
Las encuestas son una herramienta útil en la toma de decisiones en la política, pero hay que saber leerlas ocupando sensibilidad y oficio político, porque no siempre el mejor aspirante posicionado resulta ser el mejor candidato cuando se va a una elección, en este caso las de julio de 2013 en Tamaulipas.
Para pruebas va un botón: en los comicios de 2009, cuando el PRI ungió como su candidato al gobierno de Nuevo León a Rodrigo Medina de la Cruz, el entonces ejecutivo estatal, Natividad González Parás, se inclinó por su secretario general de Gobierno, quien estaba ubicado en la quinta posición en las encuestas.
Por encima de Medina de la Cruz estaban Abel Guerra Garza, exsecretario de Obras Públicas; Benjamín Clariond Reyes-Retana, exgobernador, y Eloy Cantú Segovia, senador, entre otros, mientras que el actual gobernador estaba en el sótano de las simpatías de acuerdo a los ejercicios de opinión pública.
Con mucha habilidad y no haciendo caso a los resultados de los sondeos, González Parás eligió el perfil que demandaba el electorado rumbo a esa elección: un muchacho joven que no estaba enfrentado con las política y empresarial; con los sindicatos, organismos intermedios y sociedad civil, en general.
Medina de la Cruz, con atributos, tenía el perfil para ganarle a un toro, a un peso completo, de nombre Fernando Elizondo Barragán, del PAN.
Este caso que resultó emblemático para la toma de decisiones del candidato del PRI en Nuevo León, necesariamente tendría que aplicarse para las ciudades de Tamaulipas cuando se designen candidatos a alcaldes.
Porque la política no es cuadrada ni numérica, mucho menos estadística. Es un tema de sensibilidad, de escuchar, de “feeling”, cuando se tiene el deseo real de ganar.
De otra forma en Tamaulipas se podría repetir la catástrofe del tricolor de julio pasado, cuando por errores en las decisiones se llevó prácticamente a una depresión electoral, dentro y fuera del partido, por los perfiles seleccionados.
Una máxima de la política reza que al electorado hay que darle lo que pida.
Diciembre era un mes clave para las aspiraciones de todos los precandidatos que buscan aparecer en las boletas electorales cuando se elijan candidatos a alcaldes en Tamaulipas el domingo 7 de julio de 2013.
Según los enterados dentro del Partido Revolucionario Institucional, a más tardar en la primera quincena de enero el gobernador, Egidio Torre Cantú, pondría “una tremenda tacha” –como dice Chabelo en su programa dominical–, a los que nunca levantaron en el ánimo de los priistas.
Por eso algunos de los que aspiran en cada una de las localidades tamaulipecas podrían pasar una amarga Navidad, si les adelantan que su premio de consolación será competir por una diputación local, nada despreciable para rechazar o ponerse a llorar.
Torre Cantú no puede permitirse que dentro del PRI se vuelvan a equivocar en designar candidatos como sucedió en julio pasado, con las derrotas de cinco de los ocho que contendieron por las diputaciones federales, entre ellos Yanín García, en el Distrito IV de Matamoros; Gabriel de la Garza, del III de Río Bravo, y Reynaldo Garza Elizondo, del Distrito II con cabecera en Reynosa.
Más valdrá que Ramiro Ramos y Amelia Vitales, presidente y secretaria general del tricolor estatal, saquen a flote el barco que esta hundido, porque de lo contrario será su tumba política. De por sí sus designaciones dejaron con la cara de what! a más de uno, cuando Lucino Cervantes fue echado con todo y chivas.
En la reciente encuesta de Hora Cero, el dirigente obrero Garza Elizondo ocupó la primera posición entre quienes contestaron votarían por el PRI en los próximos comicios en Reynosa, y que dijeron que él debería ser el candidato a alcalde.
Como era de esperarse, hubo reacciones entre sus correligionarios, recordando que Garza Elizondo ya ha perdido dos elecciones frente al PAN, la más reciente en julio pasado cuando Humberto Prieto Herrera le ganó la curul en el Congreso de la Unión.
¿Por cierto, quién sabe cómo se llama la o el diputado federal por Reynosa que remplazó a Everardo Villarreal Elizondo?
Si alguien conoce la respuesta por favor puede mandar su curriculum, pues probablemente Hora Cero cometió una gravísima omisión en la encuesta al no incluir su nombre entre los precandidatos.
Otras voces priistas afirman que Ernesto Robinson Terán, secretario de Desarrollo Social del municipio, fue el gran ganador de este ejercicio de opinión pública al estar en segundo lugar con 19.1 por ciento por 33.1 de Garza Elizondo.
El tercer lugar del diputado local Carlos Solís (16.9 por ciento) fue motivo de polémica, ya que se dijo que era muy generosa la posición para el nulo contacto que ha tenido con las bases tricolores desde que se fue al Congreso del Estado.
Pero si en algo coinciden los dirigentes tricolores y funcionarios de alto nivel del ayuntamiento reynosense es que el trabajo realizado por Villarreal Salinas, en sus primeros dos años de administración, colocan al PRI con posibilidades de ganar: 45.3 por ciento por 41.3 del Partido Acción Nacional.
En cuanto a los resultados obtenidos por los aspirantes albiazules, las simpatías favorecen a Raúl García Vivián, el panista que se enchiló con sus dirigentes en 2010 al ser marginado para la alcaldía y contendió por el Partido Convergencia, rebautizado como Movimiento Ciudadano.
Sin el presupuesto de las delegaciones federales que financiaron las campañas del PAN, habrá que ver qué tan profundos tienen los bolsillos Jesús María Moreno, José Ramón Gómez Leal y Humberto Prieto, los otros que andan ganosos.
Pero seguramente deben estar tranquilos por un lado, pues el corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, será el principal patrocinador de las campañas a alcalde y diputados locales. ¡Sí cómo no!
En Matamoros la gallera tricolor también anda alborotada y se tiran unos a otros, luego de publicarse los resultados del sondeo de Hora Cero.
Daniel Sampayo Sánchez y Raúl César González García andan como El Guasón, con una sonrisa de oreja a oreja, con su 27.4 y 24 por ciento, respectivamente, no así Salvador Treviño (18.3 por ciento) que fue cuarto, superado por Jesús de la Garza Díaz del Guante (19.4 por ciento), quien tiene años buscando la grande.
En la otra esquina, que el PAN sea superado ampliamente por el PRI (58.3 por ciento a 35.3) cuando faltan siete meses para los comicios, favorece al diputado federal Carlos García González, aunque haya quedado en segundo lugar por escaso margen ante Leticia Salazar, 52.8 por ciento a 47.2, respectivamente.
En fin, será después de que se escuchen las doce campanadas que anuncien el comienzo de 2013 cuando el telón del PRI se levante, porque en el PAN aún no hay una fecha definida. v