propios candidatos y fueron mejores en las urnas que el Verde, ponga sus condiciones al PRI cuando se instale la mesa de las negociaciones. Del plato a la boca se puede caer la sopa…
En la tierra de Rigo Tovar, entre los aspirantes tricolores que se sienten con derecho a comerse una rebanada del pastel se encuentra Pedro Luis Coronado, notario público quien fue presidente local de la Fundación Colosio, y actual líder de una asociación civil denominada Fuerza Matamorense.
Coronado sabe que los vientos que soplan en noviembre pueden estar a su favor, pues todavía no hay nada para nadie. Busca la grande, que a decir verdad estaría reservada para Raúl César González, pero tampoco haría gestos si es tomado en cuenta para una diputación local.
Respecto a Raúl César, quien fue el coordinador de las pasadas campañas del PRI en Tamaulipas, entre ellos de nada más y nada menos que de Enrique Peña Nieto, anda muy movido porque está consciente de que las manecillas avanzan y su rating entre las clases populacheras está bajo.
En Reynosa llamó la atención la fiesta de cumpleaños que hizo el legislador local de Acción Nacional, Leonel Cantú Robles, aspirante a ser candidato de su partido a la alcaldía, donde hubo harta alegría, drinks y comida.
Pero sobre todo, fue una sorpresa, en la inserción que publicó en El Mañana, que no presumiera una foto con ninguno de los tres hermanos Cabeza de Vaca, pues sabe bien en vez de ayudarle pueden llevarlo a la derrota.
A partir del 1 de diciembre el PAN será oposición, sin la caja de las galletas abiertas, sin contratos públicos para financiar candidatos y enriquecer ilícitamente a los panistas de doble y triple moral.
Su derrota sería inminente, si Cantú Robles lleva de estandartes a los Cabeza de Vaca, porque los reynosenses, cuando se trata de elecciones locales (no federales como la anterior), tienen memoria de las raterías de Alí Babá y los 40 ladrones cuando estuvieron en la presidencia municipal.
Oscar Aldrete, abogado de profesión, excandidato y polémico político de esta frontera, debería cumplir con sus compromisos económicos cuando contrata espacios para quedar bien con algunos medios. Y si anda pobre que pase la charola con sus amigos.
José Ramón Gómez Leal, diputado local del PAN que aspira a ser candidato albiazul a la alcaldía de Reynosa, sabe que dentro de la militancia no las trae todas consigo, por eso está por comenzar una estrategia para promover sus logros.
En esta misma ciudad todo indica que hay dos finalistas en la carrera dentro del PRI al mismo puesto: Carlos Solís y Rigoberto Garza Faz, aunque puede haber un tercero en discordia que tenga la bendición del alcalde Everardo Villarreal Salinas.
¿Qué quiere decir? Que aún no hay nada para nadie.