Estaba el otro día el Tifoso con su bella Tifosa en la fila del cine probando unas palomitas ‘pink’ de 250 pesos, con aquello que este color barbiresco anda muy de ‘modi’, cuando casi se atraganta porque miró en su ‘tifosófono’ que el futbolista francés, Kylian Mbappé, ganaría 409 mil pesos ¡¡¡por segundo!!! de fichar con el Al Hilal de Arabia Saudita. ¡OMG!
Sin ponerle atención a su distinguida acompañante el Tifoso rápidamente sacó cálculos mentales y resolvió que que eso sería mil 636 cajas de palomitas rosadas ¡por segundo! o sea 24 mil pesos por minuto, un millón 4 mil pesos cada hora, 35 millones de pesos por día, 240 millones de pesos a la semana, mil millones al mes…, mejor ahí le paramos con el contrato multimillonario de mil 100 millones de euros que no progresó, porque Mbappé se negó a entablar pláticas con los dirigentes saudís y apuntaría hacia al futbol español.
Al menos el Tifoso pudo ver su película tranquilo, sin sentirse tan mal de que a duras penas le sobró para pagar la pesera de regreso a casa, mientras en el mundo hay personas que nadan en dinero, pero el caso es de que el exitoso jugador del PSG, quien no anda de glotón comiendo palomitas rosas y se entrena diariamente desde las 5:00 de la mañana, todavía podría emigrar al Real Madrid, club que no le olvida para reforzar la delantera e intentar competir en La Liga doméstica y en la Champions.
Todo indica que se vestirá de blanco, si de última hora no cambia de parecer y al final decide quedarse en Francia o sigue los pasos de Cristiano Ronaldo hacia Medio Oriente.
NO TE VAYAS CON LA FINTA
Al día siguiente al Tifoso le dio una taquicardia porque encendió su televisor y miró al basquetbolista Jaime Jáquez Jr. pitcheando una bola de beisbol en el diamante de los Marlins de Florida. ¡¡¡¿Que, qué?!!!
Descanchado, confundido y recordando a Michael Jordan con los White Sox de Chicago, cayó en cuenta que era solamente lanzar la primera bola en el juego contra los Rockies de Colorado. Y es que el grandote mexicano, quien fue seleccionado en el último Draft por Miami Heat, tiene una prometedora carrera en el baloncesto profesional.
En vez de andarse infartando con suposiciones absurdas el Tifoso debería darse cuenta que ésta es una buena señal por la lesión que Jáquez Jr. sufrió hace poco en uno de sus hombros y pronto regresará a las duelas, mientras tanto que disfrute el cariño de los fanáticos que, además de la ‘messimanía, han puesto mucha atención en este deportista.
OJALÁ QUE QUEDE SÓLO EN SUSTO
Otra buena noticia es que el jugador de los Bills de Buffalo, Damar Hamlin, ha vuelto a entrenar y fue ovacionado en la primera práctica de la temporada.
El futbolista defensivo de la NFL sufrió un paro cardíaco en enero pasado, en un partido contra los Bengalíes de Cincinnati, y salvó la vida de manera dramática.
Todo parece indicar que Hamlin, de 25 años de edad, estará entre la plantilla de 53 que afrontarán la campaña 2023.
En Internet aún son muy populares las imágenes donde se aprecia cuando se desvaneció en el campo de juego y recibió reanimación cardiopulmonar.
¡¡ATERRADOR!!
El Tifoso cree que acontecimientos como ese lo han dejado espantado. Está bien, ahí le damos la razón, luego de lo que recientemente ha pasado en Argentina, donde la violencia se sigue apoderando de los campos de juego.
Resulta que se estaba realizando un partido en una liga amateur de Buenos Aires, cuando varios futbolistas se ofuscaron por una decisión del silbante Cristian Ariel Paniagua, quien fue víctima de una brutal agresión.
Fue a tal grado su coraje que Williams Alexander Tapón, del equipo La Cortada, lo agarró a puñetazos y una vez que estaba en el suelo lo dejó inconsciente con una patada en la cabeza. El árbitro fue trasladado de urgencia a un hospital en un suburbio de Avellaneda.
Las horrendas imágenes le dieron velozmente la vuelta al mundo, pero este escándalo no paró ahí, porque el acto del futbolista recibió tanto repudio público que erróneamente decidió agravar las cosas y pegarse un tiro en su domicilio.
La Fiscalía local investiga el caso como presunto suicidio, porque irónicamente le dijo a su esposa que no quería ver sufrir a sus hijos cuando fuera detenido, pues podría enfrentar un castigo de 10 a 15 años de prisión y la posibilidad de que se le prohibiera el ingreso de por vida a espectáculos deportivos.
En el barrio pobre donde vivía Williams los vecinos lograron escuchar el fuerte impacto del balazo que acabó con la vida del joven jugador, quien era padre de un par de niños de dos años y otro de siete meses. Antes de morir reconoció que reaccionó mal porque el réferi estaba supuestamente favoreciendo al conjunto contrario. El Tifoso avisó que se lo pensará dos veces cuando lo inviten a los acalorados picados argentinos (cascaritas), porque dice ser un defensor del ‘fair play’ y de que los deportes sigan siendo espectáculos familiares.