
Fue uno de los hijos políticos de Vicente Fox Quesada, llegando a ser legislador federal cuando el Partido Acción Nacional ganó las elecciones del año 2000; posteriormente sedujo a los votantes, se presentó como candidato y se convirtió en alcalde de una de las ciudades más importantes de su Estado.
Sin embargo, se rodeó de un grupo de colaboradores que, hambrientos de poder y dinero, se hicieron millonarios en tres años junto con él; usaron prestanombres para accesar a contratos, pusieron a cuota a proveedores, pero el peor de los escándalos fue haber incrementado desmesuradamente sus fortunas sin justificación.
La corrupción estaba en todas las áreas de la administración en cada día, mes y año de su gestión. Y las promesas que hizo a los electores de que su administración sería diferente a las del PRI, fueron palabras con fétidos olores se fueron por la cañería.
Empresarios agraviados por negarse a pagar cuotas a inspectores municipales fueron amenazados con el cierre de sus negocios por supuestas faltas a los reglamentos.
Al interior del Cabildo regidores y síndicos del PAN dieron la espalda públicamente al alcalde sorprendidos por los altos niveles de corrupción.
La ruptura entre panistas –aderezada de innumerables denuncias y pruebas de anomalías en la administración blanquiazul–, eran el pan de cada día en la prensa.
Desde inicios de su administración, el alcalde hizo públicas sus intenciones de querer ser el candidato a gobernador de su Estado. Y pocos dudaban que no lo sería, sobre todo porque hasta ese momento era el “chico de moda” del PAN. Vaya, las tenía todas a su favor y pocas en contra.
Pero la ambición personal lo cegó. Las pruebas de su corrupta administración y documentos oficiales del enriquecimiento inexplicable de él, de algunos asesores, secretarios y directores llegaron en un sobre a Los Pinos y al Comité Ejecutivo Nacional del PAN… y su carrera política vestido de azul y blanco terminó .
Cuando empezó a ser marginado, el alcalde filtró a la prensa que si no era el candidato a gobernador entonces aceptaría la invitación del Partido del Trabajo (PT), pero no asustó a nadie.
Y llegó el día: el CEN del PAN lo descartó para cualquier candidatura, lo dejarán terminar su gestión y su expulsión del partido ya fue solicitada por un grupo de ilustres militantes.
Con grandes similitudes, la historia anterior no es un extracto de la biografía del corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca. Se trata de los últimos tres años del también corruptísimo alcalde de Monterrey, Adalberto Madero Qurioga.
Los dos crecieron dentro del PAN de la mano de Fox; acumularon grandes e ilícitas fortunas siendo funcionarios públicos; mancharon las siglas de su partido; su ambición rebasó a gobernantes del PRI; dividieron a la militancia, y todo indica que Cabeza de Vaca tendrá el mismo fin que Madero Quiroga.
Por cierto, en las próximas semanas se llevará a cabo una reunión en Ciudad Victoria con los aspirantes panistas a la gubernatura, convocada por el presidente estatal, Francisco Javier Garza de Coss.
Se espera la asistencia del senador, José Julián Sacramento; del coodinador de Fonaes, Angel Sierra Ramírez; del funcionario de la Sagarpa, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, y de la senadora, Lázara Nelly González Aguilar, entre otros que anden con la calentura de agarras en sus manos esa papa caliente.
Las elecciones en Tamaulipas se adelantaron para julio de 2010. Por lo mismo todos los partidos se vieron en la necesidad de adelantar las manecillas del reloj, aunque parece que los más disciplinados son los del PRI, esperando la voz de arranque del gobernador Eugenio Hernández Flores.
El sábado 19 pasado, en la capital del Estado, el corrupto Cabeza de Vaca festejó su cumpleaños en un evento donde destacaron tres cosas: el acarreo descarado con autobuses, el desaire de militantes de su partido en Reynosa y la ausencia de notables.
De Reynosa brillaron por sus ausencia algunos que fueron de sus cercanos colaboradores, entre ellos el dirigente municipal y ex diputado federal, Raúl García Vivián; el regidor, Roberto Carlos Rodríguez; el ex secretario del Ayuntamiento, Horacio Ortiz Renán y el ex titular de la Secretaría de Obras Públicas, José del Carmen Prieto Valenzuela.
Por cierto, este domingo se elegirá al nuevo líder estatal juvenil de Acción Nacional, siendo candidatos Adolfo Guerrero y Humberto Prieto, éste último hijo del ex funcionario municipal, ahora aliado de Garza de Coss, que supuestamente se distanció de Cabeza de Vaca. Como quien dice: “El botín los unió y su repartición los dividió”.
Volviendo al tema para elegir al candidato a gobernador en Tamaulipas, los tiempos y la forma sobre la designación (convención o designación directa), dependerá de los nombramientos que haga el jerarca nacional, César Nava, en las carteras de Fortalecimiento Municipal y de Elecciones.
Cuando su antecesor Germán Martínez salió destapado del CEN como tapón de sidra, hizo lo mismo el principal aliado que tenía el corrupto Cabeza de Vaca, de nombre Jorge Manzanera.
Será en octubre cuando se renueve en Reynosa el comité municipal panista, y los tres los principales aspirantes: Roberto Carlos Rodríguez, Eliacib Leija y Mario Gómez Monroy ¡aunque usted no lo crea!. El angelito fue uno de los funcionarios más corruptos de la administración de Cabeza de Vaca y hay pocas dudas de quién lo patrocina.
Otro que se mueve (o tiene un prospecto) es Héctor Pérez Ibarra, ex secretario de Desarrollo Social en el trienio panista y ex candidato a diputado local. Total que de los albiazules habrá tela de dónde cortar.
El que anda alborotado que puede ser el candidato del PAN a la presidencia municipal reynosenses es Jesús María “Chuma” Moreno, quien no entiende que cedería su lugar en caso de que Cabeza de Vaca sea descartado para la grande. Se nota que el ex funcionario de la Comapa es novato en estas lides.
Ese trueque sería factible con “Chuma” Moreno, pero nunca con García Vivián que anda bien en serio buscando las simpatías de la militancia.
Ahora bien, en las trincheras del PRI Oscar Luebbert Gutiérrez ya aprendió que si quiere ser abanderado a la gubernatura sabe que la decisión será de Eugenio Hernández Flores. Ya no anda desatado como en 1998 y 2004 cuando su nada disimulada obsesión lo sacó de la carrera.
El alcalde de Reynosa anda disciplinado y sabe que es el único político en Tamaulipas que le agarró el número a Cabeza de Vaca, ya que recuperó para el PRI la presidencia municipal en 1997 y le arrebató las dos diputaciones federales en los pasados comicios.
Lo peor que puede pasarle a una persona es que “te agarren el número”. Y Luebbert Gutiérrez demostró que para esos menesteres es todo un master. Y si hay dudas ¿cuándo se ha leído o visto que el corrupto se meta con el alcalde de Reynosa?
Y como en 2010 se renuevan también las alcaldías, hay que echarles el ojo al diputado federal, Everardo Villarreal Salinas; al diputado local y presidente estatal del tricolor, Ricardo Gamundi Rosas, y al gerente de la Comapa, Exiquio Reséndez, como los más fuertes aspirantes para ser el candidato a la alcaldía de Reynosa.
Si Luebbert Gutiérrez es el agraciado, entonces Hernández Flores decidirá quién va como abanderado a la presidencia municipal, llevando mano Gamundi Rosas. Pero si el alcalde muerde el polvo por tercera ocasión, muy seguro jugaría con las cartas de Everardo y Esiquio.
Vamos a ver cómo se acomodan las calabazas.