Estaba El apuntador preparándose para las posadas cuando va viendo en las redes sociales el emotivo homenaje que le rindieron al “Caballón de la Radio”, José Pinales Godoy, cuando el féretro que transportaba sus restos recorrió las cuatro bases en el parque de beisbol de la Liga Matamoros A.C. de donde fue su presidente.
A todos tomó por sorpresa el deceso del cronista de deportes más respetado de la región y las muestras de afecto de parte de sus compañeros del gremio, periodistas, locutores, reporteros y público en general no se hicieron esperar.
De repente las redes sociales se vieron saturadas de comentarios donde lamentaban el deceso de Pinales Godoy, quien apenas un par de días antes había sido dado de alta tras una operación que se realizó en la ciudad de Brownsville, Texas.
Todos los días desde que fue internado de aquel lado sus colegas de Vallevisión y Notigape le mandaban señales de aliento, tal fue el caso de Martín Sifuentes y de su compañero de batallas Oliver Cruz.
Armando Sandoval del mismo modo enviaba parabienes para que pronto saliera del hospital y regresara con sus agudos y certeros comentarios a narrar lo que tanto le gustaba, los deportes.
Aunque su especialidad era el beisbol Pinales Godoy se caracterizó por sus certeros pronósticos, pues era un verdadero conocedor de los deportes, lo mismo era en futbol, taekwondo, futbol americano y hasta el raquetbol.
“El Caballón de la Radio” era muy querido, respetado y en muchas ocasiones por su potente voz fue invitado para que fuera el maestro de ceremonias en diferentes eventos y en significativas fechas.
Pero su voz daba para más, pues además de participar en la radio y en la televisión también era la voz cantante de la Rondalla de Matamoros y era verdaderamente un agasajo escucharlo recitar algunas de sus interpretaciones.
Pero quienes convieron con el maestro Pinales Godoy siempre recordarán las noches de karaoke pues su sonora y poética voz conmovía a cualquiera que lo escuchara.
Sin lugar a dudas la mejor cualidad era su don de gente y sabía ser amigo de todos y de todas; siempre tenía un sabio consejo que dar, sobre todo a quienes a acudían con el maestro para suplicar por ayuda.
Las dudas o preguntas de cualquier tema sea de deportes o de la misma vida siempre encontraban eco en la voz de Pinales Godoy, y eso es lo que más van a extrañar quienes
lo conocieron.
El finado actuaba como un padre, siempre tenía las palabras adecuadas y un comentario correcto; sus intervenciones eran bien valoradas sobre todo por aquellos y aquellas quienes le pidieron un buen consejo.
Lamentablemente la muerte lo encontró la mañana del pasado 10 de diciembre y fue su propio hijo quien por medio de las redes sociales publicó el deceso de su señor padre.
Cambiando de tema, “el terror de los grupos de guasap”, Alejandro Mares, volvió a hacer de las suyas, a lo mejor por última vez en uno de los pocos grupos que quedaban abiertos y que ya se hizo cerrado.
Y no es para menos. La raza periodiquera estaba cansada de las intervenciones de Mares en los diversos grupos de “guasap”, no por algo le apodaban “el terror de guasap”.
Pero el problema no era totalmente de Mares, sino que los administradores de los diferentes grupos eran los verdaderos culpables, pues hacían los grupos abiertos y más que un grupo de guasap parecía un domingo en un mercado de su localidad.
Pero la última fechoría de Mares fue en el grupo de CNOP Tamaulipas Medios que comanda Arely “la robanotas” López, página al servicio del líder estatal de dicho
organismo Pedro Luis Coronado (“peluco”).
Mares vio la oportunidad de meter ahí sus notas y así lo hizo y como respuesta encontró una instantánea eliminación de parte de López.
Pero tal parece que la dama no entendía que debía de convertir al grupo cerrado donde sólo los administradores podían manejar la información, así es que antes de ese cambio le metieron un último golazo y fue el expriista y ahora periodista azul Eleazar Ávila.
Ávila vio la oportunidad de filtrar en el grupo de “peluco” su aburrida calumnia, perdón columna donde habla maravillas de los alcaldes azules cosa que parece no les molestó a López porque no lo eliminó de inmediato como a Mares.
La raza del grupo comentó en los corrillos de las diversas fuentes informativas que Ávila gozaba de privilegios en el grupo que es de un priista. y esto pareció no molestarle tampoco a “peluco” porque sigue en el grupo.
En cambio Mares exige que sea reintegrado al grupo, o bien que el columnista Ávila sea eliminado por López. Y como dice el viejo refrán: “o todos coludos o todos rabones”.
La misma raza de Matamoros se pregunta cómo le hace Ávila para darse una vida de rey, porque en ningún lado donde publica sus columnas le pagan un cinco.
Las lenguas de doble filo aseguran que anda en carro del año y mes tras mes viaja a Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros; baja a San Fernando y se incorpora en Mante y Ciudad Victoria sólo para cobrar jugosos convenios.
A medio mes Ávila baja al sur del Estado y comienza su gira de negocios en Tampico, Madero y Altamira donde ni crea que va a buscar información para su columna, sino acude directamente con los alcaldes y a los jefes de prensa a quienes amenaza si no le pagan sus acuerdos.
Dicen los que saben que Avila tiene convenios de varios miles de pesos comenzando en el gobierno del Estado, donde es uno de los consentidos porque antes les echaba a los panistas y ahora les echa a los priístas y morenistas.
Hay que comentar que tras el triunfo del América sobre el Cruz Azul en la final del futbol mexicano, los que salieron a festejar fueron Juan Pablo Sánchez, Isabel Rendón, Claudia Velázquez, Diego Armando Cruz, Alejandro Araguz, Oscar Sobrevilla, Roberto Guerra, Javier Manilla, mientras los que tuvieron que apechugar con la derrota fueron los siempre cementeros César Peralta, Miguel Angel Jiménez y la siempre activa Bere Nice Cool.
Y van dos preguntas para cerrar este espacio: ¿por qué comunicación del Estado quiso esconder el video de la comitiva tamaulipeca que saludó unos segundos al Papa Francisco? ¿Y por qué querían de a gratis la cobertura de la corresponsal de Televisa en El Vaticano, la cual finalmente los ignoró?