El líder nacional del Partido Revolucionario Institucional, (PRI) Manlio Fabio Beltrones descubrió el hilo negro al culpar a los malos gobiernos por la vergonzosa derrota en Tamaulipas, tal parece que ignora que los ciudadanos lo que realmente desean es ver rodar las cabezas de los corruptos como en un circo romano.
Tal parece que Beltrones no se dio cuenta que los ciudadanos quieren ver sangre y ante tanta indiferencia del PRI y de sus gobernantes salieron con el hacha en mano a emitir el llamado voto de castigo.
De nada sirvió su estructura priista, muchos decían que la maquinaria estaba bien aceitadita y que el mejor candidato a la gubernatura era Baltazar Hinojosa Ochoa, pero lo que no sabían era que nadie puede hacer frente al voto de castigo.
Sin duda alguna fue una amarga y dolorosa derrota para el Partido Revolucionario Institucional tanto así que el líder nacional del tricolor Manlio Fabio anda buscando culpables.
Pero para qué buscarlos después de las elecciones, a poco Beltrones no se había dado cuenta del descontento, hartazgo y enojo que había contra los malos gobernantes tamaulipecos.
Los priistas tuvieron seis años para evaluar a sus gobernantes y no lo hicieron, se confiaron y colocaron al mejor de sus gallos como candidato, pero Baltazar Hinojosa no podía solo contra toda esa inercia.
Después de que les pasó el tren por encima, los priistas se preguntan quién fue el culpable de esta debacle, en un Estado que se caracterizó por más de 80 años como un fuerte bastión del PRI.
Es muy sencillo Beltrones y el próximo líder estatal del PRI sólo tienen que voltear a ver atrás y analizar a sus actuales gobernantes (sólo hasta el primero de octubre) allí se darán cuenta sin escarbarle mucho lo mal que hicieron las cosas quienes estaban al frente de la gubernatura, municipios y diputaciones locales.
Tal parece que los priistas se la van a pasar dando de brincos y querrán saber quién tuvo la culpa, si verdaderamente quieren ver sangre entonces que comiencen por expulsar a los ex gobernantes priistas tachados de corruptos por la sociedad y sobre todo por los votantes.
Que tal si empiezan con Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba o Eugenio Hernández Flores o será que por el sólo hecho de ser ex gobernadores priistas se sienten intocables.
En las elecciones presidenciales del 2012 los votantes ya habían mandado un aviso y aunque Enrique Peña Nieto ganó la presidencia de la República, en Tamaulipas ganó la panista Josefina Vázquez Mota.
También en las elecciones para senador el voto
de castigo se hizo presente y los perdedores fueron los priistas Manuel Cavazos Lerma y Guadalupe Flores de Suárez.
Los constantes ataques contra Cavazos, Ya-
rrington y Hernández por corrupción, lavado de dinero y sus nexos con el crimen organizado hicieron mella en el voto de los ciudadanos y se los restregaron a los priistas en las urnas.
Pero ya desde el 2012 siendo líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz quien debido a su poca estatura política no pudo ver el daño que le habían ocasionado esos tres ex gobernadores y por si fuera poco les perdonó la vida y los defendió de las múltiples acusaciones.
Será Beltrones capaz de hacerles algo a estos ex gobernadores acusados de bandidos, creo que la simple expulsión no serviría de nada, considero que el gobierno federal debería de meter a alguno de ellos a mascar fierro.
Porque no puede ser que Tomás Yarrington Ruvalcaba siga prófugo de la justicia burlándose de los propios priistas, ya que tiene sendas investigaciones tanto en Estados Unidos como en México, sobre su paradero nadie sabe nada aunque tiene ficha roja en la Interpol donde en que país se esconde.
Y si Tomás Yarrington esta en México pues peor será el daño para el PRI porque estando frente a sus narices nadie hizo nada para detenerlo.
A Eugenio Hernández Cavazos no lo bajan de corrupto y terminó su mandato como multimillonario avecinado en una exclusiva zona de Mc
Allen, Texas y que ahora se pasea por Ciudad Victoria como si fuera un angelito y hasta posa para la foto haciendo fila para votar.
Cavazos Lerma con negros antecedentes, tiene fuero y fue el mismo PRI quien lo colocó en la fórmula para que fuera senador aún perdiendo en las urnas.
Algo tiene que hacer el líder nacional del PRI y no esperarse hasta que termine su gobierno Egidio Torre Cantú porque mucho de los votos de castigo contra el tricolor obedecen al mal desempeño como gobernador y tampoco debe dejar que la historia lo juzgue.
Esta elección del 2016 nos dejó muchas interpretaciones, en las urnas ganó Cabeza de Vaca y perdió Baltazar Hinojosa, pero en la mente de muchos el gran perdedor fueron los gobernantes priistas.
Otros aseguran que Cabeza de Vaca no ganó, quien verdaderamente esta detrás del triunfo del panista son aquellos que aplicaron el voto de castigo muchos de los cuales son priistas por cuyas venas desde ahora corre sangre azul.