Desde el Comité Ejecutivo Nacional del PRI empezará pronto una ofensiva para debilitar al senador Francisco García Cabeza de Vaca, empezando por despedir a sus allegados que siguen incrustados en el gobierno federal, succionando de una ubre que desde diciembre de 2012 dejó de tener color azul.
Fuentes muy acreditables dentro del edificio de la Avenida Insurgentes de la Ciudad de México, aseguran que Cabeza de Vaca -el corrupto senador que fue alcalde de Reynosa entre 2005 y 2007-, intenta utilizar a sus achichincles que están en nómina para sus fines políticos,
Desde que Vicente Fox Quesada ganó la presidencia y Cabeza de Vaca la diputación federal, en el año 2000, varios reynosenses se fueron a trabajar a la capital del país, pero extraño ha sido que con el PRI de regreso a Los Pinos, continúen en la nómina de Enrique Peña Nieto.
Entre ellos Gerardo Peña Flores, quien en 2007 fue el candidato perdedor de Acción Nacional a la alcaldía de ésta frontera, que aterrizó en la Secretaría de Gobernación en un puesto de alto nivel, cuando en la administración local no pasó de ser el contralor municipal.
Pero como tuvo un buen padrino, Peña Flores se mantuvo aferrado a la ubre, como también Miguel Villarreal Ongay, otro bueno para nada que se despachó con la cuchara grande cuando fue funcionario en aquella nefasta administración del PAN, y hasta llegó a ser alcalde interino.
En fin, parece que ésta vez el PRI va en serio después de que por más de ocho años el senador Cabeza de Vaca ha comprado su impunidad. Se podía entender eso en los sexenios panistas, pero con el PRI como que dejaba muchas sospechas que ande tan campante.
En el año 2016 habrá elecciones para gobernador en Tamaulipas, así como de alcaldes y la renovación del congreso estatal, pero antes hay una cita a las urnas en junio del próximo año cuando se elijan los diputados federales, donde Cabeza de Vaca meterá mano para poner de candidatos a miembros de su banda,
Por eso se entiende que el Revolucionario Institucional a nivel federal, porque en el estatal ni sus luces, quieran ponerle la mano encima al senador. Y empezarán a hurgar entre los posibles candidatos a diputados federales cercanos a él, para sacar la mugre de sus trayectorias.
Así desde el DF se le echará la mano al gobernador Egidio Torre Cantú para que saque adelante la elección federal de 2015, ya que en 2012 se perdieron seis de las ocho diputaciones federales.
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Hace apenas uno días nos la gente se estaba preguntando quién iba a ser el primer político tamaulipeco en entrarle a la moda de echarse encima una cubeta de agua helada cuando el alcalde de San Fernando, Mario de la Garza Garza, que les gana en el impulso y que se anota.
Ahí tienen que el edil publicó en un video en donde
acepta el reto que le hicieron pero, aclara, no se echaría agua encima, como lo han hecho miles de personas en las grabaciones subidas a internet.
En su explicación, Mario de la Garza reconoce que San Fernando tiene un grave problema de falta del vital líquido, por lo que sería totalmente irresponsable salir y tirarse encima una cubeta de agua.
Es por ello que aunque aceptó el reto que le hicieron, decidió hacer algo más productivo y donó una parte de su sueldo a favor del albergue del Hospital General de San Fernando que tiene muchas necesidades.
Al cumplir con el reto, Mario de la Garza tuvo la ocurrencia de retar a una serie de políticos tamaulipecos, entre los que se encuentran el secretario de Desarrollo Social, Homero de la Garza Tamez; el de Salud, Norberto Treviño García Manzo; el de Desarrollo Rural, Carlos Solís Gómez; el dirigente estatal de la CNOP, Efraín de León León; la ex diputada, Martha Guevara de la Rosa y el alcalde de Reynosa, Pepe Elías Leal.
El que de inmediato respondió el reto fue el alcalde de Reynosa, quien declaró ante los medios de comunicación que no se va a echar encima una cubeta de agua helada, sino que va a donar una parte de su salario a la asociación local que apoya a la gente con esclerosis y otra más al Sistema DIF de Reynosa.
Que bueno que aún en estas modas raras, hay políticos que tienen un poco de sensibilidad para evitar ofender a la gente que no cuenta con el servicio de agua potable, principalmente en una ciudad como Reynosa.
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En un hecho inédito, las autoridades de la Secretaría de Salud atendieron casi de inmediato la crisis que provocó el incendio en la farmacia del Hospital General de Reynosa.
Para nadie es un secreto que este nosocomio es uno de los más ocupados en la región, pues recibe gente de Reynosa, Río Bravo, Miguel Alemán, Camargo y Díaz Ordaz.
Por eso, tener cerrado un área tan sensible como lo es la farmacia, viene a convertirse en un gravísimo problema que fue atendido a las horas de que se presentó el incendio.
Ojalá para todos los problemas las autoridades fueran así de rápidas en solucionar las crisis.
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Los jefazos del gobierno federal deberían empezar a pensarle dos veces antes de continuar con el formato de las reuniones de evaluación de la estrategia de seguridad para Tamaulipas que encabezan el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong y los titulares de la Marina, Ejército y Procuraduría General de la República.
Conforme pasa el tiempo, los ciudadanos ven como algo cada vez más inútil estas reuniones, que pareciera sólo sirven para lanzar optimistas mensajes de que todo está perfecto en Tamaulipas y que ya vamos saliendo del bronconón de la inseguridad que se vive.
Lo único que ha sucedido con estos eventos, es que la gente se le tire a la yugular al encargado de la política interna del país, con críticas en donde “mentiroso” es el más suave de los insultos que le mandan.
La gente se ofende con estas reuniones de evaluación pues siempre Osorio Chong sale que en Tamaulipas la violencia va a la baja y que se va avanzando en el combate a la inseguridad.
Dice la gente, y dice bien, que es muy sencillo jurar y perjurar que Tamaulipas es un paraíso cuando vienes de visita por un par de minutos y custodiado por decenas de elementos federales armados hasta los dientes, vehículos blindados y hasta helicópteros artillados.
Tampoco se trata de pecar de inocentes y pedir que el número dos del gobierno en el país llegue a Reynosa a bordo de un Tsuru sin ninguna clase de protección, como cualquier hijo de vecino, hacerlo sería de locos.
Sin embargo la ciudadanía lo que quiere es un poco más de honestidad y que el gobierno acepte que así como ha tenido aciertos en el combate la inseguridad, también ha tenido muchísimas fallas que tiene que pagar.
