Por la forma en que se han inquietado los gobernadores da la impresión de que están haciendo cálculos políticos sobre bases falsas o guiándose por instinto, que como el león creen que todos son de su condición, y por añadidura suponen les van a arrebatar el poder de la misma forma en que ellos lo hicieron, para nada han reflexionado que López Obrador muy posiblemente practicará política en forma diferente al sistema en que ellos nacieron, crecieron, se multiplicaron y siguiendo el proceso de la naturaleza: ¡van a morir!, políticamente hablando.
Porque la repulsa ciudadana del pasado primero de julio fue clara y contundente: no quieren ya gobernantes corruptos, abusivos y fantoches, entonces, mejor atiendan el mensaje y despreocúpense de los coordinadores que ya lo dijo AMLO, de que van a llegar van a llegar pues tiene facultades para designarlos, y por lo que ha trascendido ellos no van a invadir funciones de los gobernadores, pero tampoco les van a servir de tapete.
Por lo pronto queda claro que el estilo de gobernar de López Obrador será austero, lo que implica sueldos racionales dentro del servicio público del gobierno federal, y por concomitancia los estatales y municipales tendrán que estar en la misma sintonía, ya que de no hacerlo comenzarán las comparaciones y en las subsecuentes elecciones terminarán por comerles lo que les queda de mandado por los Estados, tanto al PAN como al PRI.
Esa austeridad abarca también que no sean tan faramallosos, cual más cual menos cuenta con un extremo círculo de seguridad que da la impresión de sentirse creaciones irremplazables del mismísimo Miguel Ángel, eso al pueblo evidentemente le choca, porque mientras el ciudadano tiene que lidiar con la inseguridad y si le da por traer en el auto una pistolita por aquello de no te entumas, él sí no va escapar al acucioso ojo policiaco y en el primer retén será detenido y consignado ante el Ministerio Público por andar portando armas sin licencia.
Pero no es todo, el pueblo también ya les dijo el pasado primero de julio que no sean corruptos y de esos busgos que no saben con cuántas gordas llenan la panza, como también les “textearon” en las urnas que ya no se comporten como fantoches, esto es, que no anden exhibiendo que ya les está yendo a toda madre lo mismo en las reuniones de cuates que en los vehículos en que se transportan, que incluyen chofer, asistente, novia u lo que sea, que hoy en día esto último ya no tiene nada de raro.
No será fácil se desprendan de toda esa parafernalia que se arma en torno al poder, pero el nuevo estilo de gobernar los orillará a hacerlo si quieren mantenerse electoralmente competitivos, por ello pienso y lo digo, que los gobernadores están haciendo cálculos sobre bases falsas, mejor vayan proyectando políticas sin corrupción, ni fantochería.
EL FUTURO DEL PRI Y EL PAN
POR TAMAULIPAS
Sin necesidad de consultar con el oráculo, veo que los tricolores tienen un horizonte bastante negro mientras que los azules un tanto gris, los resultados electorales del pasado primero de julio fueron demoledores: los candidatos priistas fueron barridos en las elecciones federales al igual que los panistas; pero en las municipales los “blú” mantuvieron la hegemonía política al ganar en 31 de los 43 municipios, un resultado que les alienta para las elecciones de julio del próximo año en que se renovará el Congreso del Estado.
Sin embargo, en lo que corresponde a los municipios pegados al río Bravo por esas fechas ya estará bien aterrizada la zona libre, aparte de la disminución del IVA y el ISR, mientras que los obreros de maquiladoras ya ganarán el doble, y obvio que esas buenas las van a cacaraquear los legisladores morenistas por ser propuestas de López Obrador y con ello van a pavimentar el camino rumbo al palacio legislativo.
En consecuencia, le van a sobrar prospectos al Morena lo mismo internos que externos para las candidaturas a diputado local, mientras que el PAN tampoco tendrá problemas para presentar candidatos que con el respaldo de los alcaldes incrementarán sus posibilidades de ganar si es que los ediles se despojaron de las actitudes abusivas y fantoches.
Pero los que van a andar en Reynosa como chivos extraviados son los candidatos del PRI, y si que van a tener problemas para encontrar candidatos ganadores. En las últimas elecciones en que se disputaron diputaciones locales que fue en las del 2016, perdieron y sin retobar Linda Mora, Norma Delia González, Carlos Solís Gómez y Guillermo Acebo Salman.
Y por si quedaban dudas de que están enterrados, en las del pasado primero de julio sucumbieron como candidatos a diputado federal Gustavo Rico de Saro y Benito Sáenz Barella, no omito que también Serapio Cantú aunque el resultado de la elección municipal está en el aire por la impugnación del PRI y el Morena, pero de que van a presentar gallos no hay duda, pues no faltará el que acepte con tal de ver su foto en la boleta, aunque en la elección será, como ya lo dijo Dulce María Sauri Riancho, un candidato testimonial.
Así que ante tales circunstancias el PRI tendrá que echar mano de los noveles, total, en una de esas dan la sorpresa, ya nada tienen que perder, consolidarse a nivel nacional les va a llevar una década y al PAN igual, que todavía no sabe si se deshace o tolera a Ricardo Anaya, el peor candidato presidencial que ha postulado dicho partido en lo que va del siglo 21, y lo anterior está repercutiendo por los Estados que donde son gobierno mantienen la unidad pero por la concesión de cargos públicos, no por otra razón.
LA JUSTICIA, SUEÑO QUIMÉRICO
Hará cosa de unos ocho años el gobierno federal anunció con fanfarrias la instauración de un sistema de justicia penal con el que se acabarían los abusos y los acusados ya no se pasarían años sin dictarles sentencia, hubo mucha inversión lo mismo para construir salas adecuadas para la asistencia del público que en capacitar al personal, y a más de ocho años los abogados que persiguen la chuleta por agencias del Ministerio Público y juzgados con desaliento comentan que los modos de lograr la justicia no han cambiado en forma notable.
Aunque reconocen que algunos fiscales en aras de abreviar los procedimientos buscan que mejor haya un arreglo, que si bien el Código Nacional de Procedimientos Penales permite acuerdos entre acusado y ofendido siempre y cuando no sea grave el delito, el problema es que algunos M.P. tosen c ómo diciendo “y yo en qué leo” , pero bueno, Roma no alcanzó su esplendor en un siglo y que en México la legalidad se observe cual debe ser va a llevar mínimo otros ocho años.
Tener seguridad no es cosa de sólo andar correteando malandracos, se requiere que los fiscales y jueces entiendan que la tarea de ellos es también orientar al ciudadano, hacerles sentir que con gusto los van a auxiliar, porque si de por sí la gente ya llega apaleada por el delito que le cometieron como para que encima encuentre obstáculos.
La seguridad no es tema de esta columna, pero por ser un problema social debemos ocuparnos de ella, se ha avanzado pero todavía falta camino por arar. Y hasta la próxima.