El 28 de agosto posó muy despreocupado junto a altos mandos del Ejército Mexicano en Nuevo León en el relevo del comandante de la Cuarta Región Militar. Y este 14 de septiembre lució no menos sonriente junto al nuevo secretario de Gobernación. Y me pregunto y me preocupa: ¿a qué juega la 4T con Cabeza de Vaca en Tamaulipas?
Quizá todavía el gobierno federal no tiene bien medida la perversidad y la astucia, aunadas a la voracidad por enriquecerse ilícitamente, del gobernador de esa entidad Francisco García Cabeza de Vaca. ¿O quizá ha sido una simulación la supuesta persecución judicial y el supuesto desafuero?
De ser cierto la segunda de mis sospechas estaríamos confirmando que desde el presidente de México, pasando por el titular de la UIF, Santiago Nieto; el fiscal general, Alejandro Gertz Manero; el senador Ricardo Monreal y su suplente, Alejandro Rojas Díaz Durán, todos merecerían un Oscar por tan soberbia actuación en la película Tamaulipas.
Porque las señales que ha mandado el elenco de la 4T al público, llamémosle los electores que elegirán gobernador en 2022, solo siembran confusión al ver las fotografías de Cabeza de Vaca muy campante con altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional y con el número dos de la 4T.
Uno porque conoce bien la verdadera película de un voraz ex alcalde de Reynosa que llegó a ser gobernador cobijado por dos sexenios panistas, pero si yo fuera un iluso y con intenciones de votar el próximo año, estaría sumido en una profunda confusión como miles de tamaulipecos deberán estar ahora con la siguiente interrogante:
¿Entonces no era cierto que Cabeza de Vaca es un delincuente político como nos la hizo creer la 4T y sólo fue una estrategia para ganar las elecciones el 6 de junio. Y por esa mentira votamos por los candidatos de Morena?
Los electores comunes de Tamaulipas también estarán deduciendo: “Si Cabeza de Vaca se pasea como ‘Juan por su casa’ y se reúne con militares de alto rango y con el secretario de Gobernación, ¿quiere decir que todo era mentira y ya se la pelaron”.
Porque esos son los mensajes que mandaron los secretarios de la Defensa y Gobernación, contradiciendo la postura de Andrés Manuel López Obrador que no quiere ver ni en
pintura a Cabeza de Vaca. Y por eso no lo invitó a él y al gobernador de Michoacán a una reunión meses atrás.
A como vamos no me quedaría duda de que el PAN puede ganar la gubernatura en 2022 con otro del clan (su hermano senador Ismael) como candidato. Y Morena empezaría a darle gracias a Dios que solo se jugará en las urnas esa posición porque no se elegirán ni diputados locales ni alcaldes.
La 4T minimiza a los electores tamaulipecos que han aprendido a votar diferente de unos comicios a otros. Y si en el gobierno federal ya perdieron la memoria, me toca a mi darles una refrescadita:
Cabeza de Vaca ganó la gubernatura en 2016 arrebatándole el poder ejecutivo y el legislativo local al PRI. Los hizo papilla. En 2018 López Obrador no gana en Tamaulipas pero Morena se lleva la Senaduría, diputaciones federales, alcaldías de ciudades importantes como Matamoros y Madero, y en general avanza en votación.
Pero el domingo 2 de junio de 2019 el PAN borró del mapa a Morena hasta los límites del ridículo al arrasar con 21 diputaciones locales de mayoría y Morena solamente una.
Por eso si los morenos que derrotaron al PAN Vaca el 6 de junio pasado, que serán amplia mayoría en el Congreso de Tamaulipas y ganaron las alcaldías de Nuevo Laredo, Reynosa, Ciudad Victoria, Altamira, Río Bravo y Matamoros, creen que en 2022 será fácil la gubernatura, pues no, no y no.
Cabeza de Vaca se burla de López Obrador, del líder de Morena Mario Delgado, de Santiago Nieto, de Ricardo Monreal, de Alejandro Rojas Díaz-Durán y de todos los que se formen en la fila, entre ellos los magistrados de la Suprema Corte.
Por lo pronto en el tema del desafuero se la pellizcaron y el Congreso local autorizó protección para él y su familia por el resto de su vida. ¿Así o más grande es la burla de poner en ridículo a la 4T?
Pese a todos los ridículos del gobierno federal en turno, mis veladoras siguen prendidas hasta no ver en la cárcel a Alí Babá y sus 40 ladrones.
